Es un error imaginar que las fuerzas ejercidas por las estrellas y los planetas en el momento del nacimiento, pueden, determinar nuestro futuro.
Por: P. Jorge Loring | Fuente: P. Jorge Loring
No es lo mismo Astronomía que Astrología. La Astronomía es ciencia; la
Astrología, en la que se basan los horóscopos, cuento. Así opinan Shawn
Carlson, Físico de los Laboratorios Lawrence Berkeley (California) y Andrew
Fraknoi, responsable de la Sociedad Astronómica del Pacífico.
Recientemente doscientos
cincuenta y ocho científicos del mundo entero han firmado un manifiesto a la
prensa para desengañar al pueblo crédulo que se fía de la Astrología, debido a
la propaganda que hacen de ella los medios de comunicación. Entre otras cosas,
en este manifiesto se dice lo siguiente: «Es
simplemente un error imaginar que las fuerzas ejercidas por las estrellas y los
planetas en el momento del nacimiento, pueden, de alguna forma, determinar
nuestro futuro. Tampoco es verdad que la posición de los objetos celestes hagan
que ciertos días o períodos de tiempo sean más favorables para emprender algún
tipo de actividad, o que el signo bajo el que uno ha nacido determine la
compatibilidad de su relación con otras personas...»
Creemos llegado el momento de rechazar
vigorosamente las afirmaciones pretensiosas de los astrólogos charlatanes.
Quienes continúan teniendo fe en la astrología lo hacen a pesar de que no hay
ninguna base científica para sus creencias, y sí una fuerte evidencia de lo
contrario»
La prueba de que los astros no
determinan el futuro de las personas se confirma por el hecho de que dos
hermanos gemelos, que nacieron con la misma estrella, uno tiene una muerte
trágica de niño, y el otro tiene una vida larga, próspera y feliz.
El profesor Stanley L. Jaki de la Universidad de Seton Hall de New Jersey
(EE.UU.) manifestó que la astrología carece de fundamento científico.
Creer en los horóscopos es
pura superstición. Lo que ocurre es que cuando disminuye la fe en Dios aumenta
la credulidad en las supersticiones.
Lo mismo podríamos decir de los futurólogos.
En agosto de 1999 todos los
medios de comunicación se hicieron eco de la profecía de Nostradamus, según la
cual el fin del mundo sería el próximo día 11. La profecía fue un fracaso. Por
eso hoy seguimos vivos.
Doce personas se suicidaron por miedo a lo que iba
a pasar el 11 de agosto.
Para esa misma fecha otros
anunciaron una catástrofe en París, hasta el punto de que el célebre diseñador
Rabanne clausuró sus tiendas en París.
Tampoco pasó nada catastrófico.
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