Los obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana se unieron al Santo Padre en la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo.
Encabezados por Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, participaron en una
celebración que tuvo lugar en la Catedral de la Madre de Dios de Zarvanytsia,
un santuario mariano del oeste de Ucrania.
Según informaron a través de una nota de prensa, también se celebró una
sesión extraordinaria del Sínodo de Obispos, donde rezaron en la iglesia ante
el icono milagroso de la Madre de Dios de Zarvanytsia, uniéndose al mismo
tiempo al Santo Padre y al mundo entero a través de la transmisión en
directo.
Dirigiéndose a los fieles tras la consagración, el líder de la Iglesia
greco-católica ucraniana dijo que se trataba de un momento histórico, y que "cada uno de vosotros, en su momento, contará
a sus hijos, nietos y bisnietos que éste fue el momento de la victoria,
cuando entregamos el destino de Ucrania en manos de la Santísima Virgen
María".
Su Beatitud Sviatoslav añadió que la guerra que libra hoy Rusia contra
Ucrania es una lucha espiritual entre el bien y el mal. “La consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María es
el momento en el que creemos que el bien vencerá gracias a la oración de la
Madre de Dios”, defendió.
A continuación, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk explicó que “Rusia fue consagrada al Corazón Inmaculado de María
porque la Madre de Dios pidió que se hiciera este Acto porque desde allí el mal
se extendería por todo el mundo, destruyendo naciones, pueblos y trayendo
sufrimiento a las personas”.
“Rezamos por nuestros enemigos para que el Señor
detenga su mano asesina. Mientras que nuestra Ucrania, junto con el Santo
Padre, fue consagrada aquí, en Zarvanytsia, a la Protección de la Santísima
Virgen María, su Corazón Inmaculado, porque sabemos que hoy Ella, la Madre de
Dios, está con Ucrania, con nuestro pueblo que sufre”, señaló.
Su Beatitud Sviatoslav afirmó estar unidos “con
nuestros obispos de todo el mundo, en nuestros asentamientos en Europa Occidental, en América del Norte y del Sur, en Australia
y con todos los obispos católicos del mundo”.
Por último, aseguró sentir “que el mundo
entero está hoy con nosotros. Nuestro agradecimiento hoy es para el Santo Padre
Francisco, con quien hemos vivido estos momentos especiales y únicos".
POR ALMUDENA
MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
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