Sonreír ¡Un cristiano siempre es alegre!
Por: Luisa Restrepo | Fuente: Catholic-link.com
Hemos querido hacer una recopilación de actos
sencillos de amor que muchas veces pasamos por alto pero que, en su
sencillez son manifestaciones concretas del amor de Dios. Un corazón que se ha
encontrado con Él no puede permanecer indiferente a los demás. ¡No privemos a los demás de nuestra sonrisa, de nuestra
alegría, de la esperanza que nos da Cristo! El mundo lo necesita.
1)
SONREÍR ¡UN CRISTIANO SIEMPRE ES ALEGRE!
No nos damos cuenta pero cuando sonreímos
aligeramos la carga a quienes nos rodean. Cuando vamos por la calle, en el
trabajo, en la casa, en la universidad. La felicidad del cristiano es una
bendición para los demás y para uno mismo. ¡Quién
tiene a Cristo en su vida no puede estar triste!
2)
DAR LAS GRACIAS SIEMPRE (AUNQUE NO "DEBAS" HACERLO).
Nunca te acostumbres a recibir porque lo
necesitas o porque tienes "derecho a". Todo
lo recibes como un regalo, nada te "lo
deben" aunque hayas pagado por ello. Da siempre las gracias. Es más
feliz quien es agradecido.
3)
SALUDAR CON ALEGRÍA A ESAS PERSONAS QUE VES A DIARIO.
Seguro es quien abre la puerta, quien limpia,
quien contesta las llamadas. Lo ves a diario y al saludarlo le recuerdas que es
importantísimo lo que hace. Tanto tu trabajo como el de él/ella se hace más a
gusto si le haces ver que es valioso para otros, que su presencia cambia las
cosas.
4)
RECORDARLE A LOS DEMÁS CUÁNTO LOS AMAS.
Tú sabes que los amas... ¿y ellos? Las caricias, los abrazos y las palabras nunca sobran.
Si Jesús no se hubiera hecho carne, nosotros jamás habríamos entendido que Dios
es Amor.
5)
ESCUCHAR LA HISTORIA DEL OTRO, SIN PREJUICIOS, CON AMOR.
¿Qué puede hacernos más
humanos que saber escuchar? Cada historia que te cuentan te une más con el
otro: sus hijos, su pareja, la jefa, el profesor,
sus preocupaciones y alegrías... tú sabes que no sólo son palabras, son partes
de su vida que necesitan ser compartidas.
6)
DETENERTE PARA AYUDAR. ESTAR ATENTO A QUIEN TE NECESITA.
¿Qué más podemos decir? No
importa si es un problema de matemáticas, una simple pregunta o alguien que
tiene hambre ¡jamás sobra la ayuda! Todos
necesitamos de los demás. Aunque suelas ayudar, recuerda que tu también eres
necesitado.
7)
LEVANTARLE LOS ÁNIMOS A ALGUIEN.
Sabes que no anda bien o nada bien y no sabes
qué hacer. Decides sacarle una sonrisa para hacerle saber que no todo es malo.
Siempre es bueno saber que hay alguien que te ama y que estará siempre a pesar
de las dificultades.
8)
CELEBRAR LAS CUALIDADES O ÉXITOS DE OTRO.
Solemos callarnos lo que nos gusta y nos alegra
de los demás: sus éxitos, sus cualidades, sus buenas actitudes. Simples frases
como "¡Felicidades!", "Me alegro
mucho por ti" o "Ese color te
queda muy bien" le han hecho el día a tu compañero y nos ayudan a
vernos entre nosotros como Dios nos ve.
9)
SELECCIONAR LO QUE NO USAS Y REGALARLO A QUIEN LO NECESITA.
¿Te has imaginado alguna
vez que tu playera favorita de cuando tenías 17 años, ahora es la playera
favorita de una adolescente que no tiene mucho que ponerse? Si
eres hermano mayor, lo sabes. Por eso es bueno acostumbrarnos a valorar lo que
tenemos y si tenemos más de lo que necesitamos, regalarlo nos ensancha el
corazón y protege del frío a otro.
10)
AYUDAR CUANDO SE NECESITE PARA QUE OTRO DESCANSE.
Esto se vive en las familias: cuando uno descansa otro trabaja. Nada más hermoso
que saber que alguien más ya comenzó a hacer algo que necesitabas por ti o que
siempre puedes pedir ayuda. Cuando nos ayudamos mutuamente a llevar las
responsabilidades diarias la vida es más
llevadera.
11)
CORREGIR CON AMOR, NO CALLAR POR MIEDO.
Corregir es un arte. Muchas veces nos
encontramos en situaciones que no sabemos manejar. El mejor método es el amor.
El amor no sólo sabe corregir, sino que sabe perdonar, aceptar y seguir
adelante. No tengas miedo de corregir y ser corregido, eso es una muestra que
los demás apuestan por ti y quieren que seas mejor.
12)
TENER BUENOS DETALLES CON LOS QUE ESTÁN CERCA DE TI.
Sabes lo que le gusta mejor que nadie, ¿por qué no aprovechar eso? Nada se disfruta más
que aquello que es dado con amor, él se gana unos minutos de descanso y tú una
sonrisa auténtica. Salir de uno mismo y pensar en los demás siempre es mejor y
alegra el corazón.
13)
LIMPIAR LO QUE USO EN CASA.
Si vives con tu familia o ya vives fuera de
casa, sabes lo importante que es recoger y limpiar lo que usas. Hay una voz
dentro de ti que te dice que deberías ayudar un poco más de lo que quisieras...
Y sorprendentemente te sientes muy bien de hacerlo.
14)
LLAMAR POR TELÉFONO A TUS PADRES.
Ahora tú vives solo, te mueves solo y quizá
hasta tienes tu propia familia. Sin embargo, tus padres aún se conmueven cuando
les haces saber que piensas en ellos. Estar atentos a lo que necesitan o
simplemente saber cómo están es algo que no te cuesta mucho y es un gesto
enorme de gratitud.
15)
AYUDAR A LOS DEMÁS A SUPERAR OBSTÁCULOS.
De chiquitos lo hacíamos, ¿por qué no hacerlo ahora? Ayudarle
a alcanzar el transporte, a cargar sus maletas, a cruzar la calle o regalarle
unas monedas para que pueda pagar. Esos detalles nunca se olvidan. Eres el
extraño que aún cree en la humanidad.
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