Un sacerdote exorcista español aseguró que el Santo Rosario “es un arma de destrucción masiva contra los ataques” del diablo y de “sus lacayos seguidores de este mundo”.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Francisco Torres Ruiz, sacerdote de
la diócesis de Plasencia (España) y encargado del ministerio del exorcismo,
respondió a un artículo publicado en la revista estadounidense The Atlantic
por Daniel Panneton, que calificó al Santo Rosario como
un “símbolo extremista” y lo relacionó con el rifle de asalto semiautomático
AR-15.
“Así como el rifle AR-15 se ha convertido en un
objeto sagrado para los nacionalistas cristianos en general, el rosario ha
adquirido un significado militarista para los católicos
radicales-tradicionales”, escribió Panneton.
Panneton dijo luego que una “comprensión
extremista de la guerra espiritual anula” la enseñanza cristiana de “amar y perdonar a sus enemigos”.
El título original del artículo en The
Atlantic fue “Cómo el Rosario se convirtió en un símbolo extremista”,
pero ante las crecientes críticas fue cambiado por “Cómo
la cultura extremista está tratando de cooptar el Rosario".
Para el P. Torres Ruiz, Panneton “habla desde una
clara ignorancia”, y es
necesario “aclararle algunas ideas a este joven
periodista para su formación, para su corrección y para salvarle también de la
ignorancia”.
En primer lugar, indicó el sacerdote exorcista, podría considerarse “un
elogio que compares el Rosario con un AR 15”, pues “es
verdad, el Rosario es un arma de asalto contra las fuerzas del mal”.
“Es más, diría yo, es un arma de destrucción
masiva contra los ataques, trampas y mentiras de Satanás y sus lacayos
seguidores de este mundo”, expresó.
El P. Torres Ruiz aseguró además que “se
consigue más rezando el Rosario de rodillas que con mil manifestaciones o con
mil campañas publicitarias”.
“Salvaremos a más niños del aborto rezando de
rodillas el Rosario frente a una
clínica abortista, o con una señora anciana desde su casa en la soledad, que
con más manifestaciones o cualquier otra cosa de tipo de banderías humanas”, dijo.
El sacerdote español destacó luego que “gracias
a este artículo” publicado en The
Atlantic “vemos que los enemigos de la
Iglesia temen la oración como el mismo Lucifer la teme, y mucho más
al Santo Rosario”.
Por lo tanto, indicó, esta publicación “nos
da más ánimos para seguir rezando, para seguir difundiendo, como quiso la
Virgen María, el rezo del Rosario”.
LA VERDADERA “GUERRA
ESPIRITUAL” CATÓLICA
El P. Francisco Torres Ruiz criticó además que el escritor de The Atlantic hable
de la guerra espiritual cristiana “como si nosotros
lanzáramos a nuestras huestes a una guerra santa, al tipo de la yihad”.
El exorcista precisó que la guerra espiritual de la que habla la Iglesia
Católica “se inició desde el origen del mundo,
cuando el demonio quiso atacar a Adán y Eva y los hizo caer en pecado. Y Dios
prometió la salvación en Génesis 3,15”.
Esta es una “guerra espiritual”, explicó,
“que no acabará hasta el final de los tiempos,
cuando vuelva el Señor, porque en Apocalipsis 12,17 dice que el dragón se
marchó a hacer la guerra a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen
el testimonio de Jesús”.
Por esto, dijo el sacerdote exorcista, “los
cristianos estamos en guardia siempre, y los medios para librar y ganar,
además, esta batalla son fundamentalmente tres: La eucaristía, el rezo del
Rosario y la caridad fraterna”.
El P. Torres Ruiz subrayó que estas son “tres
armas poderosas a las que el demonio y sus lacayos de este mundo, repito, temen”.
“Seguiremos en esta guerra espiritual, seguiremos
usando nuestras armas sin complejos”, señaló,
dirigiéndose a periodistas como Panneton, “porque a
diferencia de vuestras políticas 2030 y de vuestras guerras y políticas
humanas, nosotros no verteremos sangre inocente de nadie, pues ya
tuvimos a Uno, el Inocente por excelencia que la vertió, Nuestro Señor
Jesucristo, y que la sigue vertiendo hoy día en cada cáliz del altar de cada
iglesia de este mundo”.
UN SANTO QUE RESPONDIÓ
A LAS AGRESIONES CON AVEMARÍAS
El sacerdote recordó también un episodio de la vida de San Josemaría
Escrivá, fundador del Opus Dei, quien vivió el clima “muy
anticlerical” que existía en España durante los años previos a la Guerra
Civil, que estalló en 1936.
“Lo cuenta el mismo San Josemaría”, dijo el P. Torres Ruiz, señalando que mientras el fundador del Opus Dei
caminaba por una calle en Madrid “unos albañiles
comenzaron a insultarle y a tirarle como yeso y cosas de esas, por ser
sacerdote”.
“Entonces, San Josemaría dice que su reacción fue
darse la vuelta, seguir andando y dice ‘ahora yo les voy a apedrear con
Avemarías’”.
“Y se puso a rezar muchas Avemarías por todos y
cada uno de los albañiles que lo estaban despreciando”, señaló.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
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