Relacionemos los dolores de María, con lo que está padeciendo la humanidad.
Por: Alejandra Sosa | Fuente: Desde la Fe
El 15 de septiembre la Iglesia venera a María en su
advocación de Nuestra Señora de los Dolores, conocida también como Virgen Dolorosa o Madre Dolorosa, y recuerda en
especial siete de los dolores que Ella sufrió durante Su vida.
María pidió rezar diariamente siete Ave Marías mientras se medita en sus
dolores. A santa Brígida le dijo, en una revelación privada, que concedería por
ello muchas gracias.
Acojamos esta bella devoción. Y en este tiempo de pandemia, relacionemos
los dolores de la Virgen María, con lo que está padeciendo la humanidad y
encomendémoslo a su compasiva intercesión maternal.
1. LA PROFECÍA DE
SIMEÓN (VER LC 2, 22-35)
María, Madre Dolorosa: A Ti que, llevando en
brazos al Niño Jesús, te anunció Simeón que una espada te atravesaría el alma,
y supiste asumirlo con serenidad y absoluta confianza en el Señor, ruega por
quienes en esta pandemia han recibido algún anuncio devastador: sobre su salud
o la de sus seres queridos, la pérdida de ingresos, el fin de sus planes y
proyectos. Que no desesperen, que pongan su seguridad en Dios y sepan que todo
lo permite por algo y les ayudará a superarlo. (Ave María).
2. LA HUIDA A EGIPTO
(VER MT 2, 13-15)
María, Madre Dolorosa: Tú, que sabes lo que
es quedar repentinamente separado de los seres queridos, no saber cuándo podrá
volver a verlos, y estar rodeado de extraños, ruega por quienes están aislados:
en los hospitales, en los asilos, en sus hogares, sin ver a sus seres queridos.
Pide especialmente por los ancianitos, que no han visto desde hace meses a sus
hijos y nietos. Que no se sientan solos, que perciban que junto a ellos están
siempre Jesús y Tú, y se sientan acompañados y confortados. (Ave María).
3. EL NIÑO PERDIDO Y
HALLADO EN EL TEMPLO (VER LC 2, 41-50)
María, Madre Dolorosa: A Ti, que te
angustiaste cuando pensaste haber perdido a tu Hijo, hasta que lo hallaste en
el Templo, ruega por nosotros, tus otros hijos, para que no nos perdamos. En
especial ruega por los que desde hace meses no han podido asistir a Misa, ni
confesarse, ni comulgar. Que no se acostumbren, que no se vuelvan fríos o
indiferentes; que no olviden de que el Señor los espera con los brazos
abiertos, y que nunca será igual verlo en pantalla que tener con Él un
encuentro personal. (Ave María).
4. JESÚS CAMINO AL
CALVARIO (VER JN 19, 16-17)
María, Madre Dolorosa: Tú que con amor y
fortaleza acompañaste a Jesús, que flagelado, coronado de espinas, escupido y
golpeado cargaba con Su cruz, ruega por quienes acompañan y atienden a los
enfermos en esta pandemia. En especial pide por el personal de salud y los
miembros de la Iglesia que superando el temor y el riego de contagio, han hecho
esfuerzos heroicos para ayudarlos. (Ave María).
5. MARÍA AL PIE DE
LA CRUZ DE JESÚS (VER JN 19, 25-30)
María, Madre Dolorosa: Tú que presenciaste
la agonía y muerte de Tu Hijo, ruega por quienes han fallecido y por quienes
van a fallecer; en especial por quienes no tuvieron oportunidad de recibir
auxilio espiritual. Encomiéndalos a la misericordia del Señor, pídele que de
sus almas tenga piedad. (Ave María).
6. EL CUERPO SIN
VIDA DE JESÚS, ES BAJADO DE LA CRUZ (VER JN 19, 38)
María, Madre Dolorosa: Tú que sufriste el
dolor de ver morir a tu Hijo y recibir Su cuerpo inerte en tu regazo, ruega por
todos los que están en duelo, en especial por quienes han perdido seres
queridos. Sostenlos en su dolor y alienta su esperanza de poder reencontrarlos
en el Cielo. (Ave María).
7. JESÚS ES DEJADO
EN EL SEPULCRO (VER JN 19, 40-42)
María, Madre Dolorosa: Tú Hijo penetró hasta
lo más hondo de las realidades más oscuras del ser humano, para redimirlas,
para rescatarnos de ellas. Padeció y murió para librarnos del pecado y de la
muerte, pero no se quedó muerto. Resucitó. Y nos invita a pasar la eternidad
con Él. Ruega por nosotros, para que comprendamos que lo que estamos viviendo,
sea feliz o doloroso, es temporal, que somos peregrinos; que vamos de camino a
la patria celestial. (Ave María).
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