Como ha hecho ya en años anteriores, el Papa Francisco saludó al Perú que en este mes de octubre celebra la fiesta del Señor de los Milagros, la devoción más importante del país, que es además casi un distintivo de los peruanos que viven en el extranjero.
“Saludo a todos ustedes, queridos romanos y
peregrinos de varios países, en particular saludo a la comunidad peruana
–¡muchas banderas del Perú! – que celebra la fiesta del Señor de los Milagros”, dijo el Santo Padre luego del rezo del Ángelus el domingo 24 de octubre
en la Plaza de San Pedro.
“También el pesebre de este
año será de la comunidad peruana”, agregó el Papa en referencia al
nacimiento que presentará en Navidad la comunidad andina de Chopcca y que
adornará el Vaticano.
Desde hace algunos años los peruanos que viven en Roma y en distintos
lugares de Europa como España, llegan con el anda del Señor de los Milagros a
la Plaza de San Pedro para recibir la bendición del Papa en octubre.
Este año también se hicieron presentes y recibieron el saludo y los buenos
deseos del Pontífice.
En 2020, el Papa saludó a la comunidad peruana el 18 de octubre en
San Pedro y envió además una carta al Arzobispo de Lima,
Mons. Carlos Castillo, pidiéndole que aliente la oración al Señor
de los Milagros para pedir por el fin de la pandemia.
El 20 de octubre de 2019 el Papa también saludó a los miles de peruanos
que llegaron con la procesión del Señor de los Milagros y los exhortó: “¡Conserven
siempre la fe y las tradiciones de su pueblo!”.
El Señor de los Milagros, también llamado Cristo de Pachacamilla, Cristo
Morado o Cristo Moreno es una imagen de Jesús pintada en una pared de adobe que
se conserva en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú).
A mediados del siglo XVII los negros de Angola formaron la cofradía de
Pachacamilla y levantaron una edificación en donde uno de ellos pintó en la
pared la imagen de Cristo.
El 13 de noviembre de 1655 un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao
destruyendo buena parte de la capital y del puerto, dejando varios miles de
muertos.
Todas las paredes de la cofradía de los angoleños se cayeron, pero el
muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente, lo que
fue considerado un milagro.
Cada año aumenta la fe al Señor de los Milagros y, hasta antes de la
pandemia, su procesión por las calles de Lima en el mes de octubre congregaba a
millones de personas.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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