DURA CRÍTICA DE JENNIFER ROBACK MORSE, ACTIVISTA CONTRA LA REVOLUCIÓN SEXUAL
JORDAN PETERSON DEBATIÓ CON DAVE RUBIN SOBRE LA
PATERNIDAD EN LA UNIÓN ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO.
Numerosos seguidores de Jordan Peterson, víctima de la cultura woke de la cancelación
y muy crítico con la
ideología de género, aún no comprenden su reciente compadreo con Dave Rubin sobre la 'paternidad'
en las uniones del mismo sexo.
CONSERVADOR Y HOMOSEXUAL
Dave Rubin (n. 1976) es un creador de opinión estadounidense de tendencia política conservadora y religiosamente ateo, aunque afirma que está
modificando esa posición de negación de Dios. Hace algunos años declaró
públicamente su homosexualidad
y en 2015 contrajo 'matrimonio' con el productor David Janet,
su socio en el programa The Rubin Report. En
marzo de 2022 ambos anunciaron que ambos están 'esperando' dos hijos
respectivos mediante sendos vientres de alquiler.
Peterson y Rubin conversaron al respecto, en una charla que ha resultado
polémica.
Sobre todo, para el psicólogo canadiense, en quien muchos han visto una
ruptura con su trayectoria anterior.
"Negar las diferencias entre hombres y
mujeres" al criar los hijos es negar los hechos, sostiene Peterson en esta
respuesta a una pareja gay que quiere tenerlos.
En muchas ocasiones, Peterson expresó la importancia para el desarrollo
de los hijos de crecer junto a su padre
y su madre, y no lo hacía solamente para oponerse a la
adopción por parejas del mismo sexo, sino, en el caso de hombre y mujer, para
defender la estabilidad del matrimonio y la importancia de la figura del padre.
Sin embargo, sin dejar de mantener sus objeciones, cambió
significativamente su posición
ante Rubin, o al menos la expresó en una forma que ha sorprendido a sus
seguidores.
LA DIVISIÓN DE LOS ROLES
Rubien le contó que primero pensaron adoptar, pero luego consideraron
que era importante tener un vínculo genético con sus hijos. Así que valoraron tener dos hijos
solo con el esperma de su pareja, David, y dos óvulos de la hermana de Dave.
Esto habría convertido a la hermana de Rubin en madre biológica de los hijos de
su hermano: conscientes de lo que eso suponía y de
posibles complicaciones futuras, lo descartaron, y entonces optaron por los
vientres de alquiler. Ambos han fecundado artificialmente dos óvulos de
dos mujeres y los han implantado en el útero de otras dos mujeres distintas.
Pero no es sobre los vientres de alquiler sobre lo que Dave quiere
conocer la opinión de Peterson, sino sobre otra cosa: "Vamos
a ser un hogar con dos padres y ninguna
madre, ¿qué implica esto realmente?", le pregunta.
"Sabemos que los niños alimentados con leche
materna crecen mejor", empieza diciendo Jordan, a lo que Dave responde que en su garaje tiene
dos frigoríficos industriales llenos de ella.
Superado a base de talonario (Dave reconoce que él y su pareja tienen
medios que muchos otros no tienen) ese primer escollo nutricional, Peterson
continúa con lo que verdaderamente ha chocado a muchos de sus lectores: "Creo que la mínima exigencia de estabilidad para
asegurar la salud psicológica y la viabilidad económica de un niño es algo como
una estructura familiar nuclear, por lo que necesitas una madre y un padre, o
al menos necesitas dos personas, una que desempeñe un papel maternal y otra un
papel paternal, o que se los repartan. No sabemos cómo está vinculado eso al sexo".
[Lee en ReL: ¿Que dice la ciencia sobre la entrega
de niños a parejas gays? Así manipulan los estudios reales]
Luego hace una digresión para describir la distinta naturaleza del
comportamiento estándar femenino y masculino hacia los hijos, y añade: "David y tú tenéis numerosos recursos disponibles, económica e intelectualmente, que os
capacitan para recorrer ese camino, pero es muy valioso e
interesante que hables de las complicaciones". En efecto, Dave le
explica que la madre de su 'marido' les ayudará en los primeros meses, también
su propia hermana, que tendrán cuidadoras que les acostarán por la noche, etc.:
una pléyade de mujeres que paliarán la ausencia de
una madre.
A partir del minuto 16:09 Jordan y Dave entran en
materia sobre la futura paternidad de Rubin.
Posteriormente, Jordan define la unión estable entre un hombre y una
mujer como un "ideal", y Dave está de acuerdo, considerando que él
quiere aproximarse a él desde una relación homosexual. Ambos parecen coincidir
en que impedirlo sería abocar a las parejas gays a la inmadurez y la
promiscuidad. "No creo que sea imposible para
vosotros replicar las influencias masculina y femenina en la vida de
vuestros hijos", añade Peterson, alegando que también hay padres y
madres que desempeñan ambos roles masculinos o ambos roles femeninos: "No creo que el problema al que os vais a enfrentar
sea necesariamente de un tipo categóricamente distinto
al que se enfrentan muchas parejas [heterosexuales]".
LA RESPUESTA DE JENNIFER ROBACK MORSE
Una de las respuestas más contundentes a estas novedosas matizaciones de
Peterson ante la naturaleza del matrimonio (que él siempre ha defendido por
razones no religiosas, sino psicológicas y culturales) ha sido la de Jennifer
Roback Morse, fundadora del Ruth
Institute, cuyo objetivo es defender la familia de los estragos de la Revolución
Sexual.
Jennifer reprocha a ambos que se sumen al "borrado de las mujeres" que
ellos mismos critican en la ofensiva trans: "Creen que con dinero suficiente, tecnología médica
y apoyo legal, un hombre puede hacer todo lo que puede hacer una mujer.
Literalmente, están borrando a las mujeres mientras se felicitan a sí mismos
por lo sesudos, profundos y conservadores que son", dice en el National Catholic Register.
Jennifer Roback Morse es economista, ha sido
profesora en Yale y lideró la oposición al matrimonio entre personas del mismo
sexo en California.
"Esos niños no tienen una sino dos
madres, una madre gestacional y una madre genética, y ambas
desaparecerán de sus vidas", lamenta.
Y añade: "Estos hombres han despiezado
la maternidad, la más fundamental de las relaciones humanas, en
una serie de funciones. Han transformado a la madre, que es una realidad
personal orgánica e integrada, en algo artificial, disperso e impersonal".
Pone un ejemplo de su propia vida. Jennifer ha tenido diez hijos: uno natural, uno adoptado
y ocho en acogida. Solo tuvo el "privilegio"
de amamantar al
primero y enfatiza lo satisfactoria que fue la experiencia y el vínculo que supuso con su hija, tanto que le destrozó el
corazón cuando tuvo que dejar de hacerlo a los cinco meses. Un vínculo que no
tendrán, dice, las cuidadoras que llenen los biberones con la leche extraída de
los pechos de mujeres desconocidas, ni tampoco la madre que les habría
amamantado de no tener que desprenderse de su hijo nada más nacer para
entregárselo a la feliz pareja.
"La maternidad natural integra a la madre
genética, la madre gestacional, la madre amamantadora, la madre cuidadora y la
madre legalmente reconocida en una única persona. La maternidad normal es
natural, sin nada artificial... y, se me permite, sin nada hecho por el varón", defiende Jennifer: "Y, por encima de
todo, es personal. Mi identidad personal es fundamental para mi hija y
su identidad es fundamental para mí. Somos irreemplazables una para la otra, a
diferencia de la colección de piezas intercambiables que supone
el proceso de los vientres de alquiler".
"¿Cree seriamente un hombre del calibre de
Jordan Peterson que esos niños van a salir ilesos del proceso?", acusa. Y
le critica que tranquilice a Dave diciendo que ellos tendrán
"recursos" para cumplir todos esos papeles: "Es cierto. Tienen
recursos. Pero un hombre no necesita recursos extraordinarios para ser un buen
padre. El primer deber de la paternidad es amar a la madre de tu hijo.
De hecho, normalmente ése es el camino por el que se llega a ser padre. Dave
Rubin ya no puede cumplir ese deber tan básico, y no podrá reparar del todo esa
brecha, por muy rico o inteligente que sea ni por mucha gente que le
rodee".
No hay comentarios:
Publicar un comentario