Esto es lo que debes saber de esta fiesta.
Fuente: Aci
Prensa
La Iglesia celebra hoy la Fiesta de la Cátedra
de San Pedro para recordar la autoridad del Vicario de Cristo en la tierra; por
tal motivo, el sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del
Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus, reflexionó sobre su importancia tanto en la
Iglesia como en el mundo entero.
“La Santa Sede, cuyo
concepto se remonta al banco de madera de un pescador, a quien el Señor nombró
Pastor de su Iglesia, es la más alta autoridad moral en todo el mundo
actual”.
“También los no cristianos
prestan atención a las palabras del Papa sobre la paz, migración y protección
climática”, escribió Mons. Kolfhaus en una columna publicada
en CNA Deutsch –agencia alemana del Grupo ACI– el 22 de febrero
de 2017.
El Papa “goza del
reconocimiento de alrededor de 170 estados y 20 organizaciones internacionales”
y “es reconocido en virtud de sus relaciones
de siglos con otros estados”, añadió el experto, al recordar que el
Pontífice es también un soberano sujeto de derecho internacional.
“El Papa, y solo él entre
todos los demás líderes religiosos, es quien goza de la autoridad de un jefe de
estado, equiparada a la de los presidentes. Y todo esto se lo debe, por así
decir, al banquillo de madera sobre el que se sentó San Pedro, cuando
enseñaba a la comunidad de Roma”, agregó.
No obstante, el sacerdote dijo que más
importante que los temas políticos es “la preservación
y auténtica interpretación de la fe,
que le fue confiada a Pedro y a sus sucesores”.
“A él le fue prometida –tal
como bellamente muestra el altar en San Pedro– la especial asistencia del
Espíritu Santo al explicar el Evangelio de Cristo desde la Tradición de la
Iglesia y sus padres”.
“El Papa, y solamente él,
tiene la potestad de las llaves, para atar y desatar. Él tiene poder directo,
inmediato, limitado solo por la Ley Divina sobre toda la Iglesia. Él es el
pastor supremo a quien le es confiado la totalidad del rebaño del Señor. La
Iglesia celebra hoy este elevado servicio del servidor de los siervos de Dios”,
enfatizó.
A pesar de estas características, Mons. Kolfhaus
recordó que cada Papa debe tener conciencia de que es un “hombre frágil y débil” y “necesita
constantemente purificación y conversión”.
“Pero debe tener también
conciencia de que del Señor le viene la fuerza para confirmar a sus hermanos en
la fe y mantenerlos unidos en la confesión de Cristo crucificado y resucitado”,
añadió.
Por otra parte, el sacerdote indicó que el Obispo de Roma se sienta en su cátedra para dar “testimonio de Cristo” y que ese poder conferido por Cristo a Él y a sus
sucesores “es, en sentido absoluto, un mandato para servir”.
“La potestad de enseñar, en
la Iglesia, implica un compromiso al servicio de la obediencia a
la fe”, recalcó.
Finalmente, Mons. Kolfhaus recordó que el Papa “no es un soberano absoluto cuyo pensamiento y voluntad
son ley”.
“Al contrario: el
ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su
Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse
constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios,
frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo
oportunismo”, concluyó.
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