Devoción a la Virgen..
Por: Oscar Schmidt | Fuente: Catholic.net
La Iglesia ha dedicado el mes de mayo a María, a
la dulce Reina de nuestras vidas, es por eso que comenzando con una simple
oración le regalamos nuestro corazón:
Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a
entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en
oblación ante el Trono de nuestro Señor. Te doy mi voluntad, para que no exista
más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial.
Cada día del mes de mayo tiene que ser una flor para María. Por eso le
regalaremos en cada jornada de su mes una meditación, una oración, una decena
del Santo Rosario y una florecilla. De este modo iremos formando un ramo de
flores para nuestra Reina del Cielo que nuestros ángeles custodios le llevarán
en actitud de veneración.
FLOR DEL 1 DE MAYO: SANTA MARÍA
FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO, SU CASTÍSIMO ESPOSO.
Meditación: “El nombre de la Virgen
era María” (Lucas 1,27). Según la tradición cristiana a la Santísima
Virgen le impusieron ese nombre por especial designio de Dios, significando en
arameo Señora, en hebreo Hermosa y en egipcio Amada de Dios.
Oración: ¡Oh
hermosa Señora, nos alegramos en tu Hijo Resucitado ya que Dios te ha amado
tanto para hacerte Hija del Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre de Su
Hijo!. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Hacer
un especial examen de conciencia por la noche, antes de ir a dormir.
FLOR DEL 2 DE MAYO: LIRIO
PERFECTO DE DIOS
Meditación: “Hágase en mi según Tu Palabra”. “El que haga la
Voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Marcos 3,35).
María cumplió como nadie la Voluntad de Dios. Esto vale más que todos los demás
dones suyos, sean cualidades humanas o gracias espirituales. Del mismo modo,
por cumplir la Voluntad del Padre, Jesús sufre Su Pasión y Muerte,
alcanzándonos la Redención.
Oración: ¡Oh
María, Preciosísima, Cáliz de Amor!. Te ofrecemos nuestro corazón para que lo
guardes junto a vos, uniéndolo al de tu Hijo Dios, como entrega de amor. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Prontitud
y alegría para el trabajo, empezando por levantarme sin pereza y agradeciendo a
Dios por un nuevo día.
FLOR
DEL 3 DE MAYO: MADRE DE DIOS
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL VALLE.
Meditación: “Por ser su Hijo Dios, María es Madre de Dios” (Lucas
1,3-5). Dios nos amó tanto que no sólo nos entregó a Su Hijo sino que nos dio a
Su Madre. “Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo nacido de
Mujer…para que recibiésemos la adopción de Hijos de Dios” (Gálatas 4,5). Este
es el maravilloso final del Plan del Padre y el sublime oficio de María,
hacernos hijos de Dios, uno en Dios.
Oración: ¡Oh
María, te agradecemos el regalo que nos ha hecho nuestro Dios amado, ponernos
en tus hermosas manos para hacernos santos. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Examinar
mi devoción a la Virgen y cómo la practico.
FLOR DEL 4 DE MAYO: MADRE DE
CRISTO
Meditación: “De Ella nació
Jesús, llamado el Cristo” (Mateo 1,16). Jesús significa Salvador, y es
el Cristo, es decir el Ungido, el Mesías enviado por Dios para la Salvación de
Su pueblo. Y Su Madre, Madre de Cristo, del Ungido, ha sido asociada a Su
Empresa Redentora. Ella es Corredentora con su amor y su dolor. También Cristo
nos llama a cada uno a participar en Su grandiosa Empresa de salvar a todos los
hombres.
Oración: ¡Oh Madre de Dios, oh Madre del dolor!. Como
Corredentora que sos, imprime en nuestro corazón las Llagas del Señor, para
participar de la Fiesta de la Salvación. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Examinar y
renovar mi consagración a Cristo y a Su Sagrado Corazón.
FLOR DEL 5 DE MAYO: MADRE DE
LA DIVINA GRACIA
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA GRACIA
Meditación: “Mujer, ahí tienes a
tu hijo, después dijo al discípulo, he ahí a tu Madre” (Juan 19,26-27).
Madre no sólo adoptiva sino que nos da la Vida, nos da a Cristo, más
exactamente nos da la gracia santificante, la vida sobrenatural, algo físico y
real que consiste en la unión con Cristo.
Oración: ¡Oh Madre de la
Divina Gracia, que nos llevas a la Vida!. Muéstranos como Manantial de Gracia
el camino hacia la verdadera Patria. Tu, llena de Gracia, sed la Salvación de
nuestras pobres almas. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Poner los medios para estar en gracia de Dios.
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