MARC MASIP O CHRIS MCKENNA ALERTAN DE SUS CONSECUENCIAS, COMO LA ADICCIÓN AL PORNO DESDE LOS 11 AÑOS
Cada vez más especialistas (en la imagen, el psicólogo español Marc
Masip) proponen ralentizar el acceso a las nuevas tecnologías como sistema de
prevención de adicciones, entre otras, a la pornografía.
"Es una salvajada dar el móvil a los 10 o 12
años": con estas crudas palabras, el psicólogo experto en
Redes Sociales y CEO del Programa Desconecta Marc
Masip llamó a padres y tutores a hacer frente al "grave problema" de adicción a las redes sociales en
niños y adolescentes.
Lo hizo durante un encuentro online recientemente
organizado por la Universidad de Nebrija para abordar esta patología que ya se
conoce como "nomofobia" y que hace mella especialmente en España, el país con más adicción adolescente a las nuevas tecnologías de todo Europa.
Una de las graves implicaciones de esta adicción que en muchos casos comienza en la infancia es la adicción asociada a la
pornografía: según Masip, el primer contacto con
este fenómeno en España tiene lugar en torno a los 9 años.
Para el CEO de Desconecta,
algunos de los síntomas "y graves
consecuencias" que observa sobre la adicción al teléfono móvil y
otros medios tecnológicos son el enfado continuo cuando se les restringe el tiempo con el
teléfono, la bajada del rendimiento escolar, el uso a
deshoras y a solas, el
aislamiento del mundo real o el aumento de los conflictos
familiares, entre otros.
Por ello, durante su conferencia abordó la necesidad de "poner pautas de forma inmediata" a este problema, así
como de aprobar medidas legales que "pueden proteger un poco y dar un paso
atrás en lo tecnológico para avanzar en lo humano".
En este sentido, Masip alentó a "no utilizar el móvil como `moneda
de cambio´ del tipo `si te portas bien te lo doy y si te portas mal te lo
quito: debemos dar ejemplo y ser muy estrictos",
mencionó.
EL MÓVIL CON 10 AÑOS, "UNA SALVAJADA"
Una de las principales medidas que el especialista recomendó con
urgencia a padres, tutores y profesores fue retrasar lo máximo posible el
acceso al teléfono móvil de
jóvenes y adolescentes.
“¿Cómo es posible que un chico o una chica de 12
años vaya con un smartphone? Cuanto más tarde le demos una pantalla,
mejor; es una salvajada dar el móvil a los 10 o 12 años. Ser padres
es muy fácil con pantallas, pero hay que poner límites, ofreciendo alternativas,
haciéndoles caso…”, sentenció.
Del mismo modo, afirmó que retirar o retrasar el empleo de teléfonos
móviles debe verse suplido con alternativas regidas por una mayor relación
familiar y atención a los hijos.
BURBUJAS NO, "TECNOLOGÍA LENTA", SÍ
Masip no está solo, y son muchos los especialistas internacionales
que cada vez son más conscientes del peligro de las tecnologías sin tener que
llegar al extremo de la adicción.
Para Chris McKenna, psicólogo británico con
más de 30 años de experiencia y fundador de Protect Young Eyes -un
sistema de control y prevención del acceso y adicción a las nuevas tecnologías-, una de sus medidas con
mayor éxito y difusión es la que denomina Delay
is the way -Retrasarlo es
el camino-.
El pasado 20 de abril, expuso algunas
de las bases de esta medida durante el congreso nacional de educación católica
de Nueva Orleans (Estados Unidos). Según McKenna, Delay
is the way no se trata de que los jóvenes
"vivan sin tecnología, envueltos en una burbuja",
sino de aplicar lo que llama "tecnología
lenta".
El psicólogo Chris McKenna dirige la iniciativa de
protección informática frente a la pronografía y lleva décadas trabajando con
adictos a este fenómeno. Para prevenirlo, propone a las familias la
"tecnología lenta".
Es el caso de Emma, que relató a McKenna como sus padres siguieron
los consejos del psicólogo y que ella misma asumió al ser consciente de "los
peligros" que implica el
teléfono móvil y las redes sociales.
No accedió al teléfono móvil hasta bien entrada la
escuela secundaria, poco antes de comenzar sus estudios universitarios, y abrió su primera
cuenta de Twitter en la carrera y "por motivos
profesionales".
"Soy lo suficientemente mayor para saber qué
es peligroso y qué no, pero un niño no
lo sabe, y ese es el peligro que espero haber frenado" con estas medidas, confesó la
joven estudiante a McKenna.
ALGORITMOS INTELIGENTES DISEÑADOS PARA DESTRUIR
Durante su intervención, el psicólogo británico también abordó las
graves implicaciones para los adolescentes de los
contenidos pornográficos y
sexuales presentes en prácticamente todas las redes sociales, fomentados "intencionadamente" por los "sofisticados algoritmos" y que eluden unos frágiles controles de
seguridad.
"Cuando veo a un niño que está viendo
pornografía y dice que no puede parar, lo miro y le digo que no todo es su
culpa. Para mí, es una respuesta perfectamente predecible a una
máquina perfectamente ajustada" y diseñada a tal efecto.
"Vosotros también lo habríais hecho", mencionó a los espectadores.
El psicólogo relató su propia experiencia como adicto a la pornografía y
mencionó la mayor sofisticación y complejidad de este fenómeno comparado a cómo
funcionaba décadas atrás.
Por ello, denuncia que el acceso o adicción a la pornografía entre
jóvenes y adolescentes ya no responde a una culpabilidad o a una falta de
voluntad entre quienes la consumen. O al menos, no del todo, ya que "vivimos en una época con puertas digitales que están por
todas partes, donde las oportunidades de un trauma [o adicción] para
los jóvenes son más frecuentes que nunca".
ESTÁN "POR TODAS PARTES", DESDE TIKTOK A
SNAPCHAT
Es el caso de una madre que le preguntó qué había podido hacer mal para
que su hijo pequeño fuese adicto a la pornografía. “Era
simplemente un niño frente a una tecnología extremadamente inteligente que
se aprovechó de su cerebro creado por Dios”, dijo McKenna. El
problema, añade, es que el cerebro de un adolescente "aprende
a desear cualquier cosa que alimente su cerebro", y es "exactamente en ese momento cuando les ofrecemos la
tecnología" -pornografía incluida-.
El equipo de McKenna creó una cuenta de SnapChat
simulando ser un usuario de 13 años. El primer día, estos fueron algunos de los
contenidos sugeridos por la aplicación, mucho menos explícitos que los
aparecidos días después.
Durante la conferencia, y más extensamente en otros artículos que puedes
consultar aquí, el psicólogo alertó de que todos los
elementos que hace décadas proporcionaban una seguridad o freno a la pornografía
como el hogar, el deporte o el verano, hoy se ven invadidos por las presencia
universal de redes sociales con contenido pronográfico -desde TikTok o Snapchat hasta Facebook o Instagram, como puedes ver aquí-.
Por ello, son cada vez más los especialistas como McKenna o Masip que
frente a la "salvajada" del acceso
prematuro a los móviles, proponen el concepto de "tecnología
lenta".
"El retraso -o la ralentización del acceso- no significa `sin tecnología´,
sino tecnología lenta. Se trata, en otras palabras, de enseñar, capacitar,
preparar, apoyar y modelar el buen uso de la tecnología. Incluso si decimos `no´, les
debemos seguir educando como su les hubiésemos dicho `sí´, hablándoles
y enseñándoles de todo . ¿Por qué? Porque las puertas
digitales están en todas partes", concluye McKenna.
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