Por: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Nuestra vida es un misterio, un breve laberinto
en el que estamos buscando siempre la salida hacia la luz, luz que queremos que
se convierta en paz, consuelo y seguridad.
El camino de la vida suele tener días alegres y tristes; sencillos y
complicados; llenos de triunfos y fracasos. ¡Qué difícil es entenderle a la vida! Quisiéramos que fuese diferente, pero le tenemos
que dar muchas vueltas, resolver muchos enigmas. No dejo de preguntarme, ¿qué sería de mí si no conociera la tristeza, el dolor?, no
lo sé, paradójicamente he dado respuesta a esto con más preguntas.
Dentro del camino de la vida podrás tener la compañía o la presencia de algunas
personas especiales que han marcado en ti una huella, pero también podrás
sentir momentos de una terrible soledad; podrás observar las huellas que han
quedado impregnadas dentro de tu camino y te darás cuenta de lo que en realidad
necesitabas.
Dentro de este camino hay espinas que nunca saldrán de tu interior, las
llevarás sin poderlas compartir, habrá estrellas que te señalarán el camino,
pero quizás nunca llegues a palpar su calor; habrá momentos que rebasen tu
felicidad y momentos de una gran agonía. La vida es un subir y bajar de
emociones, es una vía peligrosa pero a la vez suele ser hermosa.
EL SER NO ES MÁS GRANDE POR
SU TAMAÑO SI NO POR LA FUERZA QUE SE ENCUENTRA EN SU INTERIOR:
¿Qué pasaría con las ilusiones y con los logros si
entre ellos no existe un esfuerzo? ¿Qué pasaría con caer y no levantarse? No
podríamos conocer el éxito, y nunca sentiríamos en nuestro interior la paz; hay
personas que luchan y consiguen llegar a la meta sin limitarse en ella, su
mirada siempre es hacia adelante.
De vez en cuando tendrás la necesidad de mirar hacia atrás, pero no es
necesario retroceder, es necesario escuchar el silencio, tal vez del silencio
escuches algo más profundo de lo que encuentres en la turbulencia, trata de
observar a tu alrededor; cada uno tiene un universo diferente, tal vez
inexplorado o sin descubrir, tal vez tú solo estés soñando y estás palabras no
sean más que una luz fugaz en tu vida.
La vida es un proceso que debemos hacer germinar. Llevar dentro de nuestro
corazón las semillas de la Esperanza, la Fe y El Amor. Nunca exterminemos esas
semillas, por el simple hecho que no entendamos los momentos críticos de la
vida. Qué bien dice el Salmo 34:12 ¿Quién es el
hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? El Señor protege la vida de los íntegros, y su herencia
perdura por siempre (Salmo 37:19).
P. Dennis Doren LC
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