EL CARDENAL TAGLE, ES FILIPINO DE 65 AÑOS, DE MADRE CHINA Y PREFECTO DE EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS
En 2018
la China comunista y la Santa Sede firmaron un acuerdo, la
mayor parte del cual es secreto, respecto al nombramiento de obispos en el
país, acuerdo renovado en 2020, y ahora se
anuncia que se renueva una vez más.
Muchos han
criticado este acuerdo, porque no ha conducido ni a liberar a obispos presos y desaparecidos
ni a aumentar la libertad de la Iglesia clandestina ni la "reconocida", que ahora está más
vigilada bajo las autoridades comunistas chinas. También se le acusa de
debilitar y confundir a las comunidades clandestinas católicas.
Pero el Vaticano
defiende el acuerdo y su renovación, y para explicarlo han acudido a las pantallas de
VaticanNews el cardenal Parolin y el cardenal Tagle (filipino hijo de
inmigrante china).
NOTA
DEL VATICANO
Una nota breve del Vaticano
explica la renovación del acuerdo: "La Santa
Sede y la República Popular China, tras oportunas consultas y evaluaciones, han
acordado prorrogar por otro bienio la validez del Acuerdo Provisorio sobre
el nombramiento de Obispos, estipulado el 22 de septiembre de 2018 y renovado
una primera vez el 22 de octubre de 2020".
"La Parte
vaticana está resuelta a continuar el diálogo respetuoso y constructivo con la
Parte china, para una aplicación fructífera del mencionado
Acuerdo y para el ulterior desarrollo de las relaciones bilaterales, con
vistas a favorecer la misión de la Iglesia católica y el bien del pueblo
chino", añade el texto.
DECLARACIONES
DEL PAPA HACE UNOS MESES
El Papa Francisco, en una
entrevista con la agencia británica Reuters en julio de 2022, declaró que el acuerdo con China "va bien", aunque "se va
lentamente", "a la manera china", dijo, "porque
los chinos tienen ese sentido del tiempo que nadie les apura". El
Papa puntualizó que las autoridades locales actúan de manera diferente con la
Iglesia en cada región, porque "no es la
misma situación en todas las regiones del país".
El Papa Francisco comparó este
acuerdo con la Ostpolitik vaticana en los años 60 y 70, un apaciguamiento
en el trato con los países comunistas. "Muchos
han dicho muchas cosas contra Juan XXIII, contra Pablo VI, contra Casaroli.
Pero la diplomacia es así. Ante una situación cerrada hay que buscar el camino
posible, no ideal, la diplomacia es el arte de lo posible y de hacer que lo
posible se convierta en real", dijo.
(Cabe recordar que con San Juan
Pablo II, buen conocedor del comunismo polaco y sus engaños y corruptelas, se acabó
la Ostpolitik, y en pocos años se acabó
incluso el Bloque del Este y sus dictaduras comunistas).
PAROLIN
DICE QUE SE PROTEGEN COSAS MÁS VALIOSAS QUE EL MERO DIÁLOGO
El Cardenal Secretario de Estado
Pietro Parolin, entrevistado por L'Osservatore
Romano y Radio
Vaticano-Vatican News, ha explicado más razones para renovar este acuerdo con
el Gobierno chino.
Recuerda que es un acuerdo "provisional" sobre nombramientos de obispos y que
requiere "un tiempo adecuado de aplicación para poder comprobar la
eficacia del resultado e identificar posibles mejoras". Detalla que "la pandemia de Covid-19 ha creado obstáculos
comprensibles para los encuentros entre las delegaciones" y eso ha alargado los tiempos y ralentizado
las mejoras.
Parolin recuerda que, a lo largo
de la Historia, Roma ha tenido en
cuenta "las condiciones particulares de un país" al nombrar obispos. (No da ejemplos, pero varios reyes y gobernantes europeos tuvieron derecho de veto y
presentaban candidatos a obispos en distintas épocas, algo que los funcionarios
chinos actuales recuerdan muy a menudo).
Así, Parolin dice que "el procedimiento establecido en el Acuerdo fue
atentamente ponderado, teniendo en cuenta las características particulares de
la historia y la sociedad chinas y el consiguiente desarrollo de la Iglesia en
China".
Parolin señala 3 frutos del acuerdo al cumplirse 4 años de su firma:
- "desde
septiembre de 2018 todos los obispos de la Iglesia católica en
China están en plena comunión con el Sucesor de Pedro y no ha
habido más ordenaciones episcopales ilegítimas"; y "se menciona explícitamente al Papa
en la plegaria eucarística, algo impensable en años anteriores";
- ha habido "6 ordenaciones episcopales", "conforme al procedimiento establecido que deja al Papa la
última y decisiva palabra";
- "6
obispos 'clandestinos' han obtenido el registro y, por lo tanto, se ha oficializado su
posición, siendo reconocidos como obispos por las instituciones públicas".
"Pueden
parecer pequeños logros, pero, para quienes miran la historia con los ojos de
la fe, son pasos importantes hacia la progresiva sanación de las heridas
infligidas a la comunión eclesial", asegura
Parolin.
Además, se facilita así, dice, "la certeza para millones de fieles chinos de
poder vivir su fe en la plena comunión católica, sin que sean sospechosos de no
ser ciudadanos leales al propio país".
Seis ordenaciones en 4 años no
son muchas, pero Parolin señala que hay diócesis
que van "despacio" y también hay regiones donde "no se logra
mantener un diálogo fructífero con las autoridades locales".
"Esperamos
vivamente que en los próximos dos años podamos seguir identificando buenos
candidatos al episcopado para la Iglesia en China según el procedimiento
establecido", afirma.
CARDENAL
TAGLE: SE BUSCA PROTEGER LA SUCESIÓN APOSTÓLICA DE LOS OBISPOS
Un obispo católico es aquel que
resulta investido por la imposición de manos de otro obispo católico. Y un
sacerdote recibe su sacerdocio de los obispos. ¿Qué
pasaría si el Gobierno chino decreta que tal o cual funcionario es obispo o
sacerdote católico por su decreto, y organiza ordenaciones, no sólo ilícitas
sino inválidas, que no transmiten al clero verdadero poder sacramental? ¿Cómo
distinguirían los fieles a los sacerdotes de verdad de los falsos?
Para evitar un caos así, el
cardenal filipino Luis Antonio Gokim Tagle defiende el acuerdo. "El motivo de todo es salvaguardar la válida
sucesión apostólica y la naturaleza sacramental de la Iglesia católica en
China", declara. El objetivo es,
dice, "tranquilizar, consolar y alegrar" a
los católicos chinos.
En China hay católicos que sospechan de la licitud o validez de la vida
sacramental bajo tal o cual sacerdote u obispo. "Estaban en juego cosas que afectaban a la naturaleza
íntima de la Iglesia y a su misión de salvación. Con el Acuerdo se intenta
garantizar que los obispos católicos chinos puedan ejercer sus funciones
episcopales en plena comunión con el Papa", detalla Tagle.
Tagle reconoce que el "sensus fidei" de muchos católicos
chinos ha nacido no en suaves jardines "sino
en un terreno áspero y desigual". "Ciertas heridas necesitan tiempo y
el consuelo de Dios para ser curadas", admite.
Asegura que Roma quiere "favorecer la elección de buenos obispos católicos
chinos, dignos e idóneos para
servir a su pueblo. Pero favorecer la elección de obispos dignos e idóneos
también interesa a los gobiernos y autoridades nacionales, incluidos los de
China".
Tagle habló de su abuelo chino, que era católico pero era una persona
muy pragmática y no entendía el mundo de "los curas". Cuando Tagle anunció que entraría en el
seminario, él le dijo: "No me imaginaba que me
iba a encontrar con un nieto sacerdote... No entiendo este mundo de
curas", pero luego añadió: "No lo
entiendo, pero sigo queriendo que seas un buen sacerdote".
Tagle piensa en los políticos
chinos de forma parecida (y peor): gente que no entiende nada de espiritualidad
ni eclesialidad ni el misterio de la Iglesia. Por eso, entendiendo "el enfoque concreto y pragmático de nuestros
interlocutores" espera que comprendan que son necesarios buenos
sacerdotes y obispos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario