Todavía recuerdo la pregunta que me hizo el profesor de filosofía el primer día de preparatoria: "¿De qué sirve estudiar? ¿Quién puede responder?".
Alguien
se atrevió a responder educadamente: "Crecer
bien", "Convertirse en buenas personas". Nada de eso,
negó con la cabeza. Hasta que dijo: "Para
escapar de la cárcel". Nos miramos el uno al otro con asombro. "La ignorancia es una prisión". Porque
ahí dentro no entiendes y no sabes qué hacer. En estos tres años tenemos que
organizar la fuga más grande del siglo. No será fácil, te quieren idiota. Pero
si trepas por encima del muro de la ignorancia entonces comprenderás sin tener
que pedir ayuda y será difícil engañarte.
Hay un
episodio imborrable que me vine a la mente cuando leí que solo uno de cada
veinte niños entiende un texto. Y pienso en los otros diecinueve, que luchan
por escapar y se arriesgan a una cadena perpetua por ignorancia. Un buen
gobierno debe salvarlos porque es lo correcto, es su obligación. Y porque el
riesgo es inmenso: las mentes débiles dependerán del
los hombres más viles.
Del escritor,
periodista y político Corrado Augías.
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