El pasado 24 de marzo, la federación France Victimes y la UNADFI, que representa a víctimas de las sectas, firmaron un acuerdo para identificar y apoyar mejor a las personas bajo influencia desde la crisis sanitaria. Según informaba entonces Emmanuel Lucas en el diario francés La Croix, la pandemia ha proporcionado un terreno fértil para la propagación de creencias sin fundamento en materia de salud.
Ya hace un año, en abril de
2021, la Oficina Central para la Represión de la Violencia contra las Personas
(OCRVP) estimó que se habían creado 500 nuevos
microgrupos sectarios durante la crisis sanitaria del covid-19.
UN CASO PARTICULAR
Durante meses, Estelle ha
notado la deriva de su marido. Ve a este ejecutivo, científico de formación,
padre de un niño, “muy culto”, dice, pasar a la influencia sectaria
durante la crisis sanitaria. “En
pocos meses pasó de la simple curiosidad por el covid a afirmaciones como: ‘El
hombre nunca ha pisado la Luna’ o ‘La guerra de Ucrania es un invento
occidental’”, resume ella.
Todo empezó de forma banal, viendo vídeos en Youtube, “que minimizaban la gravedad del covid”,
prosigue Estelle, “incluidos los de Didier
Raoult”. A partir de ahí, cayó “en
una carrera precipitada”, viendo
contenido cada vez más controvertido. Incluso su covid grave,
que le valió dos semanas en cuidados intensivos, no cambió nada: concluyó que lo habían tratado mal.
Luego pasa a la mensajería
cifrada de Telegram, sin moderación. Se alimenta de teorías cada vez más
radicales… “Hoy está tan encerrado en sus certezas, que sentimos que está dispuesto a
cortar lazos con nosotros, su familia, sus amigos”, suspira la joven esposa. “Incluso a nivel
profesional, se arriesga: comparte sus creencias en la red social profesional
Linkedin, por ejemplo. Claramente, se pone en evidencia y no hay nada más que
hablar”.
500 NUEVOS “MICROGRUPOS
SECTARIOS”
¿Cuántas sectas hay?
En abril de
2021, la Oficina Central para la Represión de la Violencia contra las Personas
(OCRVP) estimó que durante la crisis sanitaria se
habían creado 500 nuevos microgrupos sectarios
y que 140.000 personas, incluidos
90.000 niños, estaban afectadas. Pero podría haber muchos
más.
Para identificarlos y
acompañarlos mejor, la federación France Victimes firmó, el pasado 24 de marzo,
una asociación con la Unión Nacional para la Defensa
de las Familias y del Individuo (UNADFI) para identificar mejor a
las víctimas “que por sí mismas no llaman a la
puerta de nuestras asociaciones”,
explica Jérôme Moreau, vicepresidente de France Victimes.
De ahora en adelante, ellos y
sus seres queridos tendrán un punto de entrada a la posibilidad del cuidado y
apoyo. France Victimes aporta su amplia red de abogados y
psicólogos, presentes en los 164
tribunales judiciales, para garantizar una atención rápida y adecuada.
Por su parte, la UNADFI ha desarrollado un conocimiento profundo
del fenómeno: “Podemos así ayudar a esclarecer
cada situación, decidir si se trata de un riesgo de deriva sectaria o no”, señala su portavoz Pascale Duval.
SECTAS: UN TRIPLE
AISLAMIENTO
“Para hablar de secta, la persona debe sufrir
un triple aislamiento: frente a sí misma, cuando ha cambiado de estilo
de vida, por ejemplo en cuanto a la alimentación; frente a sus allegados, a los que ya no escucha; y frente a la sociedad, cuando rechaza
sus valores y cuestiona su legitimidad”, especifica la activista.
Otra particularidad de esta
crisis la forman los puentes entre el conspiracionismo y las
estructuras sectarias, que han sido numerosos. Así, la UNADFI conoce desde hace mucho tiempo a varias figuras antivacunas. “Por ejemplo, la quebequesa Gyslaine Lanctot ha estado en
nuestro radar desde los años 90. En ese momento, afirmó que el SIDA no existía y que se podía curar por sí solo.
Cuando apareció el Covid, simplemente adaptó su discurso”.
Otro ejemplo: la francesa Anne Givaudan
también sería una de estas conspiranoicas “reconvertidas”. “Su pelea inicial
fue por el 3G y los microchips”,
continúa explicando Duval. También menciona a Thierry Casasnovas, el defensor
de los alimentos crudos, “ex alumno de
Guy-Claude Burger, promotor de la instintoterapia”, y que fue objeto de un allanamiento en el marco
de una investigación “por práctica ilegal de la medicina”.
Secretaría RIES
ALERTA: LAS SECTAS CRECEN
DURANTE LA EMERGENCIA POR EL COVID-19
CONCLUSIONES DEL EXPERTO LUIS SANTAMARÍA EN UN
WEBINAR ORGANIZADO POR ALETEIA
Las sectas, por definición, parece que necesitan un contacto presencial
y la posibilidad de reunión grupal para poder llevar a cabo sus actividades de
proselitismo. Por tanto, este periodo de confinamiento debería haber provocado
un descenso de la captación de estos grupos hacia nuevos adeptos.
Y sin embargo, ¡sorpresa! Según
reveló el experto español Luis Santamaría, secretario de la Red Iberoamericana
para el Estudio de las Sectas (RIES), en un webinar organizado por Aleteia, las
sectas han crecido aún más en este tiempo. Lo constata desde la experiencia
directa de esta organización, dedicada desde hace años a ayudar a las víctimas
de las sectas, y que asesora a varias Conferencias Episcopales en este campo.
EL
PODER DEL MIEDO
Santamaría explicó que, en efecto, «cualquier
tiempo de crisis es un caldo de cultivo propicio para las sectas. Al tratarse
de unos grupos que juegan, entre otras cosas, con el miedo y la debilidad de
las personas, qué mejor que un contexto como el que estamos viviendo para
aprovecharlo a favor de sus propios intereses».
Estos grupos utilizan dos «palancas» para llegar a las personas: el
ámbito afectivo y la necesidad de encontrar el sentido de la vida. «Precisamente, en un tiempo tan extraño como el que estamos
viviendo, con lo que supone el confinamiento obligado, la parte afectiva
(soledad) y la necesidad de encontrar sentido constituyen dos factores
especialmente sensibles en muchas más personas que en una situación
ordinaria».
«La soledad, el alejamiento físico de familiares y
amigos, la imposibilidad de una práctica religiosa normal, la ausencia de
actividades corrientes de ocio, cultura, deporte y esparcimiento, la falta de
consultas médicas y de profesionales de la salud mental, el surgimiento de nuevos
problemas económicos, duelos muy difíciles de elaborar después de muertes que
no se han podido vivir ni acompañar con humanidad, y un largo etcétera».
Todo ello, explica el experto, constituye un «caldo de
cultivo» de vulnerabilidad perfecto para exponer a muchas personas, que en
otras circunstancias no se dejarían «captar» fácilmente.
El confinamiento, paradójicamente, «ha
supuesto para los grupos sectarios la posibilidad de acercarse a muchas más
personas de lo habitual, sin encontrar el rechazo que podrían percibir en otras
ocasiones, y conectar con sus necesidades, preocupaciones o miedos». Y
la herramienta han sido las redes sociales.
El experto constató, desde la experiencia de los últimos meses en RIES,
que las sectas y pseudoterapeutas han «multiplicado»
su actividad en internet. «Hemos visto casos
de ofrecimiento de ayuda para personas que estuvieran solas y lo necesitaran:
compra de medicamentos y comida, ayuda material, etc.»
Algunos grupos han aumentado el proselitismo telefónico y el buzoneo. «Otros han aprovechado para hacer circular por las redes
sociales, WhatsApp principalmente, mantras o ejercicios que hacer para afrontar
personalmente la crisis, e incluso oraciones de tipo mágico».
Y es que, explica Santamaría, «cuando el mundo
de fuera se tambalea, cuando lo exterior está en crisis, crece mucho más la
posibilidad para los líderes de reafirmar el carácter especial de la secta como
único ámbito en el que se conoce la verdad profunda de lo que está pasando, su sentido, y en el
que se puede afrontar las consecuencias que vendrán».
«¿VES
CÓMO TENÍAMOS RAZÓN?»
El confinamiento además ha producido el efecto «vuelta
a casa» en personas que estaban empezando el proceso de desvincularse de
grupos sectarios. «El que suceda un evento a nivel
mundial como es esta pandemia, ha servido para que más de uno se plantee si
volver a su congregación, con este simple razonamiento: ¿y si al final tuvieran
razón?».
Para algunas personas que estaban en proceso de ser captadas, el
confinamiento ha «acelerado» su entrada,
decidiendo romper con la familia y vivir el confinamiento en grupos sectarios.
Otros grupos, relacionados con pseudoterapias, «han
aprovechado lo que estamos viviendo para volver a “demostrar” las maldades de
la medicina occidental, de los sistemas sanitarios de las naciones, de la
Organización Mundial de la Salud y, sobre todo, de la industria farmacéutica»,
explica Santamaría. O para defender el consumo de «sustancias
milagrosas» o de psicotrópicos con el mensaje de que «protegen» contra el coronavirus.
«El ejemplo más visible y que más escándalo ha
causado ha sido, por supuesto, el del MMS, el hipoclorito de sodio, que es un
tipo de lejía al que llaman “solución mineral milagrosa”, de ahí las siglas. Hay
algunos personajes en España, a quienes no quiero hacer publicidad, que
defienden a capa y espada que este desinfectante industrial –que es lo que es –
sirve para combatir el coronavirus. Y en otros muchos países. En América
Latina, muchos católicos están también en esta onda, cosa que no acabo de
entender», explica el experto.
En conclusión, añadió el experto, «un
momento como éste es ideal para las sectas, para las pseudoterapias, para la
conspiranoia irracional. Lo que está sucediendo es, según los gustos, «la
crisis ya anunciada», « el cumplimiento de las profecías», «el final para un
mundo inicuo que no ha reconocido a nuestro líder o que no ha hecho caso a
nuestra predicación», «el advenimiento de una nueva era», etc. Pero, en
resumen, una ocasión para aprovecharse de los miedos de las personas».
LOS QUE SE APROVECHAN DEL
CORONAVIRUS: SECTAS, GURÚS Y PSEUDOTERAPEUTAS
LO MÁS ABURRIDO PARA LOS “CONSPIRANOICOS” ES LA
VERDAD
La Organización Mundial de la Salud está colaborando estrechamente con
expertos mundiales, gobiernos y asociados para ampliar los conocimientos
científicos sobre el nuevo virus, asesorando a los países y a las personas
sobre las medidas para protegerse y prevenir la propagación de la COVID-19, a la vez que las autoridades sanitarias de
los países afectados están tomando medidas basadas en la evidencia científica y
los ciudadanos en general han mostrado un positivo rostro de solidaridad y
responsabilidad con el bien común.
La opción por el autoaislamiento y seguir los cuidados recomendados en
medio de la crisis está mostrando un rostro de solidaridad y fraternidad que no
lo paraliza el miedo, sino que nos compromete en gestos cotidianos con una
actitud de colaboración responsable. Pero no todos lo viven de esta manera, ya
que todos los grupos, sean religiosos o no, que tienen un discurso apocalíptico, que alimentan teorías conspirativas, fomentan el miedo
y la búsqueda de salidas irracionales a la crisis.
A esto se le agrega el incontable número de pseudoterapeutas
y gurúes de moda que enseñan
a la gente recetas “mágicas” para no
contagiarse, desestimando el seguimiento de las recomendaciones sanitarias y sembrando la sospecha sobre las ciencias
biomédicas.
Como en cada epidemia, catástrofe natural, crisis social o económica, aparecen las sectas y los “profetas del fin del mundo” avisando que “ya
estaba escrito” y que “estos son los signos
de que se acerca el fin”.
Además, ahora pueden amplificarse a través de las redes sociales llegando a un público impensable hace tan solo
unas décadas. Mencionaremos brevemente las tendencias que más se han visto
durante estos días: fundamentalistas bíblicos,
paranoicos de las conspiraciones y gurús del pensamiento mágico.
FUNDAMENTALISTAS
BÍBLICOS Y FALSAS PROFECÍAS
Iglesias neopentecostales en Brasil “ungían”
a los fieles con aceite “consagrado por
Jesucristo” que “inmuniza contra el
Coronavirus” o invitaban a celebraciones del estilo “El poder de Dios contra el coronavirus”.
Otros grupos comenzaron a retomar textos bíblicos sobre el fin de los
tiempos donde hay alusiones a que sobrevendrán pestes, así como también
guerras, hambrunas y grandes terremotos. Lo cierto es que en cada siglo hemos
tenido alguna que otra epidemia, más de una catástrofe natural, guerras y
hambre.
Pero cuando la gente está desesperada y con miedo a un futuro incierto,
aparece la prédica que interpreta el presente y problemas nada extraordinarios,
pero con las mismas imágenes simbólicas y genéricas que podrían interpretarse
cualquier calamidad.
Cualquier cosa puede usarse como símbolo para encontrar coincidencias,
hasta se lo han atribuido a una profecía de Nostradamus. También en el campo de
la astrología, donde algunos pretenden predecir cómo seguirá la situación según
la influencia de los planetas, o quienes bajo supuestas interpretaciones de
calendarios antiguos estaríamos cerca del fin. En estos días uno podría
coleccionar profecías y anuncios de la llegada del Corona Virus.
PARANOICOS
DE LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS
No faltaron en las redes sociales quienes ofrecían contar “la verdad” sobre el virus y comienzan a aparecer
los “Iluminatti”, “Los amos del mundo”, “El Vaticano”, “La Masonería” y
un sinfín de supuestos culpables que en un plan de reducción de
la población mundial serían los creadores del virus.
A esto se le agregan relatos con
teorías
extraterrestres, profecías, y hasta un supuesto programa de los Simpson que
en realidad era un montaje que circuló por redes sociales “profetizando” la llegada del virus.
La inmanejable cantidad de información falsa que
circula en las redes sociales, sobre los temas más variados, permite que se llene de contenidos
delirantes presentados como la última investigación científica o la revelación
de un secreto que “los poderosos del mundo”
no quieren que se sepa. Y es que son muy seductoras las teorías
conspiratorias porque nos
simplifican la complejidad de los problemas, ya que siempre hay un enemigo
poderoso que tiene un plan detallado que está llevando adelante y así todo
tiene sentido.
Lo más aburrido para los “conspiranoicos” es la
verdad, porque es siempre más compleja que las teorías de “buenos y malos” y
seguro menos atractiva para contar.
LOS GURÚS DEL PENSAMIENTO MÁGICO.
En el ambiente New Age y
sus derivados, son incontables las personas que predican contra la medicina y
que optemos por frenar el virus con ejercicios de meditación y pensamientos
positivos, evitando así el contagio “gracias al
poder de la mente”.
Incluso los que enseñan la teoría pseudocientífica y mágica de la
llamada “Ley de atracción”, pretenden que si
uno se enferma es porque de alguna manera se buscó la enfermedad, ya que cada
uno es quien crea su propia realidad.
La desesperación de las personas para protegerse los hace un blanco
fácil de los manipuladores de turno que aprovechan la vulnerabilidad de una
situación crítica para ofrecer recetas mágicas.
En este tipo de literatura o conferencias se alimenta la desconfianza en
los tratamientos médicos y se prometen “secretos” que
vencen cualquier mal, porque en general enseñan que todos los problemas vienen
solamente de nuestros pensamientos o de un desequilibrio de nuestro mundo
emocional, incluso un virus. ¡Así de simple! ¡Así
de absurdo!
LA
CRISIS COMO OPORTUNIDAD
Una crisis como la que estamos viviendo es una auténtica
oportunidad. A nadie le es ajeno que las situaciones de
vulnerabilidad, el miedo y la inseguridad nos convierten en posibles víctimas
de manipuladores que venden recetas mágicas e irracionales. No es casualidad
que las sectas más controvertidas hayan surgido siempre en tiempos de crisis
social y económica.
Pero también es una gran oportunidad para fomentar el pensamiento
crítico y la responsabilidad social con
los temas sanitarios, valorando mucho más el trabajo de los profesionales de la
salud.
La crisis se ha convertido también en una oportunidad Lo más aburrido para los “conspiranoicos” es la verdad, De hecho, la ciudadanía de varios
países afectados ha mostrado con gran calidad humana que en una cultura que
promueve el individualismo narcisista, la llegada de una pandemia es capaz de
despertar también solidaridad y conciencia del bien común, del cuidado mutuo.
Muchos comenzaron a hablar de que compartimos el
mismo mundo, de la “casa común”, en la que todos importan y donde aprendemos
cuan responsables somos del bien de los demás, aunque no siempre lo tengamos
presente. Y es que en crisis como estas es cuando redescubrimos que, como seres
humanos, es más lo que nos une que lo que nos separa.
LA NEW AGE ES UN MOTOR IDEOLÓGICO PARA LAS "TEORÍAS DE LA
CONSPIRACIÓN"
Portaluz. Luis Santamaría del Río
22 de enero de 2021
Se multiplican las ideas "alternativas"
que pretenden explicar el fin último de nuestro mundo. ¿Qué peligros tienen
estas nuevas formas de sectarismo difuso?
El reciente asalto al
Capitolio de Washington, sede del poder legislativo en los EE.UU., enseña hasta
dónde son capaces de llegar personas aparentemente inofensivas que alimentan y
difunden las cada vez más frecuentes teorías de
la conspiración e ideas negacionistas;
ya sea sobre el COVID-19, la forma esférica de la Tierra o cualquier
otro asunto.
Entre los exaltados asaltantes se encontraba una figura muy representativa de
esos grupos contestarios. Hombre de singular apariencia, disfrazado y con
cuernos, conocido por el seudónimo “Q-Shaman”, que logró su objetivo de capturar la atención
mediática mundial.
ALGO MÁS QUE “EXTREMA
DERECHA”
En efecto, este personaje es parte del colectivo “QAnon”,
una red de personas que se coordinan a través de Internet defendiendo
una colección de ideas conspirativas. Según
éstas, el mundo estaría controlado por una élite que, entre otras prácticas,
lleva a cabo rituales satánicos y constituye una importante red de pederastia.
Las lecturas más superficiales atribuyen todo esto a un sector de la población
situado en la extrema derecha del espectro ideológico (se habla en concreto de
la alt right
o derecha alternativa). Pero las cosas no son tan sencillas.
El análisis en profundidad de los discursos que se entrecruzan para formar el
gran complejo de QAnon -como
también el de otros movimientos
populares crecidos y alimentados en las redes sociales- nos muestra: doctrinas
gnósticas y mensajes sobrenaturales; sincronías holísticas y profecías que se
habrían cumplido; tutelas extraterrestres y cambios excepcionales que siempre
están por cumplirse.
En definitiva, son parte de esa misma corriente sociocultural que lleva décadas
presentes en todo el mundo: la Nueva Era (New Age), la
espiritualidad esotérica que atrae a millones de personas.
LA NOVEDAD DEL MOMENTO ACTUAL
¿Qué ha pasado para que todo esto haya saltado a la
primera plana de los medios de comunicación? ¿Por qué se ha disparado su
popularidad entre tanta gente corriente? Aunque son muchos los factores
que entran en juego –como decimos, más allá de lo simplemente político–, la
convergencia de dos de ellos explica lo que estamos viviendo estos días: por un lado, las redes sociales de Internet como un mundo
digital donde muchas personas se alimentan de contenidos sin criterio ni
discernimiento, en una suerte de adoctrinamiento; por otro lado, la
situación que ha creado la pandemia, sacando a la luz y potenciando muchas
vulnerabilidades y miedos a nivel social e individual.
De esta forma, nos encontramos en el momento adecuado para que arraiguen y
crezcan exponencialmente ideas de lo más absurdo y extravagante. Ideas que no
se quedan en un plano teórico para muchas personas. En primer lugar, porque en
ocasiones lo que está sucediendo a nivel mundial “coincide”
con lo profetizado en gran cantidad de sectas y grupos esotéricos,
siempre proclives al anuncio de crisis y catástrofes. Y, en segundo lugar,
porque los efectos sobre sus “creyentes” son
devastadores, en cuanto a anulación de la personalidad, aislamiento
familiar y social, y generación de un estado de dependencia emocional de
maestros y gurús con supuestos dones sobrenaturales.
¿UN SUICIDIO
COLECTIVO?
La revisión exhaustiva de las redes sociales deja claro este trasfondo gnóstico
y esotérico en muchos de quienes engrosan las filas de las teorías de la
conspiración. En los últimos días, algunas asociaciones de
afectados han divulgado alertas sobre lo que se está moviendo en torno a QAnon. También en el mundo hispanohablante, con grupos
como la denominada “Federación Galáctica de la Luz”, muy activa en España, y
con conexiones importantes en Francia y varios países iberoamericanos. Así lo
ha hecho RedUNE. Mientras que algunos temen que haya
desenlaces fatales. Si se habla de “ascensión”... ¿podría
esto dar lugar a episodios de suicidios colectivos? La
posibilidad está ahí, y no podemos subestimarla, como veremos después.
Los miembros de estos grupos bombardean las redes sociales con anuncios de
diversos acontecimientos que serían inminentes y en todos los órdenes. Y lo que
sucede, afirman, les va dando la razón. La pandemia del coronavirus, las
catástrofes naturales, los problemas políticos... serían señales del
cumplimiento de lo que les han anunciado los seres superiores (con los que
están conectados esos pocos “iluminados”).
Todo esto tendrá, obviamente, dimensiones cósmicas. “Se acerca el
flash solar”, dicen.
Y lo explican así: “una gran cantidad de rayos
fotónicos y plasmáticos iónicos cambiarán tu ADN; su estructura o núcleo, donde
existían un ion positivo, uno negativo y uno neutro, será elevado a 9
positivos, 9 negativos y 9 neutros... tu cuerpo se modificará”. Se da, de esta
forma -aseguran- “un equilibrio perfecto del ser que se empodera y reconoce
como un inmortal”.
ALGUNOS RASGOS FUNDAMENTALES
El primer elemento a tener en cuenta es que los mensajes más importantes que se
difunden en estos medios proceden de la “canalización”
(channeling), uno de los procedimientos más habituales de “revelación” sobrenatural en la Nueva Era. Es decir: habrían sido emitidos por un ser espiritual superior –un
Maestro Ascendido, un alma de la antigüedad o un sabio extraterrestre– y
recibidos por una persona sensitiva, capaz de recibir esos mensajes, y que por
eso se considera “canal” (channel). Es la forma que tiene la New Age
de llamar a lo que el espiritismo denomina médiums.
Un dato fundamental es la siembra continua que realizan estos grupos
reaccionarios de la sospecha contra toda fuente de autoridad. “Todo lo que permitieron que llegara a nosotros fue antes
manipulado y tergiversado”, explican en una página afín a sus objetivos.
Sin embargo -prosiguen- “la verdad se expondrá ante
los ojos que quieran ver y los oídos que se permitan escuchar”. Por
supuesto esos privilegiados serían solo unos pocos “elegidos”.
Una vez más, el elitismo gnóstico de saberse poseedores de un conocimiento
especial. El remate a la reflexión lo confirma: “la
verdad vive en tu corazón”, sentencian.
Las personas que se alimentan continuamente de estos contenidos son así
adoctrinadas machaconamente con afirmaciones sobre una supuesta “gran mentira” que estaría dominando todo. Y se
refieren a ella como: “la siniestra y criminal
conspiración” que abarcaría la política, religión, medicina, educación,
arqueología, historia, geografía, geología, etc. En el fondo, habría una raza extraterrestre (reptilianos
y draconianos, principalmente) detrás de todas las esferas humanas de
poder. En oposición, existiría una Confederación
Galáctica luchando contra todos
los malvados que quieren imponer su dictadura antihumana.
Otro elemento imprescindible para los objetivos de estos grupos es la invención y difusión de noticias falsas (fake news). Un ejemplo es la recopilación de “datos” -falsos por cierto- sobre el Vaticano y el
Papa que hemos visto difundidos por una de estas páginas conspiranoicas: la Santa Sede
tiene miles de toneladas de oro robado; Francisco ha afirmado que “Jesucristo
es un tonto, un alcahuete y un inmundo”; ha sido arrestado por abusos sexuales
a niños en rituales; y un largo etcétera. Hasta hay un fotomontaje donde
se puede ver al Papa y otros cardenales y obispos adorando una estatua de
Baphomet, símbolo ocultista y luciferino, con el rótulo “Misa nocturna en el Vaticano”. O un documento falso
del Tribunal Penal Internacional ordenando
la busca y captura del Pontífice. Despropósito tras despropósito.
El proselitismo es claro en estas páginas y grupos, que hacen sentir “especial” a quien se adhiere a sus postulados
paranoicos. En un grupo de Facebook se dice en un momento preciso: “Si está leyendo esta publicación, es muy probable que
pertenezca a los elegidos”.
DISTINTAS VIBRACIONES...
DISTINTAS CLASES DE PERSONAS
Los teóricos de la conspiración no sólo piden un estado espiritual de quietud
ante lo que sucederá. También incluyen un llamamiento
a la acción. Aquí radica el
peligro, en las interpretaciones que puedan darse a estas palabras: “debemos prepararnos en todo sentido”, leemos. “Este proceso es necesario para la liberación y la
ascensión de la humanidad de nuestro planeta”. Dicha ascensión tiene que
ver con “el nuevo nivel vibratorio de la tierra”, con
el que sólo se han alineado unos pocos, los “despiertos”.
Una de sus consecuencias, según estas ideas, es la violencia que crece en
muchos lugares del mundo.
Atención a la explicación que dan: “una gran parte
de la población del planeta está ascendiendo a una frecuencia superior y luego
están los que están aterrorizados por la verdad y se aferran a su disonancia
cognitiva como si no hubiera mañana”. De forma que están dividiendo
a la humanidad en dos: en un lado están
los elegidos, los “seres de luz” o “criaturas místicas” especiales que conocen
la verdad y hacen el bien; en otro, la masa de gente que permanece en la
oscuridad y retrasa la evolución planetaria y cósmica.
“Somos familia de luz”, repiten. “Somos la luz, la libertad, la compasión, la consciencia,
el abrazo que nuestra humanidad necesita”, señalan, haciendo gala de una
ausencia total de humildad. Y situando a sus partidarios en una realidad
paralela, en una absoluta irrealidad donde todo se explica desde
las claves de una guerra cósmica entre la Confederación Galáctica y las Fuerzas Oscuras.
PREGUNTAS ABIERTAS E
INQUIETANTES
¿Cuáles serán las consecuencias de todo este proceso de evolución? Según explican
quienes se consideran integrantes de la raza de los elegidos, “la Diosa Madre Gaia se sacudirá todo lo que no
corresponda a su frecuencia: su realidad de amor”. En otro lugar podemos
ver que “las almas que eligieron la oscuridad
tendrán lo que merecen de manos de seres superiores”. ¿Podría justificar esto algún
acto violento de las personas que sostienen estas ideas hacia los
demás? No lo sabemos.
Y cuando leemos que un embajador de la Federación
Galáctica y anciano del Alto Consejo Lyrano (además de emisario de la
Diosa) ha afirmado que “este proceso de ascensión
sin precedentes establece que llevas tu cuerpo físico contigo”, ¿podemos pensar
en algún tipo de acción autolesiva de forma individual o grupal? Tampoco
lo sabemos, pero las sospechas están fundamentadas. No olvidemos cómo en 1997 afirmaciones semejantes llevaron al suicidio colectivo de los
adeptos de La Puerta del Cielo en San Diego (EE.UU.).
¿Debemos estar atentos a alguna fecha? Cada
grupo y cada líder sectario tienen las suyas. Los hay que señalaron el 20 de
enero, momento del cambio de gobierno en los EE.UU. En algunos lugares se dice
que todo empezaría “a partir de su 22 de enero
lineal”, por lo que “es tiempo de cerrar la
página de su yo biográfico”. ¿Otro posible mensaje suicida?
LA TRAMPA DEL LENGUAJE
RELIGIOSO
Algunos cristianos –tanto católicos como ortodoxos y evangélicos– han caído en
las redes de estos grupos, que usan habitualmente expresiones
tomadas de los Evangelios, referencias al “plan divino” y otras cuestiones
propias de la fe cristiana. Además, parece que se sitúan de forma crítica ante los poderes
fácticos del mundo, constituyéndose en alternativa ante una sociedad carente de
valores, lo que puede parecer atractivo para muchos creyentes hastiados de las
situaciones que viven.
Sin embargo, en estas líneas ha quedado claro que los planteamientos teóricos
en los que se mueven estos movimientos no sólo atentan contra la
racionalidad y el sentido común, sino
también contra la fe cristiana –y podríamos decir que contra cualquier
planteamiento religioso de la vida–, y sumergen a sus seguidores en una oscura
niebla donde se entrecruzan la magia, la superstición y el fanatismo. Creyendo
ser “seres de luz”, se hunden
progresivamente en las tinieblas. Y eso está muy lejos de Dios.
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