miércoles, 7 de septiembre de 2022

LOS OBISPOS POLACOS RESPALDAN NUEVAS REPARACIONES POR LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, PERO ENFATIZAN LA RECONCILIACIÓN

 Informe sobre las pérdidas sufridas por Polonia como

resultado de la agresión y ocupación alemana en los años 1939-1945

«No hay contradicción alguna entre perdón y justicia. En efecto, el perdón no elimina ni disminuye la exigencia de la reparación, que es propia de la justicia»

(InfoCatólica) La conferencia episcopal polaca ha respaldado con cautela las nuevas demandas del gobierno de 1,29 billones de dólares en reparaciones de Alemania por los daños causados durante la Segunda Guerra Mundial, aunque un portavoz dijo que la Iglesia esperaba que esto no impidiera las buenas relaciones entre los países vecinos.

La tarea de la Iglesia es recordar el valor de la conversión, el perdón y la reconciliación. Las instituciones públicas están llamadas a decidir las formas prácticas de restablecer la justicia, escribió el Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanisław Gądecki, en una Declaración sobre el «Informe sobre las pérdidas sufridas por Polonia como resultado de la agresión y ocupación alemana en los años 1939-1945».

El informe, compilado durante cinco años por una comisión de 30 miembros, dice que, bajo la ocupación alemana de 1939-1945, 5,2 millones de polacos habían muerto en más de 9.200 lugares de ejecución y asesinatos en masa. Más de 2 millones de polacos fueron deportados como trabajadores forzados.

Agregó que cada muerte polaca había sido valorada en 168,000 dólares, mientras que se habían asignado valores separados a los edificios destruidos y la industria, la agricultura, la energía y la banca perdidas, así como a los objetos sagrados y las obras de arte y cultura.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania dijo que el tema de las reparaciones de guerra ahora estaba «cerrado», y agregó que el fracaso anterior de Polonia para exigir daños formó «una base fundamental para el orden europeo actual».

El Presidente del Episcopado señaló en la Declaración que «las cuestiones planteadas en este documento deben considerarse en el contexto del largo proceso de reconciliación polaco-alemán», que comenzó con la carta de los obispos polacos a los obispos alemanes en el año 1965.

«Años después, podemos decir que ese documento resultó ser profético. Inició un proceso de reconciliación entre polacos y alemanes, sin ignorar los crímenes cometidos, sin olvidar a las víctimas y sin encerrarse en el recuerdo de las injusticias sufridas» – dice la Declaración.

El arzobispo Gądecki señaló que en la vida política, la misericordia y el perdón deben ir acompañados de la prudencia y la justicia. Citando a San Juan Pablo II, recordó que «No hay contradicción alguna entre perdón y justicia. En efecto, el perdón no elimina ni disminuye la exigencia de la reparación, que es propia de la justicia» (Mensaje para la XXX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 1997).

«Que sea, pues, nuestro deseo común que los dos países reconciliados, el polaco y el alemán, dirijan su mirada hacia un futuro mejor» – subrayó el Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca.

DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL POLACA SOBRE EL INFORME SOBRE LAS PÉRDIDAS SUFRIDAS POR POLONIA COMO RESULTADO DE LA AGRESIÓN Y OCUPACIÓN ALEMANA EN LOS AÑOS 1939-1945

1.- En el contexto del Informe sobre las pérdidas sufridas por Polonia como resultado de la agresión y ocupación alemana en 1939-1945, – publicado el 1 de septiembre de 2022- quisiera señalar que las cuestiones planteadas en este informe deben ser vistas en el contexto del largo proceso de reconciliación polaco-alemán.

Este proceso comenzó con una carta de los obispos polacos a los obispos alemanes en 1965 (Mensaje de los obispos polacos a sus hermanos alemanes en la oficina pastoral de Cristo, 18 de noviembre de 1965). Ese año, los obispos polacos escribieron: «Con este espíritu tan cristiano, pero también tan humano, os tendemos (…) la mano y os concedemos el perdón y os lo pedimos». Esta carta fue rápidamente reconocida como uno de los documentos de paz más importantes de la época.

Años después, podemos decir que ese documento resultó ser profético. Inició un proceso de reconciliación entre polacos y alemanes, sin ignorar los crímenes cometidos, sin olvidar a las víctimas y sin encerrarse en el sentido de las injusticias sufridas.

2.- El diálogo de reconciliación polaco-alemán, que dura ya varias décadas, se ha llevado a cabo con el espíritu que San Juan Pablo II describió así: «El perdón, lejos de excluir la búsqueda de la verdad, la exige. El mal hecho debe ser reconocido y, en lo posible, reparado» (Juan Pablo II, Ofrece el perdón, recibe la paz, Mensaje para la XXX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 1997).

Sin embargo, la misericordia y el perdón -sobre todo en la vida política- deben ir acompañados de la prudencia y la justicia. «No hay contradicción alguna entre perdón y justicia. En efecto, el perdón no elimina ni disminuye la exigencia de la reparación, que es propia de la justicia» (Juan Pablo II, ibíd.).

La tarea de la Iglesia es recordar el valor de la conversión, el perdón y la reconciliación. Las instituciones públicas están llamadas a decidir las formas prácticas de restablecer la justicia. Que sea, pues, nuestro deseo común que los dos países reconciliados, el polaco y el alemán, dirijan su mirada hacia un futuro mejor.

+ Stanisław Gądecki
Arzobispo Metropolitano de Poznań
Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca
Varsovia, 3 de septiembre de 2022.

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