La Virgen del Perpetuo Socorro es patrona de numerosos lugares e instituciones.
Por: Cristina Huete García | Fuente:
hagiopedia.blogspot.com
La Virgen del Perpetuo Socorro es una advocación
mariana. La imagen original es un icono procedente de Creta y venerado en Roma
en la iglesia de los Agustinos, a finales del siglo XV, y desde 1866 en la
iglesia romana de San Alfonso. La datación del icono es difícil de precisar.
Unos los sitúan entre siglos X y XI, y otros a comienzos del siglo XV. Su
festividad se celebra el 27 de junio.
HISTORIA:
Según una tablilla colocada antiguamente al lado
del icono con los orígenes de la imagen, la cuna de este cuadro fue la isla de
Creta, en el mar Egeo. Un mercader cretense robó el icono de una iglesia, lo
escondió entre su equipaje y se embarcó rumbo a otras tierras. En la travesía
se desató una violenta tormenta y todos a bordo esperaban lo peor. El
comerciante tomó el cuadro de Nuestra Señora, lo sostuvo en lo alto, y pidió
socorro. La Santísima Virgen respondió a su oración con un milagro. El mar se
calmó y la embarcación llegó a salvo al puerto de Roma.
Poco después el mercader llegó a Roma con el
cuadro y, tenía el mercader un amigo muy querido en la ciudad de Roma así que
decidió pasar un rato con él antes de seguir adelante. Con gran alegría le
mostró el cuadro y le dijo que algún día el mundo entero le rendiría homenaje a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Pasado un tiempo, el mercader se enfermó
de gravedad. Al sentir que sus días estaban contados, llamó a su amigo a su
lecho y le rogó que le prometiera que, después de su muerte, colocaría la
pintura de la Virgen en una iglesia digna o ilustre para que fuera venerada
públicamente. El amigo accedió a la promesa pero no la llegó a cumplir por
complacer a su esposa que se había encariñado con la imagen.
Pero la Divina Providencia no había llevado la
pintura a Roma para que fuese propiedad de una familia sino para que fuera
venerada por todo el mundo, tal y como había profetizado el mercader. Después
de varias vicisitudes milagrosa el icono fue colocado en la iglesia era la de
San Mateo, el Apóstol. La pintura fue llevada a la iglesia en procesión solemne
el 27 de marzo de 1499. Era en tiempos del papa Alejandro VI. Allí permaneció la
imagen del Perpetuo Socorro durante trescientos años, en el altar mayor de la
iglesia de San Mateo. Los escritores de la época narraron ampliamente los
milagros atribuidos a la imagen. El siglo XVII parece ser el más intenso en la
devoción y culto a la Virgen del Perpetuo Socorro.
En febrero de 1798, con la invasión de Napoleón,
sus tropas se apoderan de Italia y destruyen en Roma más de treinta iglesias,
entre ellas la de San Mateo. Los religiosos agustinos salvan el icono y se lo
llevan consigo a una pequeña capilla, Santa María en Posterula, quedando allí
sin culto popular y en el olvido, durante 64 años.
Mientras tanto, a instancias del Papa, el
Superior General de los Redentoristas, estableció su sede principal en Roma
donde construyeron un monasterio y la iglesia de San Alfonso. Uno de los
Padres, el historiador de la casa, realizó un estudio acerca del sector de Roma
en que vivían. En sus investigaciones, se encontró con múltiples referencias a
la vieja Iglesia de San Mateo y a la pintura milagrosa de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro.
Por medio de este incidente los Redentoristas
supieron de la existencia de la pintura, no obstante, ignoraban su historia y
el deseo expreso de la Virgen de ser honrada públicamente en la iglesia.
Ese mismo año, a través del sermón inspirado de un
jesuita acerca de la antigua pintura de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,
conocieron los Redentoristas la historia de la pintura y del deseo de la Virgen
de que esta imagen suya fuera venerada entre la Iglesia de Sta. María la Mayor
y la de S. Juan de Letrán. El santo Jesuita había lamentado el hecho de que el
cuadro, que había sido tan famoso por milagros y curaciones, hubiera
desaparecido sin revelar ninguna señal sobrenatural durante los últimos sesenta
años. A él le pareció que se debía a que ya no estaba expuesto públicamente
para ser venerado por los fieles. Les imploró a sus oyentes que, si alguno
sabía dónde se hallaba la pintura, le informaran dueño lo que deseaba la
Virgen.
Los Padres Redentoristas soñaban con ver que el
milagroso cuadro fuera nuevamente expuesto a la veneración pública y que, de
ser posible, sucediera en su propia Iglesia de San Alfonso. El 11 de diciembre
de 1865, los hijos de San Alfonso María de Ligorio, solicitan al Papa la
concesión del Perpetuo Socorro. El 19 de enero de 1866 la imagen regresa a la
iglesia de San Alfonso, en el mismo emplazamiento donde había estado tres
siglos.
Restaurada la imagen, ocupa el centro del ábside
de la iglesia de San Alfonso y su devoción e influencia se extiende a los cinco
continentes. El Papa Pío IX dijo, en la audiencia al Superior General de los
Redentoristas el 11 de diciembre de 1865: "Den a conocerla a todo el
mundo".
Pocos casos hay en la historia de la Iglesia de
difusión tan rápida y universal de una devoción mariana como es la del culto al
famoso cuadro de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
DESCRIPCIÓN
DEL ICONO:
El icono original está en el altar mayor de la
iglesia de San Alfonso María de Liguori de Roma. Aunque su origen es incierto,
se estima que el retrato fue pintado durante el decimotercero o decimocuarto
siglo. El icono parece ser copia de una famosa pintura de Nuestra Señora que
fuera, según la tradición, pintada por el mismo san Lucas. La original se
veneraba en Constantinopla por siglos como una pintura milagrosa pero fue
destruida en 1453 por los Turcos cuando capturaron la ciudad.
Fue pintado en un estilo plano característico de
iconos y tiene una calidad primitiva. Todas las letras son griegas. Las
iniciales al lado de la corona de la Madre la identifican como la “Madre de Dios”. Las iniciales al lado del Niño “ICXC” significan “Jesucristo”.
Las letras griegas en la aureola del Niño: “owu”
significan “El que es”, mientras las
tres estrellas sobre la cabeza y los hombros de María santísima indican su
virginidad antes del parto, en el parto y después del parto.
El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de
pequeño tamaño, muestra a María con el Niño Jesús. El Niño observa a dos
ángeles que le muestran los instrumentos de su futura Pasión mientras agarra
fuertemente con las dos manos la de su Madre, quien lo sostiene en sus brazos.
El cuadro recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús
desde su concepción hasta su muerte.
PATRONAZGOS:
La Virgen del Perpetuo Socorro es patrona de
numerosos lugares e instituciones. En España está muy vinculada a los corredores de seguros.
Existen veinte institutos religiosos acogidos a
la Madre del Perpetuo Socorro, especialmente los Padres Redentoristas.
Igualmente diversas instituciones sanitarias.
Numerosas editoriales, libros, revistas,
emisoras de radio mantienen y propagan su devoción.
ES LA PATRONA DE HAITÍ:
Teniendo esta advocación mariana como patrona de
su congregación, los padres Redentoristas la llevaron a sus misiones en Haití.
Allí se le edificó un santuario en Béle-Aire, cerca de Puerto Príncipe, la
capital de Haití.
En 1883 una terrible epidemia de viruela azotaba
el país. Los devotos acudieron a la Virgen y le hicieron una novena. La
epidemia cesó milagrosamente y se decidió nombrarla patrona del país.
En 1993 se celebró con gran regocijo el
centenario del milagro y del nombramiento de la Virgen como patrona de Haíti.
El papa Juan Pablo II visitó Haití para esta celebración y puso al país bajo el
amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro.
En Perú, los Redentoristas a cargo de la iglesia
de San Alfonso del Distrito del Rímac; es patrona de dicho distrito limeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario