Ni mintió a sabiendas ni jamás amparó a abusadores
Los profesores y
doctores Stefan Mückl, Helmuth Pree, Stefan Korta y Carsten Brennecke han hecho
público un comunicado en el que demuestran la falsedad de todas y cada una de
las acusaciones contra Benedicto XVI por su comportamiento en casos de abusos a
menores del clero cuando fue arzobispo de Múnich.
(Infocatólica) Por su interés, traducimos al
español el informe de los colaboradores de Benedicto XVI en el que replican a
las tesis que acusan al papa emérito de no haber manejado bien casos de abusos
por parte del clero.
Análisis de los
hechos por los colaboradores de Benedicto XVI
Prof.
Dr. Stefan Mückl - Roma (Derecho Canónico)
Prof. em. Dr. Dr. Mag. Helmuth Pree - "Ludwig-Maximilians-Universität"
de Munich (Derecho Canónico)
Dr. Stefan Korta - Buchloe (Derecho eclesiástico)
Abogado Dr. Carsten Brennecke - Colonia (Derecho a la libertad de expresión)
En
el informe sobre los abusos en la archidiócesis de Múnich y Freising se afirma que:
Joseph
Ratzinger, en contra de lo que afirma en el memorando redactado en respuesta a los
expertos, estuvo presente en la reunión del Ordinariato del 15
de enero de 1980, en la que se
habló del sacerdote X.
Y se afirma que el
cardenal Ratzinger había empleado a este sacerdote en la actividad
pastoral, aun conociendo los abusos cometidos por él, por lo que habría encubierto sus abusos sexuales.
Esto
no se corresponde con la verdad, según nuestras comprobaciones:
Joseph
Ratzinger no tenía conocimiento de que el sacerdote X. fuera un abusador, ni de que estuviera incluido en la actividad pastoral.
Las actas muestran que en la
reunión del Ordinariato del 15 de enero de 1980 no se decidió
incluir al sacerdote X. en la actividad pastoral.
Las actas también muestran que
en la reunión en cuestión no se discutió el hecho de que
el sacerdote hubiera cometido abusos sexuales.
Se trató exclusivamente
del alojamiento del joven Sacerdote X. en Múnich porque tenía que hacer terapia
allí. Esta petición fue atendida. Durante la reunión no se mencionó el motivo de la terapia.
Por lo tanto, en la reunión no
se decidió contratar al abusador para realizar trabajo pastoral.
En el informe de abusos de la
archidiócesis de Múnich y Freising se indica que: Con
respecto a su presencia en la reunión del Ordinariato del 15 de enero de 1980, Benedicto
XVI habría perjurado a sabiendas, habría mentido.
De
hecho, esto no es cierto:
La
afirmación contenida en las memorias de Benedicto XVI de que no participó en la
reunión del Ordinariato del 15 de enero de 1980 es efectivamente
incorrecta. Sin embargo, Benedicto XVI no mintió ni hizo una declaración falsa
a sabiendas:
En la redacción de las
memorias, Benedicto XVI contó con el apoyo de un grupo de colaboradores. Estaba
formado por el abogado Dr. Carsten Brennecke (Colonia) y los colaboradores para
el derecho eclesiástico El Prof. Dr. Stefan Mückl (Roma), que a instancias de
Benedicto XVI examinó los documentos, el Prof. Dr. Helmuth Pree y el Dr. Stefan
Korta. Se llamó a los colaboradores porque Benedicto XVI no podía analizar
la enorme cantidad de cuestiones por sí mismo en un corto período de tiempo y porque el bufete de abogados encargado del
informe pericial formuló preguntas que hacían referencia al derecho canónico,
por lo que era necesario un marco en derecho canónico para la respuesta. Sólo
se permitió al profesor Mückl ver los documentos electrónicamente, y no se le
permitió almacenar, imprimir o fotocopiar ningún documento. A ningún otro
colaborador se le permitió ver los documentos. Después de que el Prof. Mückl
examinara los documentos digitales (8.000 páginas) y los analizara, el Dr. Korta llevó a cabo un nuevo paso de procesamiento y cometió
inadvertidamente un error de transcripción. El Dr.
Korta anotó por error que Joseph Ratzinger no estuvo presente en la reunión del
Ordinariato del 15 de enero de 1980. Los colaboradores pasaron por alto esta
anotación errónea de una ausencia que no se había producido. Se basaron en la falsa indicación introducida erróneamente al no preguntar expresamente a
Benedicto XVI si había estado presente en esa reunión. Sobre la base
de la transcripción errónea del acta, se asumió en cambio que Joseph Ratzinger
no había estado presente. Benedicto XVI, debido a la gran prisa con la que tuvo que verificar su
memoria en pocos días, dados los plazos impuestos por los expertos, no se dio cuenta del error, sino que confió en la
supuesta transcripción de su ausencia.
No
se puede imputar este error de transcripción a Benedicto XVI como una
declaración falsa o una «mentira» consciente.
Además, no habría tenido
sentido que Benedicto negara intencionadamente su presencia en la reunión: de hecho, el acta de la reunión recoge declaraciones de
Joseph Ratzinger. Por lo tanto, la presencia de Joseph Ratzinger era
evidente. Además, en 2010 varios artículos de prensa informan -sin desmentirlo
posteriormente- de la presencia del cardenal Ratzinger en la reunión. Asimismo,
en una biografía de Benedicto XVI publicada en 2020 se afirma: «Como obispo, durante una reunión del Ordinariato en
1980, sólo aceptó que el sacerdote en cuestión pudiera venir a Múnich para
someterse a psicoterapia» (Peter Seewald, Benedikt XVI., Droemer Verlag
2020, p. 938).
El informe argumenta que:
El
informe de los expertos también acusa a Benedicto XVI de mala conducta en otros
tres casos. De hecho,
también en estos casos habría sabido que los sacerdotes eran abusadores.
Esto
no se corresponde con la verdad, según nuestras comprobaciones, de hecho:
En
ninguno de los casos analizados por el informe pericial Joseph Ratzinger tuvo
conocimiento de los abusos sexuales cometidos o de las sospechas de abusos sexuales cometidos por
sacerdotes. El informe pericial no aporta ninguna prueba de lo contrario.
En cuanto al caso del
sacerdote X. que se discutió públicamente en la reunión del Ordinariato en 1980
sobre el alojamiento que se le debía dar para la terapia, el mismo perito -en la rueda de prensa
del 20.01.2022 con motivo de la presentación del informe sobre los abusos- afirmó que no hay pruebas de que Joseph Ratzinger tuviera conocimiento de
ello. A la pregunta posterior de un periodista sobre si
los peritos pudieron probar que Joseph Ratzinger había tenido conocimiento de
que el sacerdote X. había cometido abusos sexuales, el perito afirmó
claramente que no hay pruebas de que Joseph Ratzinger tuviera conocimiento.
Sólo en la opinión subjetiva de los peritos sería «más
probable».
La rueda de prensa
está disponible en el siguiente enlace: https://vimeo.com/668314410
En el minuto 2:03:46 se puede
encontrar la pregunta del periodista: «Mi pregunta
sigue refiriéndose al caso del sacerdote X. ¿Puede el bufete de abogados probar
que el cardenal Ratzinger sabía entonces que el sacerdote X. era un abusador?
¿Qué significa »muy probablemente« en este contexto?» [...]
Un experto responde: «[...] Más probable significa que lo suponemos con mayor
probabilidad. [...]».
El informe pericial no contiene
ninguna prueba de una acusación de mala conducta o de conspiración en ningún
encubrimiento.
Como
arzobispo, el cardenal Ratzinger no participó en ningún encubrimiento de actos
de abuso.
El informe alega que:
En
sus memorias, Benedicto XVI habría restado importancia a los actos de
exhibicionismo. Como prueba de esta
afirmación se informa de la siguiente indicación contenida en las memorias: "El párroco X. fue señalado como exhibicionista,
pero no como abusador en sentido propio".
Esto no se corresponde con la verdad, de hecho:
En sus memorias, Benedicto XVI no minimizó el comportamiento exhibicionista, sino que lo
condenó expresamente.
La frase utilizada como supuesta prueba de minimizar el exhibicionismo está
sacada de contexto.
En las memorias, de hecho, Benedicto XVI dice con la mayor claridad que los abusos, incluido el
exhibicionismo, son "terribles", "pecaminosos",
"moralmente reprobables" e "irreparables". En la valoración canónica del hecho,
insertada en la memoria por nosotros los colaboradores y expresada según
nuestro juicio, sólo se quiso recordar que, según el derecho canónico entonces
vigente, el exhibicionismo no era un delito en sentido restringido, porque la
norma penal pertinente no incluía en el caso en cuestión conductas de ese tipo.
Así pues, la memoria de
Benedicto XVI no minimizaba el exhibicionismo, sino que lo condenaba clara y
explícitamente.
Esta comprobación de hechos
fue redactada por los colaboradores en alemán. En caso de que haya
discrepancias lingüísticas en el curso de la traducción, prevalecerá la versión
alemana.
Prof. Dr. Stefan
Mückl - Roma (Derecho Canónico)
Prof. em. Dr. Dr. Mag. Helmuth Pree -
"Ludwig-Maximilians-Universität" de Munich (Derecho Canónico)
Dr. Stefan Korta
- Buchloe (Derecho eclesiástico)
Abogado Dr. Carsten
Brennecke - Colonia (Derecho a la libertad de expresión)
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