Hoy empieza la novena por la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, madre de Jesús y madre nuestra, a quien los fieles católicos se pueden confiar siempre, especialmente ante las dificultades.
La fiesta de la Natividad de la Virgen se celebra en Oriente desde el
siglo V y en Occidente fue introducida hacia el siglo VII.
En Roma, la fiesta se celebraba con una procesión en la que se recitaban
las letanías a la Virgen y que concluía en la Basílica de Santa María la Mayor,
la iglesia en la que ahora el Papa Francisco reza antes y después de cada uno
de sus viajes internacionales ante el ícono de la Saus
populi romani (Salud del pueblo
romano).
Hay numerosas evidencias del profundo amor que los cristianos profesaban
por María desde antiguo, y la importancia que se le ha dado a esta fiesta que
actualmente celebra la Iglesia, conmemorando el nacimiento de la Madre de Dios.
“Tenemos razones muy válidas para honrar el
nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha
sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en
gozo”, dijo San Juan Damasceno (675-749)
en una bella homilía pronunciada un 8 de septiembre en la Basílica de Santa Ana
en Jerusalén.
La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María es el 8 de
septiembre y aquí presentamos una novena en su honor:
PRIMER
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Primer día: Virgen María, ¡Bendita Tú entre todas las mujeres!
Tú que fuiste predestinada desde toda la eternidad, y elegida entre
todas las mujeres, para ser la Madre del Hijo de Dios, por lo cual Dios
infundió en tu alma todas las virtudes y el Espíritu Santo te colmó con todos
sus dones e inflamó tu corazón en el amor de Dios. Te ruego, -ya que dicen que
amarte es señal de predestinación-, que enriquezcas mi alma con el amor, las
virtudes y frutos que necesito, para que mi vida sea digna de hija de Dios y de
hija tuya, para que imitándote a Ti, vaya uniendo más y más estrechamente mi
voluntad a la Voluntad de Dios y así como con tu "Sí"
a Su Voluntad dio inició la Historia de la Salvación , al tomar carne el
Hijo de Dios en tus entrañas por obra del Espíritu Santo, también yo, haga de
mi vida un "sí", y pueda emplear
mi vida en el amor y servicio de Él y de la Iglesia, convirtiéndome en
instrumento de salvación para los demás.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima
Trinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
SEGUNDO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los
tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita
misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti,
Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la
salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad
de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de
mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Segundo día: Virgen María, siempre inmaculada,
"bendito el Fruto de tu vientre".
Tú que desde el primer instante de tu concepción fuiste preservada por
Dios de toda mancha de pecado y llena de gracia, para que llegada la "Plenitud de los tiempos" su Divino
Hijo, llevando a cumplimiento el plan providencial de la Santísima Trinidad
sobre la salvación de los Hombres, se encarnase en Ti por obra del Espíritu Santo,
quedando Tú introducida ya desde aquel primer anuncio en el Misterio de Cristo
tu Hijo para siempre. Te suplico por tu Inmaculada Concepción que me concedas
Tu auxilio para que mantenga siempre mi alma limpia de pecado y el Espíritu
Santo pueda formar Contigo y en Ti a Jesús en mi corazón y llena de sus dones
como Tú, sea una digna morada de la Santísima Trinidad.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima
Trinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los
siglos. Amen.
TERCER
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Tercer día: Virgen María, Modelo de humildad
y de obediencia a la Voluntad de Dios.
Tú que te llamaste a Ti misma "esclava
del Señor", Tú que te gozaste en tu pequeñez, que Te consagraste
del todo a Ti misma, ¡con todo tu ser a la Persona
y a la obra salvífica de Jesús!, haciendo de tu vida no sólo un continuo
canto de amor, de alabanza y de gratitud a Dios, sino también un continuo acto
de servicio, cooperando así en la redención con humildad y fidelidad. Te
suplico que me alcances del Señor que llena de ese amor, llena de fe y con un
corazón humilde y generoso, pueda a ejemplo Tuyo, hacer de mi vida un continuo
acto de servicio a su Persona y a su misión salvadora, siendo instrumento de
salvación en sus Manos para otros y para la total y completa instauración de su
Reino y de la Iglesia en el mundo, para que así un día Contigo pueda proclamar
las grandezas de Dios y cantar por siempre sus Misericordias.
Rezar tres Ave María en honor de la
SantísimaTrinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
CUARTO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Cuarto Día: Virgen María, Maestra de oración
y de silencio, primera oyente y discípula de Jesús.
Tú que como nadie conociste y viviste los Misterios de la Encarnación y
de la Redención, Tú que guardaste y meditaste en tu Corazón con fe, esperanza y
amor, las palabras que te fueron dichas de parte de Dios y los acontecimientos
que constituyeron los Misterios de la infancia y de la vida de Jesús,
descubriendo poco a poco a través de todo ello los misteriosos e inefables
designios de Dios Padre sobre la salvación de los hombres Te ruego que me
alcances de Dios esa fe fuerte , firme e indestructible, esa esperanza contra
toda esperanza y ese amor ardiente, pleno y total que adornaron tu Corazón,
para que acepte siempre en mi vida los misteriosos designios de la Voluntad de
Dios, vea en todo su Providencia que sólo desea mi bien y sea para otros
testimonio de fe y de esperanza.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad
y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
QUINTO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Quinto Día: Virgen María, madre, auxilio,
salud, refugio, consuelo, socorro, abogada de todos aquellos que te necesitan y
acuden a Ti con confianza y amor.
Tú que yendo a visitar a tu prima Sta. Isabel y luego en las Bodas de
Caná, me diste ejemplo de amor, de generosidad y solidaridad con el prójimo,
manifestándose en ambos momentos a través de Ti, la Divinidad y el poder de
Jesús. Enséñame a tener ese espíritu de generosidad y de solidaridad para con
todos los que forman parte de mi vida, con todos aquellos que de algún modo
necesiten mi ayuda, especialmente con los más pobres y también en aquellas
necesidades por muy lejanas que estén en las que sea necesario el "milagro" y el poder de la caridad; que
como Tú y con tu ayuda también yo lleve a Jesús allí adonde vaya , para que
descubran a través de mí "sierva inútil",
el poder y la misericordia de Jesús y como Tú en mi oración presente
siempre y sin cesar a Dios Padre las necesidades de los hombres y del mundo.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima
Trinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
SEXTO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Sexto Día: Virgen Santísima de los Dolores.
Tú que como nadie viviste, "sentiste"
y sufriste en Tu Corazón de Madre , el desamor, la persecución, la
calumnia , la dolorosísima Pasión y Muerte que sufrió Jesús por nuestra
salvación, alcánzame del Espíritu Santo la fe, el amor y el don de fortaleza
que llenaron tu Corazón en aquellos momentos, para que también yo acepte con
amor y una los sufrimientos de mi vida, a los de Jesús y a los Tuyos, para
completar en mi carne -como decía S. Pablo- lo que le falta a su Pasión en bien
de la Iglesia y por la salvación de las almas.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima
Trinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
SÉPTIMO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los
tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la infinita
misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico a Ti,
Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de
corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza
en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre todo la
salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la Voluntad
de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de
mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Séptimo Día: Virgen María, Madre de Dios y
Madre de todos los Hombres.
Tú que estuviste junto a Jesús clavado en la Cruz, y sin duda te
asociaste con entrañas de Madre a su sacrificio, y te ofreciste con Él al Padre
para la salvación de todos los Hombres, engendrándonos como hijos tuyos al pie
de la Cruz en la persona de S. Juan a costa de dolores tan inmensos y amargos,
defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu intercesión "omnipotente" ante Dios. Obtennos a los
que amamos y seguimos a Jesús el incesante socorro de su gracia, para que nos
mantengamos fieles a las exigencias y a los compromisos de nuestro Bautismo y
demos testimonio de Él con toda nuestra vida y para que podamos luchar contra
los enemigos de nuestra salvación y no nos alejemos de Él por el pecado. Y ya
que eres Madre de Bondad y de Misericordia ora sin cesar por tantos Hombres,
que viven en pecado, cerrados a su Misericordia; de espaldas a Él o negando su
existencia. "Pon" ante Dios Padre, los
brazos de Jesús abiertos en la Cruz, para que mantenga siempre sus brazos
abiertos dispuestos a acoger en un abrazo de amor y de perdón a todos los
hombres por los que Jesús entregó su vida, aunque sea en el último instante de
las suyas. Madre de los pecadores y Madre de la Vida, ruega por nosotros.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima
Trinidad y Gloria.
Oración final:
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón,
para que guiada, "acompañada" y
defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta vida
y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
OCTAVO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Octavo Día: Virgen María, Madre y Modelo de
la Iglesia.
Tú que unida como una discípula más, a los Apóstoles y discípulos en el
Cenáculo, esperaste orando e invocando sin cesar, el Don del Espíritu Santo
prometido por Jesús antes de su Ascensión al Cielo. Alcánzame, que unida en
oración con la Iglesia, implore a Dios que se realice en Ella un Nuevo
Pentecostés, que El la una en la paz y en el amor y renueve y transforme los
corazones de todos los cristianos, para que llenos de sus dones nuestra vida
sea un testimonio de fe, de esperanza y de amor como la tuya y seamos ejemplo
de santidad en este mundo tan secularizado, adonizado y alejado de Dios, para
que así los Hombres crean que Jesús es el Salvador, el Hijo enviado, predilecto
y amado del Padre y escuchando su voz, crean y amen al Padre, y aceptando la
Salvación vivan como salvados.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada, "acompañada"
y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda amarte y servirte en esta
vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y Santos del amor de la Santísima
Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí y en Tu Nombre a Dios Padre,
con quién vives y reinas en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amen.
NOVENO
DÍA DE LA NOVENA POR LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo
Oración para todos los
días:
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre mía, acudo a Ti, llena de
confianza y amor, porque creo que es por medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo
de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de
los tiempos derramar sobre mí pecadora, todas las gracias, los bienes y la
infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón. Por esto te suplico
a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la
conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades,
la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, sobre
todo la salvación de mi alma, y lo que Te pido en esta Novena, si es según la
Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las
almas y de mi alma.
Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta
Novena.
Noveno Día: Virgen María, Reina y Señora de
los Ángeles.
Tú que fuiste Asunta en cuerpo y alma al Cielo, y coronada como Reina y
Señora de Cielos y Tierra y gozas ya sentada a la diestra de Jesús de la Unión,
de la Gloria eterna y del Amor de la Santísima Trinidad. Guíame acompáñame y
protégeme en mi peregrinaje de la fe hacia la vida eterna, para que no me
aparte de Jesús, único y verdadero Camino hacia el Padre y en la hora de la
muerte experimente tu poderosa intercesión y protección maternal .y así Contigo
pueda alabar, adorar y gozar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda la
eternidad.
Rezar tres Ave María en honor de la Santísima Trinidad y Gloria.
Oración final
Te suplico Señor y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las
gracias que Ella te solicita en favor mío; "sentirla",
amarla, y servirla con tu mismo amor y contar siempre con su intercesión
"todopoderosa" ante tu Corazón, para que guiada,
"acompañada" y defendida por Ella y siguiendo su ejemplo, pueda
amarte y servirte en esta vida y gozar con Ella y con todos los Ángeles y
Santos del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad. Pídeselo por mí
y en Tu Nombre a Dios Padre, con quién vives y reinas en unidad del Espíritu
Santo por todos los siglos de los siglos. Amen.
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