En las Salinas de Huacho, en el pampón denominado "El Niño", vivía una familia que había emigrado de la sierra y que con el tiempo se sumaron algunos.
Cuentan
los salinenses que en la pampa nadie criaba caballos ni burros, apenas tenían
algunos animalitos de corral. Los niños en el amplio espacio jugaban siempre y
en eso vieron que apareció un caballo negro que saltaba y pateaba en el aire.
Los niños corrieron a sus casas para avisar a sus padres y éstos fueron tras el
animal para atraparlo con una soga. Ellos corrían y el animal también, ellos
descansaban y el caballo hacía lo mismo; todo altanero disimulaba como si
estuviera oliendo la arena.
Cuando
estaban a punto de cogerlo, el caballo de un salto se alejaba. Hacia el fondo
los vecinos avanzaban presurosos, algunos ya habían desistido en su propósito
de captura. Nuevamente estuvieron a punto de cogerlo y el caballo de un salto
desapareció.
Cuando
los vecinos avistaron otra vez, el animal se encontraba muy lejos y sin darse
cuenta estaban entrando a una huaca. Les invadió un gran miedo porque notaron
que el caballo había desaparecido.
Los
lugareños creen que fue un encanto, ya que el mal espíritu disimuladamente
llevaba a las personas a la huaca para desaparecerlos.
Tradición
oral recogida por: Yesenia Rojas Gómez.
Fuente:
Mitos y leyendas de Huacho y distritos aledaños. 2017.
Compilador:
Samuel Cornelio Abad.
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