Este 22 de septiembre ocurrió un nuevo terremoto en México, esta vez de 6.9 grados, que dejó al menos tres muertos. Este sismo ocurre solo tres días después del sucedido el 19 de septiembre, que dejó dos fallecidos.
El terremoto de este jueves tuvo nuevamente como epicentro una localidad
en el estado de Michoacán, y ocurrió a las 1:16 de la madrugada.
Este nuevo sismo y un video en el que se ve a algunos sacerdotes durante
Misa, poco antes de la consagración en México, suscita una pregunta. ¿Qué debe hacer un católico si ocurre un terremoto durante la Eucaristía?
Así nos informan que vivieron los sacerdotes al
interior de una iglesia en Chavinda, Michoacán durante el sismo de esta tarde. pic.twitter.com/mTBLmc78Wt
— NOTICIAS 24 HRS
(@TeInformo24hrs) September 19,
2022
La revista Desde la
Fe, de la
Arquidiócesis de México, consultó con el P. Alberto Medel, experto en liturgia,
quien precisó que la Misa puede interrumpirse si hay razones graves.
“En estos casos, lo que se impone es el
sentido común y, sobre todo el bien mayor, que es
salvaguardar la integridad de todos los participantes en la celebración
eucarística”, destacó el también rector del Seminario de la Diócesis de
Xochimilco.
El sacerdote, que fue capellán del coro de la Basílica de Guadalupe,
recordó la importancia de seguir los protocolos de protección civil, para
salvaguardar la vida de todos los fieles.
“Eso jamás estará en detrimento de la sacralidad de
la Santísima Eucaristía así que, sin ningún resquemor, sin ninguna duda, puede
interrumpirse la celebración, e inmediatamente poner a todas las personas en
resguardo”, subrayó.
¿QUÉ HACER CON LA
EUCARISTÍA?
Si ya se ha hecho la consagración del pan y el vino en el cuerpo y
sangre de Cristo, el P. Medel dijo que el celebrante podría llevar consigo las
especies, pero si no es posible a causa del sismo, debe dejar las especies
eucarísticas “en el altar, esperar a que termine el
temblor y a que se realice el protocolo para revisar que la iglesia esté bien”.
“Si es así, entonces puede regresar y continuar la
celebración en donde se quedó, sin ningún problema”.
Si hubiese algún peligro de derrumbe, debe esperar para que luego, con
ayuda de las autoridades, pueda volver a consumir el cuerpo y sangre de Cristo.
“Con esto termina la Eucaristía. Si no hubo consagración, no pasa nada, allí
terminó la celebración, ya no hubo Misa”, precisó
el experto en liturgia.
NO CAER EN UNA FALSA
DISYUNTIVA O PIEDAD
El sacerdote advirtió que “no hay que caer
en la falsa disyuntiva, porque creo que es una falsa disyuntiva, de contraponer
la sacralidad de la Eucaristía con la sacralidad de la vida. Aquí
no hay ningún riesgo de profanación”.
“No debemos caer en falsas piedades. En ese
momento, la verdadera piedad es salvaguardar a nuestros feligreses”; remarcó el experto en liturgia.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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