"Si le pides a Dios con un corazón sincero, “Dios, ayúdame a amar a las mujeres adecuadamente,” Él te dará la gracia para hacerlo. Nuestros corazones cambiarán, por lo que seremos motivados a amar a las mujeres no simplemente como un acto de obediencia a Dios o para hacer lo moralmente correcto, sino verdaderamente desde nuestros corazones. Esta transformación de la voluntad requiere tiempo, paciencia, y oración. Aprender de nuevo cómo mirar a las mujeres no es simplemente una decisión. Es un proceso. Implica una transformación masiva del corazón. Pero será sólo muriendo a nosotros mismos como nos convertiremos en hombres."
No hay comentarios:
Publicar un comentario