El noviazgo debería ser un tiempo para diseñar juntos el plano para un gran proyecto, para el matrimonio.
Por:
Ana Gabriela Mayorga Novo | Fuente: ConMasGracia.org
Actualmente vivimos en una sociedad inmersa en el
individualismo, vivimos como si fuéramos habitantes de islas, cada
uno en su mundo y espacio, alejados y algo temerosos de construir relaciones
profundas y comprometidas. Hoy en día para poder
comunicarnos de manera adecuada con otra persona resulta complejo y extraño ¿cuándo fue la última vez que pudiste hacer
completamente a un lado la tecnología y sentarte sin pensar en el tiempo o las
prisas de la vida y dedicarle tu completa atención a otra persona?
Incluso ¿cuándo fue la última vez en la que
verdaderamente te sentiste escuchado y atendido en verdad? Tal vez estoy
polarizando un poco, sé que hay muchas personas que aún conservan relaciones
sanas, pero es una realidad que cada vez parecemos más comunicados pero menos
cercanos.
En el noviazgo no es diferente, me ha tocado conocer varias parejas en las que cada uno tiene su propia
vida, en la que ambos tienen un “acuerdo
silencioso” que dice: no te metas en mis
cosas y yo no me meteré en las tuyas, nos queremos y nos acompañamos, pero
resulta, que el noviazgo no es tener a un caballero o a una dama de compañía,
no es no estar sólo en eventos y sentirse seguro.
Tenemos que entender que el noviazgo
significa diseñar juntos el plano para un gran proyecto, para el matrimonio, es conocerse profundamente, los valores, metas y
sueños de la otra persona y compartirle los tuyos y así ir uniendo las vidas
poco a poco hasta concretarlas en el Sacramento del Matrimonio, o bien,
descubrir que no es la persona indicada para ti y habrá que seguir adelante.
¿CÓMO PODEMOS SER NOVIOS NO SOLTEROS?
- Ten fuerza de voluntad para alejarte de las
redes sociales y del celular varios momentos al día y sobre todo cuando se
tenga que compartir tiempo con tu pareja.
- No entres en una relación si no quieres
dejar nada de tú vida y la otra persona pasa sólo a ser parte de tu lista
de actividades. El compromiso implica renuncias y entrega.
- Sal de la peligrosa zona del egoísmo,
empieza a interesarte en verdad por la otra persona, trata de ver más
allá, se empático.
- Busca espacios en la semana en la que
atiendas a alguien de tu familia o amigos que tengas descuidados y
compártelo con tu pareja.
- Has una actividad generosa por alguien
necesitado, puedes ir una vez al mes o a la semana a un asilo con tu
pareja, no sabes lo que esta experiencias unen.
- Reza, sean piadosos, si pueden hacerlo
juntos ¡mejor! Recuerda que si poner a Dios primero a todo, aprenderás a
amar en verdad.
- Deja de pensar todo el día en ti, empieza a
pensar en los demás ¿cómo puedes alegrarle el día a los demás?
- Conócete a ti mismo y descubre tus
limitaciones y virtudes. Todos los días esfuérzate por ser mejor persona
que ayer, como decía el P. Tomás Morales “nunca es tarde para estar
empezando siempre”.
Así
como estas cosas hay muchas más.
No
tengas miedo: ¡Comprométete! Vale la
pena dar la vida por el amor verdadero.
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