ESTUDIOS EXTRANJEROS: DAÑOS EN HASTA UN 50% DE EUTANASIADORES, GRAVE Y DURADERO EN UN 20%
HAY POCOS ESTUDIOS SOBRE CÓMO AFECTA A LA PSIQUE DE
UN SANITARIO HACER EUTANASIAS, PERO NINGUNO DICE QUE LE HAGA BIEN.
“No es acabar con la
vida de alguien, sino con su sufrimiento”. Así hablan unos sanitarios españoles que ya han hecho eutanasias.
ElDiario.es, publicación muy
pro-eutanasia, lo pone en titular. Si se lo repiten mucho, quizá se autoconvenzan.
Pero parece que hay algo en su
interior, algo profundo, que no se convence. Cuando acabas con la vida de alguien, acabas
con su sufrimiento terrenal... y con muchas más cosas, todas las cosas que
implica la vida. ¿Eso es ser médico?
Hacer eutanasias
afecta a la psicología del eutanasiador. Ellos mismos lo admiten y
señalan. Es útil escuchar a los eutanasiadores novatos, médicos o enfermeras.
Entienden, siente, que lo que hacen no es como cuidar
ni curar. Es otra cosa. Intentan
repetirse que es acompañar, pero ellos mismos ven que no se parece a otros
acompañamientos: acompañan al mismo al que van a quitar la vida.
Los eutanasiadores admiten su
desconcierto emocional en ElDiario.es y éste lo lleva al titular: "[Los eutanasiadores] Denuncian falta de
acompañamiento emocional en una experiencia difícil, aunque aseguran que
volverían a hacerlo".
HABLA
EL EUTANASIADOR
Andreu Pallars (no es su nombre
real) firmó en Médicos por la Eutanasia.
Doctor de cabecera en un población catalana pequeña, ha
empezado a hacer eutanasias cuando estaba a punto de jubilarse.
Su víctima (antes paciente) "tenía una enfermedad terminal, pero todavía
le quedaban unos años de vida", explica. "Siempre es triste ver morir a un paciente que
conoces pero, en este caso, se le suma el hecho de que lo has ayudado
tú", admite. Es algo distinto.
ElDiario.es es muy pro-eutanasia
pero no duda en calificar la experiencia de eutanasiar de
"abrumadora y dura". “Yo me sentí muy solo. Era
al principio de la ley y nadie tenía experiencia”, explica el
eutanasiador.
Lo del "dolor
incapacitante" como causa para eutanasiar, el mismo eutanasiador ve
que no hay forma de medirlo, así que se limita a eutanasiar a quien
se lo pide si se convence de que eso es "ayuda" o "acompañamiento". Pero, ¿y si pasado el tiempo
el eutanasiador se arrepiente?
LA
ENFERMERA: "TENÍA LA SENSACIÓN DE QUE LO HABÍA MATADO YO"
Habla también la enfermera
eutanasiadora que ayudó a este doctor. Lo que dice es revelador: "La noche anterior me costó muchísimo dormir: he
puesto muchas bombas para que mis pacientes mueran sin dolor, pero esto
es distinto. Tenía la sensación de que lo había matado yo”. Quizá
porque eso era lo que hizo.
"Tenía la
sensación de que lo había matado yo", admite la enfermera eutanasiadora.
Ella repite al periódico que
tiene claro que no hizo nada malo, pero eso no le quita
el sentimiento de culpa. “El
momento de la muerte fue muy difícil, pero luego llamamos a la familia, que
esperaba en otra habitación”,
recuerda. “Se dio una situación muy fría
y extraña, que
nadie sabía muy bien cómo afrontar”, cuenta.
¿Qué lo hace tan
distinto a otros momentos en que mueren pacientes? Quizá el hecho de que lo han matado personas que
están en la sala, ¡en la casa!, y
los parientes siempre lo sabrán, y lo recordarán al
ver esa habitación.
El eutanasiador añade: "Es una muerte especial, rara, y muchas veces es el enfermo quien mantiene la
serenidad, pero cuando él ya no está, no se sabe nunca qué va a pasar”.
Y la enfermera eutanasiadora: "Yo aguanté el tipo hasta que salimos de la casa,
luego me puse a llorar. Fue un día muy duro, porque a los
pocos minutos ya estaba en el centro médico y se suponía que tenía que llevar a
cabo mi jornada laboral como si nada hubiera pasado”.
Es una clave de la
eutanasia: no es 'normal', no es parte de la vida, no es muerte
natural, no es lo mismo morirse a que te maten... y hay que fingir que sí lo es.
ACALLAR
LA VOZ PROFUNDA, "PREPARARSE" PARA MATAR
Algo profundo y humano dice al
eutanasiador que lo que ha hecho no está bien, no es normal. Hay que acallar
esa voz. Pallars, el eutanasiador de este artículo, se ofrece a ayudar a
acallar esas voces. Es lo que él intenta.
En Cataluña, la Generalitat pide que los psicólogos de Fundación Galatea,
especializados en atender a sanitarios, apoyen a los eutanasiadores. Toni Calvo, presidente de
Galatea, explica que lo que pasa en la psique de un eutanasiador es algo
absolutamente extraño.
“La muerte siempre
está presente en este oficio, pero esto es distinto. Hace aflorar miedo,
ansiedad, culpa e incluso dudas", plantea Calvo.
¿Y si
después de las dudas llega el arrepentimiento? ¿Y si el eutanasiador llega al convencimiento
de que lo que hizo estuvo completamente mal? ¿Cómo reparar ese mal causado?
Toni Calvo anima a "preparar" a los eutanasiadores antes de que
hagan las eutanasias. Dice
que es algo "más relacional que médico".
¿Cómo
autoconvencerse de que lo que hacen está bien, pese a que les queme por
dentro? "Si no lo hiciéramos nosotros, muchos acabarían abocados a un
suicidio terrible y con muchos números de salir mal”, se dice el eutanasiador.
Entiende que sean objetores los
sanitarios que creen en un "ser
superior", pero no los demás: no
entiende la ética provida en los no creyentes, pese al Juramento Hipocrático y
los pronunciamientos contrarios a la eutanasia de la Asociación Médica Mundial.
Él cree que eutanasiando está mejorando la vida de la gente (hasta que
se la quita): "Mejor una vida corta, pero buena, que una
larga e indigna”, se
repite. Pero ¿qué es una vida buena?
¿HACIA
UNA CASTA DE EUTANASIADORES?
No hace ni un año que se aplican
eutanasias en España, pero ya parece que, como con el aborto, van a
concentrarse en unos cuantos médicos. Derivarán más y más casos a los
que ya hayan roto el tabú del "no matarás". Y al acumular casos, tendrán que romper nuevos
tabús.
Por ejemplo, ¿puede suceder que un médico ofrezca la eutanasia para así
sentirse útil, sentir que tiene algo que ofrecer? Quizá no
sabe mucho de cuidados paliativos, o quizá se siente culpable por no poder
ofrecer ayuda en problemas familiares, de soledad, pobreza... ¡pero puede ofrecer eutanasia! Es lo que dice Pallars: "he mejorado vidas".
Más preguntas. ¿Puede suceder que el efecto mental de haber realizado ya
alguna eutanasia insensibilice al médico para disponerse a
muchas más, los más dudosas?
Por ejemplo, un médico puede
empezar diciendo que sólo hará eutanasias de enfermos con mucho dolor físico "irremediable" (aunque es un caso
difícil de imaginar con el arsenal actual de opiáceos). Tras realizar
algunas, corre la voz de que el doctor Tal hace eutanasias y
le piden que las haga a
enfermos no terminales, con enfermedades mentales, por
"sufrimiento psicosocial" (enfermos no terminales, pero en pobreza y
soledad)... Puede ser que baje el listón, ya roto el
tabú y también procure la muerte a estos.
ARREPENTIRSE:
"PUDE HABER HECHO ALGO DISTINTO POR ÉL"
Está también el efecto mental que puede producir el arrepentimiento. Ni siquiera hace falta que el
médico se haga realmente provida. Quizá siga declarándose a favor de ciertas
eutanasias, pero un día descubre -puede que al terminar un curso de cuidados
paliativos- que eutanasió a un enfermo para el que había otras muchas opciones.
O quizá realiza un curso de prevención contra el suicidio y llega al convencimiento de que muchos, quizá todos, los enfermos
que eutanasió, en realidad necesitaban atención de prevención al suicidio.
Quizá descubre que la
familia hizo gaslighting (manipulación) al enfermo para hacerle pedir
la eutanasia.
"Pude
salvar sus vidas, o acompañarles sin matarles, pero les maté". ¿Qué efecto tiene eso en la psique de un médico?
Buena parte de las eutanasias se
basan en predicciones sobre el futuro del enfermo y su enfermedad, pero ¿hasta qué punto algo tan irremediable como el matar -el haber
matado- puede basarse en predecir el futuro? Quizá el
enfermo se sentía sobre todo solo: enamorarse, amistad verdadera o
descubrir la fe es algo que podría
haber sucedido y haberlo cambiado todo para el enfermo.
Quizá un médico ve que así sucede
con un enfermo y recuerda que eutanasió a otro con un cuadro similar. "Si no lo hubiera matado, aquel también podría
haberse enamorado, y morir de forma natural bien acompañado...
pero no sucedió porque yo le administré la dosis letal", puede pensar.
UN
REPASO A 9 ESTUDIOS
A la pregunta "cómo afecta hacer eutanasias a la psique de
un sanitario" le
responden pocos estudios, por ahora. Un estudio publicado en 2020 (“An indelible mark”, Kelly, B., Handley, T., Kissane, D.,
Vamos, M., & Attia, J.; 2020) repasa otros 9 estudios publicados sobre el
asunto.
Entre el 30 y el
50% de los médicos describen una gran carga emocional e
incomodidad por participar, pero tratan de confortarse repitiendo que así
cumplían la petición del paciente (o víctima). Entre el 15 y 20%
de eutanasiadores admiten un impacto personal negativo que perdura con el
tiempo. Son muy pocos los que
entonces buscan ayuda o apoyo, y no en otros colegas, sino en amigos o
parientes.
"Pese a la
importancia de este asunto [el efecto psicológico de realizar eutanasias] en la
práctica médica, este es un tema desatendido por la
investigación empírica", lamenta el estudio de Kelly, Handley y sus compañeros.
CASI
1 DE CADA 4 SE ARREPIENTE DE HABER EUTANASIADO
Sobre los efectos en eutanasiadores
hay un estudio muy citado de 2006: Emotional and Psychological Effects of
Physician-Assisted Suicide and Euthanasia on Participating Physicians, de Kenneth R. Stevens, Jr. Puede verse
un resumen aquí en inglés de
este estudio.
Tras repasar datos de Europa y de
Oregón (EEUU), los investigadores hablaron con 38 oncólogos que habían participado
en estas prácticas: casi 1 de cada 4 se
arrepentía de haberlo hecho, y otro 16% declaraba que la carga emocional de
hacerlo perjudicó a su práctica médica.
Según este estudio "los doctores describen que les afecta de forma
adversa profundamente, les impacta lo repentino de la muerte, quedar
atrapados en la exigencia de suicidio asistido del paciente, tener la sensación
de impotencia y sentirse aislado. Hay evidencia
de que algunos pacientes presionan e intimidan a los doctores para que les
asistan en el suicidio. El efecto de contratransferencia en la relación
médico-paciente puede influir. Conclusión: muchos médicos
que participan quedan afectados de forma negativa, emocional y psicológicamente, por esta experiencia".
"NUNCA
TE ACOSTUMBRAS A ELLA"
Otra fuente de estudios son los
interrogatorios a eutanasiadores holandeses de la Baronesa Finlay en la
Cámara británica de los Lores en 2005.
El doctor Mensingh van Charente
admitía: "No es un tratamiento médico, nunca te
acostumbras a ella".
El doctor Zylicz explicó que un
paciente tenía problemas de vómitos y su médico le ofrecía la eutanasia, pero
el paciente se negaba y ahora no sabían qué hacer con él, la
eutanasia era su única destreza. "Esa
es mi mayor preocupación de establecer la eutanasia como norma: que
inhiba el desarrollo de aprender de los pacientes, porque lo solucionemos todo
con eutanasia",
concluyó Zylicz.
El doctor De Graas, interrogada
por la baronesa Finlay, declaró que "para el
médico individual nunca se hace menos estresante. Es absolutamente imposible. Lo que aprendemos como
grupo es que antes de hundirnos emocionalmente, hay muchas posibilidades de
mantenerte en buen estado emocional".
Es decir, hacer eutanasias daña
la psique, pero en un entorno de apoyo
(quizá otros eutanasiadores que se animan mutuamente) y con ayuda
psicológica, pueden seguir adelante.
LOS
QUE SUEÑAN CON SUS VÍCTIMAS
En el libro Eutanasia,
lo que el decorado esconde el enfermero
especializado en paliativos François Trufin,
de Bélgica cuenta más casos de médicos dañados por eutanasiar.
"Un médico
experimentado me dijo que ya había practicado demasiadas eutanasias. Con los
ojos bañados en lágrimas, me confía que ciertas noches se despierta
entre sudores teniendo delante de sí el rostro de personas que eutanasió", recoge
Trufin.
"Otro médico,
en una reunión del consejo de ética del hospital, deja escapar como un grito
del corazón esta frase estremecedora: 'esta vez acepto volver a practicar la
eutanasia por este paciente; pero después se habrá acabado por este año. He
practicado otras dos ¡y ya está bien!'"
¿EUTANASIAR ATRAE A NARCISISTAS FRÍOS?
Queda la pregunta por el perfil
psicológico que han de tener los eutanasiadores de España,
los que tengan que acumular muchos casos y los pioneros.
¿Puede ser una
actividad que atraiga a personas de espectro narcisista, sin empatía, atraídas por la sensación de poder sobre la vida
y la muerte?
¿Tienen los
protocolos de eutanasia alguna capacidad para detectar que los eutanasiadores
no tienen este inquietante perfil, incompatible con la empatía que exige la
medicina?
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