El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explicó en su carta pastoral que el domingo 3 de abril se celebra el llamado “Domingo de Pasión”, que es la “antesala de la Semana Santa”, y animó a “preparar nuestro corazón para recibir tanta gracia”.
Mons. Fernández comentó el Evangelio de este próximo domingo en el que
Jesús perdona a la mujer adúltera, pero hay quienes intentan acusarle.
“Impresiona la soberanía de Jesús. Es dueño de la
situación desde una perspectiva totalmente distinta a la que presentan los
acusadores. El no acusa, él acoge y escucha. Pone ante la verdad a todos los
que acuden a él: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. La acusación se vuelve contra los “acusadores”,
apunta en su carta.
En ese sentido, el Obispo de Córdoba señaló que también sucede que “vemos los defectos y los pecados de los demás con toda
facilidad; nos cuesta, sin embargo, ver los nuestros”, y por eso recordó
que “Jesús nos pone en la verdad: no acuses a otro,
con pretexto de disimular tus pecados, sino contempla a Jesús que perdona, y al
empaparte de su misericordia, aflorarán tus pecados con la paz del que se
siente perdonado”.
Mons. Fernández también subrayó que “Jesús
ha venido a perdonar a todo el que se deje amar con ese otro amor que procede
del corazón de Cristo” y que “el propósito de no pecar más no se basa en una
decisión voluntarista del penitente, sino en el recuerdo de un amor más grande,
que ha sido tan bueno conmigo”.
“Acerquémonos a la misericordia en estos días
especiales, para recibirla en abundancia y no volver a pecar”, animó el Prelado.
Además, Mons. Fernández aseguró que el Domingo de Ramos bendecirá la
capilla y consagrará el altar nuevo en la Residencia San Gabriel del Seminario
Los Ángeles en Hornachuelos, en Córdoba, que acoge a quienes han cumplido su
condena, pero necesitan un lugar para comenzar a rehacer su vida.
El Prelado dijo que se trata de “un paso
importante en la rehabilitación de este lugar, que se va convirtiendo cada día
más en un lugar de misericordia” e indicó que consagrar el altar y
bendecir la capilla restaurada “es poner al
servicio de los que están y de los que vendrán en adelante la fuente misma de
la misericordia, Cristo sacramentado, Cristo perdonador, Cristo que sana
nuestras heridas”.
“Allí son acogidos, como acogió Jesús, sin acusar
ni echar en cara nada a nadie. Si nos encontramos con alguna debilidad o con
algún pecado nos sirve para recordar los nuestros y pedir perdón por los del
mundo entero. La fuente de esa misericordia es Jesucristo”, destacó.
Además, animó a visitar la residencia y colaborar económicamente a su
mantenimiento, porque “sólo el amor es capaz de
sanar las heridas del corazón humano, y este lugar quiere ser una sucursal de
la misericordia cristiana”.
POR BLANCA RUIZ | ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario