EXAMINA ESTAS SITUACIONES EN TU CORAZÓN:
-Si escuchas de un hermano que está enfermo en un hospital o en su casa,
no ores solamente, si está en tus posibilidades ve con tu dinero y cómprale
medicamentos o dale lo que necesita.
-Si escuchas de un hermano o alguna familia que está pasando necesidades
económicas y no tienen Comida, y tú tienes dinero suficiente para ayudarle, ve
y cómprale comida o dale una ofrenda para que compren ellos comida.
-Si escuchas de algún hermano o hermana de la iglesia que está pasando
un mal momento depresivo o cualquier otro padecimiento, acércate, pregunta y
vela porque esté bien y examina si esa persona necesita algo.
NO
TE QUEDES SOLO ORANDO.
No seas
como el levita y sacerdote judío que pasaron por el camino y vieron al hombre
tirado en el suelo y no hicieron nada. Se más bien un buen samaritano y ayúdalo.
Deja la
tacañería, la avaricia y la falta de empatía. No solo es preocuparse y decir: "WoW, que Triste, lamento lo que están pasando"
No, no solo es decir: "Hermano, voy a
orar por ti para que Dios te ayude". No solo es preguntar: "¿De qué iglesia eres? ¿Dónde vives? ¿Estás
trabajando? ¿Están casados?" Etc. No solo es preguntar para no
hacer luego nada. Hay es que actuar y moverse a compasión.
-Es asistir y no solo alardear.
-Es ayudar y no solo orar.
-Es atender y no solo mirar.
Aunque parezca contradictorio:
-Orar no le quita el hambre a la persona que no tiene comida y que le
retumba el estómago porque no ha comido bien.
-Orar no muchas veces le quita la ansiedad y preocupación que tiene
alguien que no le sale un trabajo y tiene necesidades.
-Orar no muchas veces le sana la enfermedad a una persona. Se necesita
medicamentos y tratamientos médicos, y si él o ella no tiene el dinero, esa
oración no muchas veces le quitará la desesperación que tiene de encontrar
dinero para pagar sus tratamientos.
¿Estoy diciendo que Orar es malo y que no
sirve? No, no estoy diciendo eso. Pero debes entender que Orar va acompañado de
buenas acciones y obras.
Que
esto te lo explique mejor El Apóstol Juan:
"Pero si alguien está bien económicamente y no ayuda a su hermano
que está en necesidad, ¿cómo puede haber amor de Dios en él? Hijitos míos, que
nuestro amor no sea sólo de palabra ni de labios para afuera, sino que amemos
de veras y demostrémoslo con hechos" (1 Juan
3:17-18).
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