El Papa Francisco celebró la Misa de la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos en el Cementerio Militar Francés de Roma este martes 2 de noviembre. En su homilía, el Santo Padre recordó que “todos daremos un último paso, lo importante es que nos encuentre en camino”.
A continuación, el texto completo
de la homilía del Papa Francisco:
“Me viene a la mente un escrito a la puerta de un
pequeño cementerio en el norte: ‘Tú que pasas, para el paso y piensa, de tus
pasos, en el último paso’. Tú que pasas…, la vida es camino, todos nosotros
estamos en camino”.
“Todos nosotros, si queremos hacer algo en la vida,
estamos en camino, que no es un paseo ni un laberinto. No, es un camino. En el
camino nosotros pasamos delante de muchos, de muchos hechos históricos, delante
de muchas situaciones difíciles. Y también delante de los cementerios, y el
consejo de este cementerio es: ‘Tú que pasas, para el paso y piensa, de tus
pasos, en el último paso’”.
“Todos daremos un último paso. Y alguno podría
decirme: ‘Padre, no sea así, luctuoso, no sea trágico’. Pero es la verdad. Lo
importante es que ese último paso nos encuentre en camino, no dando una vuelta,
de paseo, sino, en el camino de la vida, y no en un laberinto sin fin. Estar en
camino para que el último paso nos encuentre caminando. Este es el primer
pensamiento que, diría, me viene al corazón”.
“Segundo pensamiento, sobre las tumbas. Esta gente
buena, murió en la guerra. Murió porque fue llamada a defender la patria, a
defender valores, a defender ideales. Y, otras muchas veces, defender
situaciones políticas tristes y lamentables. Son víctimas, víctimas de la
guerra que se come a los hijos de la patria. Y pienso en Anzio, en Redipuglia.
Pienso en el Piave, en el 14, tantos se han quedado allí. Pienso en las playas
de Normandía. 40.000 en aquella batalla. Pero no importa…, caían”.
“Me he detenido delante de una tumba. Allí.
‘Desconocido. Muerto por Francia 1944’. Ni siquiera el nombre. En el corazón de
Dios está el nombre de todos nosotros. Pero esta es la tragedia de la guerra.
Estoy seguro de que todos estos que han ido de buena voluntad, llamados por la
patria para defenderla, están con el Señor. Pero nosotros, que estamos en
camino, ¿luchamos lo suficiente para que no haya guerras? ¿Para que no haya
economías de países fortificadas por la industria de las armas?”.
“Hoy la predicación debería ser mirar a las tumbas.
‘Muerto por Francia’. Algunos tienen nombre, otros no, pero estas tumbas son un
mensaje de paz. Deteneos, hermanos y hermanas, deteneos. Deteneos, fabricantes
de armas, deteneos”.
“Estos dos pensamientos os dejo. ‘Tú que pasas,
para el paso y piensa, de tus pasos, en el último paso’. Que sea en paz, en paz
del corazón, en paz de todo. Segundo pensamiento: estas tumbas que hablan, que
gritan, por sí misma, gritan ‘paz”.
“Que el Señor nos ayude a sembrar y conservar en
nuestro corazón estos dos pensamientos”.
Redacción ACI Prensa
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