«Un día al Venerable Francisco Yepes se le cayó el escapulario. Mientras se lo ponía, el demonio aulló: “¡Quítate el hábito que nos arrebata tantas almas!”.
(((EL ESCAPULARIO DEL CARMEN)))
El
escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración y pertenencia a
la Virgen María. Reconocer su misión de Madre sobre nosotros y entregarnos a
ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así
podremos ser sus instrumentos para la extensión del Reino de Dios.
«Que
el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo
cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos»
Papa Pio XII , 1950
Salve Regina
No hay comentarios:
Publicar un comentario