«Niega lo evidente de forma bastante notoria»
La carta del
obispo Georg Bätzing en respuesta a las críticas de los obispos de todo el
mundo a la «vía sinodal» alemana es «un intento fácil de apaciguamiento que no
hace justicia en absoluto a la gravedad del asunto». Así lo aseguran desde la
iniciativa católica «Neu anfangen!» (Nuevo Comienzo)
(CNAd/InfoCatólica) El Sábado Santo, Bätzing, en
su función de presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), respondió a los cardenales y obispos de diversas partes
del mundo que habían manifestado en una carta su «creciente preocupación por el carácter de todo el Camino
Sinodal y el contenido de los documentos sinodales». Los firmantes
advirtieron que la «Vía Sinodal» amenaza con
llevar a un «callejón sin salida» y tener «efectos destructivos».
La
respuesta de Bätzing «niega lo evidente de forma bastante notoria», aseguran desde «Nuevo Comienzo», una iniciativa del Grupo de Trabajo de
Antropología Cristiana. «El obispo Bätzing responde a las
acusaciones formuladas de forma general en el mejor de los casos. La carta de
respuesta no carece de rasgos agresivos».
El obispo Bätzing afirma que «los firmantes ignoran el carácter dramático de la crisis
de los abusos». Las críticas de los obispos de todo el mundo «sólo tratan los temas que ya se han tratado en la
Asamblea Sinodal» pero «todavía no se ha
llevado a cabo ningún proyecto ni una resolución a las causas concretas de los
abusos. El obispo Bätzing se limita a echar niebla al asunto, legitimando indistintamente todos las decisiones de la
Asamblea Sinodal y deslegitimando cualquier crítica».
EL VERDADERO
OBJETIVO DEL CAMINO SINODAL
Bätzing y los demás impulsores
del Camino Sinodal «no quieren ser molestados en un
proyecto sobre cuyos resultados, obviamente, se sienten seguros: las mujeres deben ser sacerdotes. Los laicos deben compartir el
poder. La homosexualidad debe ser moralmente y teológicamente normalizada». No
está nada claro qué tiene que ver esto «con la intención original de
aclarar los abusos», subrayan en «Nuevo
Comienzo».
En sus palabras, Bätzing no
sólo ha rechazado las críticas de cardenales y obispos de todo el mundo, sino
también las peticiones similares de la Conferencia Episcopal Polaca, así como
de la Conferencia Episcopal Nórdica, que incluye a Dinamarca, Noruega, Suecia,
Finlandia e Islandia.
¿PELIGRO DE CISMA?
A la pregunta de CNADeustch de
si la «Vía Sinodal» plantea realmente el peligro, tantas veces invocado,
de un cisma, es decir, de una
división de la Iglesia, responden: «Definitivamente. Los textos ya decididos previamente en el Camino
Sinodal contradicen la Sagrada Escritura y la enseñanza continua de la
Iglesia».
En este contexto, «Nuevo Comienzo» menciona varias desviaciones que ya se
han producido o que, al menos, están previstas, entre ellas «las estructuras
fundamentales de la Iglesia (su constitución sacramental-jerárquica, el
liderazgo y la autoridad docente del episcopado), las falsificaciones de la
enseñanza epistemológica de la Iglesia (palabra clave »signos de los tiempos«)
y la destrucción de la antropología cristiana».
DE LO QUE DICE
BÄTZING A LA VERDAD
En su respuesta a los obispos
de todo el mundo, Bätzing explicó que el texto de orientación del Camino
Sinodal muestra que uno se alinea «con las fuentes
centrales del conocimiento de la fe».
En realidad, «este texto, que utiliza el vocabulario y las fórmulas
tradicionales, representa una profunda reestructuración de los fundamentos
vinculantes del discernimiento teológico», explican en «Nuevo Comienzo».
El texto de orientación separa
la Escritura, la Tradición y el Magisterio en contradicción con el Concilio
Vaticano II. Además, el sentido de la fe de los fieles se presenta «de forma opaca», «que en última instancia pretende ser
una especie de encuesta demoscópica». Este sentido de la fe, al
que llaman seguir «los signos de los tiempos, se
antepone al Magisterio en la orden».
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