Al recibir a un grupo de jóvenes católicos de rito siro-malabar, el Papa Francisco los alentó a seguir el camino hacia Jesús, que es no cómodo pero sí fascinante.
En una audiencia con una delegación de la Conferencia de Líderes
Siro-Malabares (católicos de rito oriental en India), el Santo Padre destacó
que en cada peregrinación “es a Jesús a quien
buscamos, Él que es camino, verdad y vida”.
“No es un camino cómodo, pero sí es
fascinante, y Él no nos abandona nunca, nunca nos deja solos. Si hacemos espacio en
nuestra existencia, compartiendo con Él nuestras alegrías y dolores,
experimentaremos la paz que solo Dios puede darnos”, dijo el Santo Padre.
El Papa Francisco dijo que en estos tiempos, marcados por una cultura “líquida” o “gaseosa”,
también es necesario decirle sí a Jesús,
desde la conciencia de que la propia vida es un don de Dios.
“Esta experiencia es la que da sentido a toda la
vida, y da la fuerza de decir ‘sí’ al servicio y a la responsabilidad, y ‘no’ a
la superficialidad y al descarte”.
El Papa Francisco dijo asimismo que en “todos
los jóvenes existe el deseo de un amor genuino, bello y grande. Les
digo, ¡no tengan miedo de este amor! Es el amor que Jesús nos revela y que San Pablo define como
‘magnánimo y paciente, no protegido por el propio interés sino orientado al
bien y la verdad’”.
Tras alentar a descubrir “el testimonio de
los santos y santas de toda época”, el Santo Padre recordó la
realización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2023 en Lisboa,
Portugal, cuyo lema es “María se levantó
y partió sin demora”.
El Papa Francisco animó a los jóvenes a actuar como la Virgen María con
Isabel: “vayan a visitar a sus parientes ancianos
para recibir su sabiduría”.
“La joven madre de Jesús conocía bien las oraciones
de su pueblo, que sus padres y abuelos le habían enseñado. Hay un tesoro escondido en las
oraciones de nuestros ancianos”, dijo el
Santo Padre.
En el Magnificat, el canto de alabanza y acción de gracias de Dios que
hace la Virgen, “María recoge el patrimonio de fe
de su pueblo y lo recompone en un canto todo suyo, pero que es al mismo tiempo
toda la Iglesia que canta con ella”, continuó el Pontífice.
Para concluir, el Papa Francisco resaltó que la Virgen María “nos enseña a
vivir con una actitud eucarística, es decir de acción de gracias, de alabanza, a no fijarse tanto en los problemas o las dificultades.
En la dinámica de la vida, las súplicas de hoy se convertirán en motivo de
agradecimiento mañana”.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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