viernes, 14 de enero de 2022

40 REFLEXIONES Y VIVENCIAS

EL MILAGRO DE LOS MILAGROS ES EL MISMO JESÚS.

Los otros milagros no eran más que meras señales externas de alarma, avisos premonitorios del gran asombro.

También hoy Cristo es fundamentalmente Alguien que provoca admiración y asombro.

Pero una cosa es el asombro pasajero, como el de la brisa rozando las flores y otra, muy distinta, la fuerza, como la de un bautismo de fuego renovador, de un asombro que estigmatiza las almas para la exclusiva admiración de cristo.

No creo que un cristiano sea mucho más que eso: alguien para que quien Cristo es lo único esencialmente asombroso y, cuya admiración, las cosas y las vidas ofrecen atisbos admirables.

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