Sí,
soy un hombre que busca una mujer, pero no para una aventura, no quiero una
relación vacía en la cual el único condimento sea la pasión desenfrenada y a
veces hasta a escondidas por un par de horas y solo por mera satisfacción.
No busco
una cara bonita con un cuerpo escultural que carezca de sentimientos, empatía,
tacto y que sólo busca alimentar su egocéntrico modo de vida, su tremenda
vanidad y arrogancia continua.
Quiero
una Mujer que no le moleste que la vea despeinada y no tenga problema en darme
un beso al despertarse, que no tenga vergüenza de ducharse conmigo y mostrarse
desnuda siempre, sin importar las marcas que la vida ha tallado en su cuerpo a
través de los años.
Quiero
una Mujer que salga orgullosa a mi lado vestida muy elegante con su mejor
atuendo, pero que no tenga reparos en cambiarse la ropa para salir juntos a
hacer deportes o la tarea que sea necesaria, sin miedo a ensuciar sus manos o
romperse una uña.
Quiero
una Mujer sencilla, natural, auténtica, cristalina, sincera, leal, sin hacer
diferencias de raza, religión o edad, no la quiero ambigua, si muy segura de sí
misma, con carácter fuerte pero sin arrogancia, la quiero dulce y amorosa pero
nunca débil ni sumisa.
Soy un
hombre al que le gusta demostrar con hechos todo lo hablado. No me gusta hacer
promesas que no puedo cumplir pero cuando las hago por el motivo que sea, me
hago responsable de mi accionar.
Soy un
buen compañero y amante de los detalles, soy un hombre que prefiere lo
sencillo, un romántico y cursi caballero que aún aplica las leyes más básicas y
simples en el trato hacia una dama, sencillas cosas que hoy son casi olvidadas
en lo cotidiano.
No busco
la perfección de las cosas, pero si la simplicidad de los detalles, soy un hombre que busca una mujer, y en los momentos
en que no la busco, estoy aquí, sentando en la playa esperando que la marea
traiga el mensaje en la botella con el mapa que indica dónde está la mujer de
mis sueños.
Espero
poder hallarla.
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