viernes, 17 de septiembre de 2021

SHAKIRA

ESTE 6 DE SEPTIEMBRE HE VISTO A MI PADRE, LLEGAR A SUS 90 AÑOS

Recordar cuan querido y celebrado es por todos los que le rodean me ha hecho reflexionar sobre mi propia vida, y preguntarme si algún día, como él, podré llegar a una edad avanzada, arropada de tanto y sincero amor.

No por las canciones que he escrito, o las ideas que se me hayan ocurrido, no por mi huella artística sino por mi legado humano.

¿Habré escuchado a los otros lo suficiente cuando una pena les afligía? ¿Celebrado sus alegrías, entendido y perdonado sus limitaciones? ¿Les habré dado mi atención ininterrumpida cuando la necesitaban o habré estado demasiado ocupada, consumida en mis propias preocupaciones, ausente en el móvil o absorbida por mis pequeñeces?

Dicen que la vida es un estornudo, pero quizá uno con él se puede contagiar de alegría a muchos.

Una alegría no perecedera, esa que nos hace asomar una sonrisa cuando se recuerda a alguien entrañable, a personas como mi padre, quien a lo largo de su vida ha repartido incansablemente su luz como una lámpara de inagotable aceite.

Los que le conocemos sabemos como hace sentir únicas y especiales a cada una de las personas que encuentra a su paso.

Les mira a los ojos, les escucha, les aconseja, conecta, ama.

Ha sido un escritor, un alma creativa, dueño de una vastísima riqueza literaria, e intelectual, pero no es aquello precisamente lo que celebramos en su día entre boleros, globos y bebidas.

A su edad las palabras puede que se hagan cada vez más esquivas o que en su fértil mente, las ideas brillantes se asomen cada vez con menos frecuencia.

Suele ocurrir que con los años, nos abandona primero aquello que ocupa nuestra periferia.

¡Pero ante todo pronóstico, en un ser irrepetible como él, sé que permanecerá lo intrínseco, lo primario; su capacidad de expresar y sentir el amor, su alegría, su luz, su carisma, y sobre todo su ritmo!

Porque lo verdaderamente importante no se lo devoran ni las fauces del tiempo.

¡Nada ni nadie nos quita lo bailao! ¡Ni el material del que estamos hechos y sino que se lo pregunten a Don Wi! ¡Ay cosita linda papá!

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