Con motivo de la fiesta de Santo Tomás Moro, que se celebra el 22 de junio, conoce algunos datos sobre la vida del abogado y escritor inglés que destacó por su defensa del matrimonio en la Iglesia Católica.
Santo Tomás Moro trabajó toda su vida como padre y político para que los
ciudadanos sean respetuosos de la fe católica, la ética y la moral. El solía
decir “el hombre no puede ser separado de Dios, ni
la política de la moral”.
A continuación, te compartimos 7 datos sobre su
vida y obra:
1. ES PATRONO DE LOS
POLÍTICOS
El 31 de octubre de 2000, San Juan Pablo II declaró a Santo Tomás Moro
como patrono de los políticos y los gobernantes.
“Santo Tomás Moro se distinguió por la constante
fidelidad a las autoridades y a las instituciones legítimas, precisamente
porque en las mismas quería servir no al poder, sino al supremo ideal de la
justicia. Su vida nos enseña que el gobierno es, antes que nada, ejercicio de
virtudes”, dijo el Santo Padre.
2. FUE UN PADRE Y
ESPOSO EJEMPLAR
Santo Tomás Moro estuvo casado con Jane Colt, con quien tuvo cuatro
hijos: un hombre y tres mujeres. Luego de quedar viudo, el santo se casó por
segunda vez con Alice Middleton, quien era viuda y tenía una hija.
San Juan Pablo II dijo que el santo “asistía
diariamente a Misa en la iglesia parroquial” y que “fue durante toda su vida un marido y un padre cariñoso y
fiel, profundamente comprometido en la educación religiosa, moral e intelectual
de sus hijos”.
“Su casa acogía yernos, nueras y nietos y estaba
abierta a muchos jóvenes amigos en busca de la verdad o de la propia vocación.
La vida de familia permitía, además, largo tiempo para la oración común y la
‘lectio divina’, así como para sanas formas de recreo hogareño”, agregó.
3. FUE UN FÉRREO
DEFENSOR DEL MATRIMONIO
Santo Tomás Moro destacó por defender con su vida la indisolubilidad del
matrimonio, pues ocupando el cargo de canciller de Enrique VIII, rey de
Inglaterra, se enfrentó a la corona al negarse a firmar el Acta de Sucesión y
Supremacía.
Los que firmaban este documento aceptaban la decisión del monarca de
separarse de la Iglesia Católica para divorciarse de su esposa y contraer
nuevas nupcias, y además lo reconocían como jefe supremo de la iglesia anglicana,
en reemplazo del Papa.
Como esta decisión iba en contra de la Iglesia Católica y de la
naturaleza intrínseca del sacramento del matrimonio, el santo intentó
disuadirlo, pero como no lo consiguió, renunció a todos sus cargos. Luego, fue
encarcelado y condenado a muerte.
4. DESTACÓ EN LA
LITERATURA UNIVERSAL
Santo Tomás Moro, amigo de Erasmo de Rotterdam y Luis Vives, personajes
ilustres de la cultura renacentista, publicó en 1516 la famosa obra de la
literatura universal “Utopía”, una aguda
crítica a los males sociales de su época.
La obra, considerada fundamental en la historia del pensamiento
occidental por su riqueza filosófica, política y teológica, llamó la atención
del monarca inglés, Enrique VIII, quien lo convocó a ser parte de la
administración pública.
5. REZABA A DIOS PARA
TENER SENTIDO DEL HUMOR
Entre los muchos de sus escritos, Santo Tomás Moro creó una oración con
la que pedía a Dios tener buen ánimo.
“Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la
gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría
y pueda comunicársela a los demás”, solía
rezar.
6. ESCRIBIÓ OBRAS EN
PRISIÓN
Durante los 14 meses que pasó en prisión, el santo realizó varios
escritos que en suma dan testimonio de “la
fidelidad de un ser humano a su conciencia, a la verdad y a sus principios”.
Además de sus cartas, una “Instrucción para
recibir el cuerpo de Cristo” y varias oraciones, el santo escribió dos
importantes obras: “Un diálogo de la fortaleza
contra la tribulación” y la obra inconclusa “La
agonía de Cristo”.
7. MURIÓ COMO MÁRTIR
Santo Tomás Moro fue decapitado y
partió a la Casa del Padre como mártir el 6 de julio de 1535, tras oponerse a
la ruptura con la Iglesia Católica.
En el patíbulo, antes de ser ejecutado, el santo dijo ante la multitud: “Muero como buen servidor del rey, pero primero servidor
de Dios”.
El 19 de mayo de 1935, el Papa Pío XI canonizó a Santo Tomás Moro y al
Obispo San Juan Fisher, quien lo apoyó en su lucha por la defensa de la
indisolubilidad del matrimonio y también murió decapitado pocos días antes que
él. Su fiesta litúrgica se celebra cada 22 de junio, junto con San Juan Fisher.
POR CYNTHIA PÉREZ | ACI Prensa
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