Un informe señaló que Irlanda ha experimentado una caída drástica en el número de sacerdotes diocesanos en los últimos años, debido al aumento de los presbíteros fallecidos, así como la continua disminución de nuevas vocaciones y de irlandeses que se identifican como católicos.
En un informe del 8 de enero, el periódico The Irish Examiner reportó que “más del 21% del total de sacerdotes
y hermanos religiosos de Irlanda, tanto en servicio como jubilados, ha
muerto en solo tres años”. Esto indicaría que en este corto periodo de
tiempo el país ha sufrido el fallecimiento de 1 de cada 5 miembros del clero
diocesano.
La Conferencia de Obispos Católicos Irlandeses no pudo confirmar la
cifra, pues las estadísticas son registradas localmente por las 26 diócesis de
Irlanda y las órdenes religiosas.
El periódico señaló que a finales de 2018 habían “aproximadamente 2.520” miembros del clero irlandés, con cerca de
“1.800 sacerdotes activos y 720 clérigos jubilados”.
Indicó que según el Directorio católico irlandés oficial, murieron 520
sacerdotes y hermanos entre 2019 y finales del año pasado. Precisó que en 2019
murieron 166 sacerdotes y hermanos, en 2020 fallecieron 223 sacerdotes y
hermanos, y hasta septiembre de 2021 se reportaron 131 sacerdotes y hermanos
fallecidos.
Según el periódico local, “es probable que
las cifras de los directorios sean conservadoras, porque no todas las órdenes religiosas o diócesis informan la
muerte de su clero a Veritas”, que es el editor de los directorios.
Irlanda, un país de casi cinco millones de habitantes, también ha
registrado una disminución en el número de ciudadanos que se identifican como católicos en los últimos
años.
Según el censo de 2011, en ese año el 84,2% de la población irlandesa se
identificaba como católica. En el último censo realizado en 2016, esa cifra
disminuyó al 78,3%. El próximo censo se realizará en abril de este año.
En diciembre de 2021 el periódico irlandés señaló que
es probable que el número de sacerdotes activos en Irlanda se desplome cuando
el país salga de la pandemia del COVID-19.
Además, recordó que el clero diocesano pospuso sus jubilaciones para
apoyar a los sacerdotes que luchan por servir a la comunidad católica durante
la crisis de la pandemia.
Por ejemplo, en la Diócesis de Cork y Ross, nueve de los 94 pastores
tienen más de 75 años, que es la edad de jubilación.
Sin embargo, ningún sacerdote recién ordenado se ha unido a la diócesis
en los últimos cuatro años y se espera que solo uno lo haga en 2022.
El secretario diocesano, el P. Michael Keohane, explicó que debido a “varios factores, incluida la pandemia del COVID-19,
muchos de los sacerdotes que debían jubilarse en los últimos años continúan” sirviendo
a “tiempo completo”.
“Como resultado, el número de personas que han
superado la edad de jubilación es mayor, y se espera que a muchos de estos
sacerdotes se les permita jubilarse el próximo año”, concluyó
Traducido y adaptado por Cynthia
Pérez. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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