Tras la muerte de Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso y “el mayor genocida que ha existido en la historia del Perú”, el Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier del Río, expresó su preocupación por la posible infiltración de este grupo en el gobierno peruano y recordó los años de terror y muerte que dejó en las décadas de 1980 y 1990.
En su mensaje semanal
publicado este domingo 19 de septiembre por el Arzobispado
de Arequipa, el Prelado dijo que la muerte de Guzmán el 11 de septiembre “ha hecho que vuelvan a las primeras planas de los
diarios y noticieros las fotografías y notas de prensa que fueron habituales en
la década de 1980 e inicios de los ‘90, cuando Sendero Luminoso asesinaba y
destruía por doquier”.
“Lo seguimos recordando con dolor quienes vivimos
esa época en la que el terrorismo ocasionó la muerte de unos setenta mil
hermanos nuestros y causó daños materiales por miles de millones de soles a
nuestro país”, continuó.
Mons. Del Río recordó luego que fue misionero a finales de los ’80 en Ayacucho,
“la cuna de ese movimiento subversivo y antipatriota. Es imposible
olvidar el sufrimiento de tantas familias,
casi todas las que conocí, que habían perdido seres queridos asesinados o
desaparecidos”.
El Arzobispo rindió homenaje a varios sacerdotes y religiosas que fueron
asesinados por Sendero Luminoso, como el P. Víctor Acuña Cárdenas, “sacerdote dedicado a ayudar a los pobres” que fue
ultimado “por Sendero Luminoso en la mañana del 3
de diciembre de 1987, al terminar de celebrar la Misa en la capilla del mercado
de la Magdalena, en Huamanga”.
También se refirió a la religiosa Agustina Rivas López, más conocida
como hermana Aguchita, de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del
Buen Pastor, asesinada por Sendero el 27 de septiembre de 1990 y que próximamente
será declarada beata.
“Había llegado tres años antes al Vicariato
Apostólico de San Ramón, en la región Junín. Ante el incremento de las acciones
terroristas, tuvo la posibilidad de volver a Lima, pero optó por permanecer en
la misión en la Florida, donde se dedicó a apoyar a niñas, mujeres y familias
enteras que vivían en situación de extrema pobreza y abandono del Estado”, relató el Prelado.
Mons. Del Río también recordó el asesinato de 3 sacerdotes en 1991: los
polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski; y el italiano Alessandro
Dordi, que fueron beatificados el
5 de diciembre de 2015 en Chimbote.
El Arzobispo afirmó que “todos ellos fueron
asesinados porque quienes profesan la ideología marxista en sus diversas
versiones consideran que el Evangelio, la Cruz de Cristo y las obras de caridad
son obstáculos para la ‘revolución’, ya que esta se basa en el odio, la
división y la violencia”.
“¿Cómo no preocuparnos ahora que se habla tanto de
una posible infiltración de miembros o simpatizantes de Sendero Luminoso o sus
órganos de fachada en el gobierno peruano?”, concluyó.
En junio de 1989, los terroristas de Sendero Luminoso también asesinaron
al párroco Teodoro Santos Mejía en el distrito de Huaripampa de la provincia de
Jauja, departamento de Junín.
El 7 de febrero de 1990, el P. Reynaldo Sáenz, párroco del distrito de
Izcuchaca en el departamento de Huancavelica, fue interceptado y acribillado
por cuatro terroristas.
El 21 de mayo 1991, los terroristas de Sendero Luminoso mataron a la
religiosa australiana Irene Mc Cormack, de las Hermanas de San José del Sagrado
Corazón. Tenía 52 años.
ABIMAEL GUZMÁN Y SU
LEGADO DE TERROR Y MUERTE EN EL PERÚ
El 11 de septiembre de 2021, el Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos del Perú confirmó que Abimael Guzmán,
cabecilla de Sendero Luminoso, murió a los 86 años “debido a complicaciones en su estado de salud” en
el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao, donde
purgaba cadena perpetua desde 1992.
Guzmán encabezó en la década de 1960 una facción del Partido Comunista
Peruano que tenía como lema “por el Luminoso
Sendero de Mariátegui”, tomando como inspiración al escritor y político
peruano José Carlos Mariátegui.
En esa época Abimael Guzmán comenzó a usar el alias de “presidente Gonzalo”, con el que lo reverencian
los terroristas de Sendero Luminoso.
Para fines de la década de 1970, Sendero Luminoso emprendió el camino de
la violencia y el terror, bajo la ideología que describían como “marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo”.
Sendero Luminoso extendió la violencia desde la serranía sur del Perú,
especialmente el departamento de Ayacucho, a todo el país, asesinando
campesinos, líderes de comunidades, profesionales, policías, militares, políticos
y cualquier persona que consideraran un obstáculo en su camino al poder.
Se estima que Sendero
Luminoso asesinó a más de 30 mil personas.
No sería sino hasta el 12 de septiembre de 1992 que una labor de
inteligencia policial logra la captura de Abimael Guzmán en Lima, Perú.
Con la captura del cabecilla terrorista, Sendero Luminoso comenzó un
proceso de repliegue que los llevó a asociarse con el narcotráfico en regiones
inhóspitas del Perú y a crear un brazo político llamado Movimiento por la
Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF).
Desde el proceso electoral de 2021, que concluyó con la victoria del
actual presidente Pedro Castillo, este y varios miembros de su partido Perú
Libre han sido acusados de tener vínculos con el MOVADEF.
En su Plan de Gobierno, el partido del actual Presidente del Perú
asegura que “decirse de izquierda cuando no nos
reconocernos (sic) marxistas, leninistas o mariateguístas (sic), es simplemente
obrar en favor de la derecha con decoro de la más alta hipocresía”.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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