Mons. José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), alentó a los fieles católicos a confesarse en Semana Santa para pasar de “la miseria a la misericordia”, ya que sin el perdón de Dios y sin su ayuda no se puede vencer al mal.
Así lo indicó el Prelado peruano en la homilía de la Misa del 3 de
abril, quinto domingo de Cuaresma, al reflexionar sobre el Evangelio de la
mujer adúltera a quien el Señor salva de ser lapidada, para luego perdonarla y
alentarla a no pecar más.
“Al final, quedaron solos Jesús y la mujer. San
Agustín en un magistral comentario de esta escena exclama: ‘Quedaron solos ellos, la
miseria y la misericordia’”, explicó
el Arzobispo.
“Queridos hermanos: la Semana Santa está cerca. ¿Tendremos
el valor de buscar al Señor en el sacramento de la Confesión y ponernos frente
a Él? Sin Dios no se puede vencer al mal del pecado”, continuó.
Mons. Eguren resaltó que solo el amor de Dios “nos
conforta desde dentro; solo su ternura derramada en nuestros corazones nos hace
libres. Si queremos la liberación del mal, hay que dejar actuar al Señor que
perdona y sana. Y lo hace sobre todo a través del sacramento de la confesión”.
“La confesión es el paso de la miseria a la
misericordia, es la escritura de Dios en el corazón humano. Allí leemos que
somos preciosos a los ojos de Dios, que Él es Padre, y que nos ama más que
nosotros mismos”, afirmó.
El Arzobispo peruano recordó que Dios no se cansa de perdonar y por eso
es importante que los fieles no se cansen de pedirle perdón por sus pecados.
“El Señor, no se cansa de perdonarnos. No nos
cansemos nosotros de pedirle perdón. No importa lo lejos que nos hayamos ido, o
lo profundo en lo que hayamos caído, su amor y su misericordia son más; son
siempre más, porque grande puede ser mi pecado, pero mucho mayor
es la bondad y la compasión de Dios, que son infinitas”, añadió.
Mons. Eguren afirmó que “también nosotros
podemos vivir en el sacramento de la Confesión este encuentro de salvación.
Nosotros, llevándole a Jesús nuestras miserias, nuestros pecados, y Él,
dándonos su perdón, un perdón que nos libera, y que nos permite recomenzar de
nuevo, como criaturas nuevas”.
El Prelado subrayó que “nunca hay que
olvidar que recibir el perdón de los pecados, a través de un sacerdote en la
confesión sacramental, nos permite experimentar lo mismo que vivió la
adúltera”.
“La amorosa presencia del Señor que no nos condena,
sino que más bien nos acoge y perdona en una experiencia siempre nueva,
original e inimitable, exhortándonos a no pecar más”.
El Arzobispo destacó que “en la confesión
sacramental experimentamos que nunca estamos solos, que el Señor quiere que le
demos nuestros pecados para Él darnos su gracia, la cual nos permite emprender
una vida nueva de santidad”.
“No tengamos miedo de confesarnos ahora que la
Semana Santa está por comenzar”, concluyó.
La Semana Santa 2022 se inicia el Domingo de Ramos, 10 de abril; y
concluye el Domingo de Resurrección, 17 de abril.
La invitación del Arzobispo peruano tiene uno de sus asideros en el
segundo de los cinco mandamientos
de la Iglesia, que pide “confesar
los pecados al menos una vez al año”.
Para leer la homilía completa de Mons. Eguren,
puede ingresar a este enlace
https://www.arzobispadodepiura.org/noticias/quedaron-solo-ellos-dos-la-miseria-y-la-misericordia/
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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