El P. Vincent Lampert, exorcista y párroco en la Arquidiócesis de Indianápolis (Estados Unidos), afirmó que los padres deben recordar los orígenes cristianos de Halloween y aclaró que el problema de esta fiesta no está en los disfraces o dulces.
"En última
instancia, no creo que haya nada malo con que los niños se pongan un traje, se
vistan de vaquero o Cenicienta y pasen por el barrio pidiendo dulces. Es una
diversión sana”, dijo en 2020 el P. Lampert en diálogo con CNA, agencia en inglés del Grupo
ACI.
El sacerdote aseguró que el
peligro radica en los trajes que glorifican el mal deliberadamente e infunden
miedo, o cuando las personas pretenden “obtener
poderes especiales” a través de la magia y brujería, aunque sea solo por
diversión.
"En el libro
de Deuteronomio, en el capítulo 18, se habla de no intentar consultar a los
espíritus de los muertos, tampoco a los que practican magia, brujería o
actividades afines. Aquello sería una violación de un mandamiento de la
Iglesia, al colocar otras cosas por delante de la relación con Dios".
"Y ese sería
el peligro de Halloween. Que de alguna manera Dios se pierde en todo esto, que
la connotación religiosa se pierda y finalmente la gente glorifique el
mal", añadió.
También dijo que es importante
recordar que el diablo y los espíritus malignos no tienen ninguna autoridad
adicional en Halloween, aunque lo parezca.
"El diablo
actúa por lo que la gente hace, no porque este haga algo por sí mismo. Tal vez
por la forma en que se celebra ese día, en realidad se invita a que el mal
entre a nuestras vidas", dijo.
Finalmente el P. Lampert aseguró
que una de las mejores cosas que los padres pueden hacer es utilizar Halloween
como un momento de aprendizaje y explicar a los niños “por
qué ciertas prácticas no conducen a nuestra fe e identidad católica”.
Por otro lado, Anne Auger, una
madre católica de tres niños en el estado de Winsconsin (Estados Unidos), dijo
a CNA, que si bien deja que sus hijos se disfracen y pidan dulces, siempre
verifica las casas por donde pasarán y así evitar aquella que están decoradas “con cosas temibles”.
"El año pasado
una persona llegó a la puerta vestida como un lobo demoníaco. A veces las
personas se visten como brujas y puedo entender eso, pero esto fue un nivel
completamente nuevo, tan diferente a cuando éramos pequeños".
También aseguró que los padres
deben enseñar a sus hijos el significado de Halloween, siempre en relación al
día de Todos los Santos.
"Les decimos
que estamos teniendo una fiesta porque celebraremos a los santos en el cielo, y
por eso salimos a pedir dulces”, añadió.
Kate Lesnefsky, otra madre
católica, con niños entre 3 y 16 años, también les permite que elijan sus
trajes para pedir dulces, siempre y cuando no infundan miedo o tengan aspecto
demoníaco.
Al día siguiente lleva a sus
hijos a la Misa por la Solemnidad de Todos los Santos, y la familia usa esto
como ocasión para hablar sobre la muerte y la santidad.
"Tengo una
hermana que murió cuando tenía 19 años. Entonces hablamos de diferentes
personas que sabemos que están en el cielo, de mis abuelos o de los diferentes
santos", dijo Lesnefsky.
Traducido
y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI Prensa
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