Advocación Mariana celebrada en México e Italia.
Por: San Pablo | Fuente: Sanpablo.com.mx
Esta advocación de la Santísima Virgen ha
infundido un gran fervor en el pueblo cristiano ocasionando la conversión de
muchos pecadores. Es la razón de llamarla “Refugio
de los pecadores”. En ella expresa la Virgen María su protección
maternal.
Santísima Virgen María
Refugio de los pecadores, Tú que eres seguro cobijo en nuestro caminar por este
mundo, con todos sus males, peligros, dificultades, angustias y luchas.
Tú que eres Abogada,
Auxiliadora, Intercesora y Mediadora ante Jesucristo, nuestro Señor.
Tú que alientas en nosotros
la esperanza de la enmienda y de la perseverancia en el bien.
Tú que nunca rechazas a
nadie y a todos con bondad nos entregas tus gracias y favores, dame un corazón
lleno de fortaleza y acoge con benignidad mis desesperadas y urgentes suplicas.
Concédeme, oh Reina del
Cielo, que nunca se aparten de mi corazón el temor y el amor de tu Hijo
Santísimo; que por tantos beneficios recibidos y por los que quedan por
recibir, no cese de alabarle con humildes acciones de gracias.
Que a las innumerables
culpas cometidas suceda una leal y sincera confesión y un firmísimo y doloroso
arrepentimiento y finalmente, que logre merecer su gracia y su misericordia.
Por la confianza que tengo
en ti puesta, te imploro con ardor que me ayudes, que me asistas y medies ante
tu Sagrado Hijo para que pueda conseguir la gracia que ardientemente deseo y
que ahora pido confiadamente con amorosa insistencia: (nuestras intenciones)
Nuestra Señora Refugio de
pecadores, en ti pongo ahora y para siempre toda mi confianza a ti acudo Madre
afable y llena de piedad solicitando tu bálsamo consolador para que mitigues mi
dolor y me obtengas de Jesús que mis grandes problemas y necesidades presentes
sean escuchadas y cuanto antes atendidas.
Pídele también, te suplico,
el perdón de todos mis pecados y que viva y muera recibiendo sus bendiciones
así como gustando las delicias de tu santo Amor.
Amén.
Rezar la Salve, Padre
nuestro, Avemaría y Gloria.
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