Una religiosa peruana relató cómo conoció a Abimael Guzmán, cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso fallecido el sábado 11 de septiembre, y contó una escalofriante historia: hace casi 40 años los terroristas secuestraron y asesinaron a 200 niños indígenas.
“Él me dijo ‘venga hermana, te voy a dar la
gaseosa. ¿Y cuántas hermanas son, de qué congregación eres, y esa casa donde
vives es del gobierno? Le dije todo porque de dónde iba a saber qué clase de
hombre era”, dijo la Madre Delfina de las
Franciscanas de la Inmaculada Concepción, que servía en la casa misión Santa
Teresita, en la localidad amazónica de Puerto Ocopa, departamento de Junín
(Perú).
En un informe de Gino Tassara, difundido originalmente por América TV en
septiembre de 2017, actualizado y retransmitido en Canal N y América TV tras la
muerte de Abimael Guzmán, la religiosa contó que confió en el cabecilla de
Sendero Luminoso porque no tenía forma de saber quién era realmente.
Con la información obtenida, Guzmán llevó al albergue un profesor de
educación física y, un miércoles en 1982, los terroristas de Sendero Luminoso
secuestraron a todos los niños que eran atendidos allí por las religiosas.
“Estaban toditos los niños formados y una madre se
paraba ahí para hacerlos rezar. Entonces la madre entró y yo también. Salí y no
había nadie. Corrí preguntando dónde están. ‘Vamos madrecita a ver’ y no había
nada. Seguro que los narcos los llevaron. Ojalá no les vayan a hacer nada a los
niños. Nos fuimos hasta el (río) Perené y silencio, no había nadie”, relata la Madre Delfina.
La casa misión o casa hogar se fundó en 1924 cerca de la confluencia de
los ríos Pangoa y Perené. Originalmente estuvo a cargo de los franciscanos,
para luego pasar a la congregación de las Franciscanas de la Inmaculada Concepción.
Allí atienden a niños, muchos huérfanos o abandonados, que procedían de las
comunidades nativas de la zona.
Tassara recuerda en su informe que los terroristas forzaban a las
religiosas y a los sacerdotes a hablar bien de los terroristas de Sendero Luminoso
pero, como rechazaban hacerlo, empezaron a asesinar a los niños asháninkas que
tenían secuestrados.
“No me haga contar del tema de los niños porque los
niños han muerto a montones, han muerto cantidad de niños. Todos los días los
enterrábamos, todos los días de dos en dos”, contó la
Madre Delfina entre lágrimas.
“Mucha pena tengo por los asháninkas, donde estén,
me acuerdo de ellos”, dijo la Madre Delfina. “No nos podemos olvidar”, agregó la religiosa.
Tassara dijo a ACI Prensa que no hubo sobrevivientes de los 200 niños
secuestrados y asesinados por Sendero Luminoso, y que los terroristas los
fueron dejando de dos en dos en la entrada de la capilla de la casa misión.
La religiosa recuerda que cuando los terroristas llegaban a la zona, el
único lugar al que no entraban era la iglesia, y allí escondía a los pobladores
para protegerlos.
Tassara también contó a ACI Prensa que la casa misión Santa Teresita no
era su destino original. Llegó allí porque se habían perdido con su camarógrafo
y, buscando salir de la zona, habían caminado durante hora y media en medio de
la selva hasta llegar al lugar.
En la casa misión hay ahora 200 cruces sobre las tumbas donde fueron
sepultados los pequeños asesinados por Sendero Luminoso.
El pueblo asháninka es la etnia más grande de la Amazonía y pertenece a
la familia lingüística arawak. También se les conoce como campas. Viven en la
selva central del Perú, con presencia en los departamentos de Cuzco, Ayacucho,
Junín, Pasco, Huánuco y Ucayali.
ABIMAEL GUZMÁN Y SU
LEGADO DE TERROR Y MUERTE EN EL PERÚ
El 11 de septiembre, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del
Perú confirmó que Abimael Guzmán, de 86 años, murió “debido
a complicaciones en su estado de salud” en el Centro de Reclusión de
Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao, donde purgaba cadena perpetua
desde 1992.
Guzmán encabezó en la década de 1960 una facción del Partido Comunista
Peruano que tenía como lema “por el Luminoso
Sendero de Mariátegui”, tomando como inspiración al escritor y político
peruano José Carlos Mariátegui.
En esa época Abimael Guzmán comenzó a usar el alias de “presidente Gonzalo”, con el que lo reverencian
los terroristas de Sendero Luminoso.
Para fines de la década de 1970, Sendero Luminoso emprendió el camino de
la violencia y el terror, bajo la ideología que describían como “marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo”.
Sendero Luminoso extendió la violencia desde la serranía sur del Perú,
especialmente el departamento de Ayacucho, a todo el país, asesinando
campesinos, líderes de comunidades, profesionales, policías, militares,
políticos y cualquier persona que consideraran un obstáculo en su camino al
poder.
Se estima que Sendero Luminoso asesinó a más de 30
mil personas.
No sería sino hasta el 12 de septiembre de 1992 que una labor de
inteligencia policial logra la captura de Abimael Guzmán en Lima, Perú.
Con la captura del cabecilla terrorista, Sendero Luminoso comenzó un
proceso de repliegue que los llevó a asociarse con el narcotráfico en regiones
inhóspitas del Perú y a crear un brazo político llamado Movimiento por la
Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF).
Desde el proceso electoral de 2021, que concluyó con la victoria del
actual presidente Pedro Castillo, este y varios miembros de su partido Perú
Libre han sido acusados de tener vínculos con el MOVADEF.
En su Plan de Gobierno, el partido del actual Presidente del Perú
asegura que “decirse de izquierda cuando no nos
reconocernos (sic) marxistas, leninistas o mariateguístas (sic), es simplemente
obrar en favor de la derecha con decoro de la más alta hipocresía”.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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