jueves, 7 de julio de 2022

LA JUSTICIA NO PARALIZA LA EUTANASIA DEL VIGILANTE JURADO QUE DEJÓ VARIOS HERIDOS EN UN TIROTEO EN TARRAGONA

 Dos de la víctimas pidieron que llegara vivo al juicio

La titular del juzgado de instrucción número 5 de Tarragona, Sonia Zapata, ha determinado que no debe interrumpirse el proceso de eutanasia iniciado por Marin Eugen Sabau, quien está a la espera de juicio por el tiroteo que protagonizó en diciembre del 2021 y que dejó varios heridos.

(Agencias/InfoCatólica) Eugen Sabau había trabajado como vigilante en Securitas y pretendía quería vengarse por el «infierno» al que aseguraba que le habían sometido sus jefes. Antes de cometer el crimen lo anunció en diversos correos electrónicos: «Voy a ‘vacunar’ a los jefes de Securitas», dijo. El 14 de diciembre del 2021, entró en las oficinas de la compañía en Tarragona disfrazado con una peluca, sacó un arma larga y, tras una breve charla, empezó a disparar.

Eugen Sabau huyó del lugar de los hechos y fue acorralado por la policía en una masía abandonada en Riudoms. Tras amenazar con quitarse la vida, disparó contra los agentes que finalmente se vieron obligados a abatirlo, dejándolo en estado crítico y con una lesión medular. Desde entonces está ingresado en ll hospital penitenciario de Terrassa (Barcelona) a la espera de juicio. Hace dos semanas el hospital autorizó que iniciara el proceso de muerte asistida.

Dos de sus víctimas pidieron al juzgado que parara el procedimiento, pero la jueza ha descartado intervenir. La ley de la eutanasia «no atribuye ninguna competencia al juez de instrucción para decidir sobre el proceso»

La jueza, en una decisión que puede ser recurrida, indica que según la normativa, corresponde a los médicos responsables y a la verificación llevada a cabo por la Comisión de Garantía y Evaluación:

«No existe ninguna previsión legal que permita que un juez pueda interferir en un proceso que viene específicamente regulado en una ley orgánica en cuanto que afecta a derechos fundamentales».

Además constata que en la ley «sólo se prevén exclusiones en caso de menores o personas que no tengan capacidad de decidir».

El abogado de dos de las víctimas defendían que el tribunal debía parar el proceso de eutanasia para no vulnerar el derecho de los afectados a la tutela judicial efectiva, es decir, que se pueda juzgar al acusado: «Un presunto asesino no puede sortear ni el juicio ni la condena mediante la eutanasia», planteó.

La jueza Zapata asegura que no hay un conflicto de derechos al mismo nivel, puesto que tienen «prioridad» los derechos a la integridad física y moral, a la dignidad, a la libertad y autonomía personal del acusado, «no solo por la entidad» de estos derechos, «sino por su proximidad al núcleo del derecho en la vida».

El abogado aseveraba también que la prisión preventiva tiene que asegurar la presencia del acusado, pero la magistrada no opina lo mismo: «en este caso, la no presencia del investigado no vendría frustrada por la fuga sino por su defunción» por lo cual tampoco sería responsabilidad del tribunal.

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