DESDE SU IDEÓLOGO, JOAQUÍN COSTA, HASTA SUS FORMADORES, COMO VÍCTOR GARCÍA HOZ, ERAN CATÓLICOS
DURANTE GRAN PARTE DE SU PERIODO COMO IDEÓLOGO DE
LAS MISIONES PEDAGÓGICAS, JOAQUÍN COSTA PROFESO UNA ARRAIGADA FE CATÓLICA.
Hace 90 años que las famosas
Misiones Pedagógicas se pusieron en marcha, mediante el decreto fundacional del
Patronato de Misiones Pedagógicas, promulgado siendo presidente del gobierno de
la Segunda República el católico conservador Niceto Alcalá-Zamora.
La historiografía
laicista propaga el discurso de que fueron el único logro pedagógico reseñable de la Edad de Plata española, época cultural correspondiente con
los primeros 36 años del siglo XX, y de que la Iglesia
Católica no tuvo nada que ver, pero esta afirmación carece de
suficiente base científica. Y no la tiene porque durante esa etapa la necesidad
de mejora de la enseñanza fue detectada por multitud de enfoques, incluido por
supuesto el de la Iglesia Católica española.
LOS
PIONEROS DE LAS MISIONES: EL PADRE MANJÓN O SAN PEDRO POVEDA CASTROVERDE
Fueron numerosas las iniciativas
de renovación pedagógica en España, fortalecidas por el Regeneracionismo de la
época que tenía el convencimiento de que el desarrollo vendría a través de la
educación. Muchas de estas iniciativas fueron emprendidas por pedagogos
católicos.
Si las Misiones Pedagógicas
pretendieron hacer llegar desde 1931 la cultura a la España rural, a los
pobres, campesinos, obreros, niños y pobladores de lugares de difícil acceso,
eso es algo que ya había hecho el padre Manjón con
las Escuelas del Ave María desde 1888 u otro cura católico, o san Pedro Poveda Castroverde, desde poco después, mediante
la promoción de la mujer a través de la Institución
Teresiana.
Institución, por cierto, de
la que salieron las primeras catedráticas universitarias
de la España moderna y que hizo Misiones Pedagógicas sin quitar
de ellas la religión cristiana antes de la Guerra Civil. No menos importante
era lo que ocurría en la época a nivel internacional: baste citar el caso
de María Montessori (1870-1952), pedagoga católica mundialmente
famosa y cuyos métodos se siguen practicando en la actualidad.
San Pedro Poveda
Castroverde, mártir de la Persecución Religiosa, creador de la Institución
Teresiana que mejoró la educación de los pobres a través de la formación de
maestras, y que también hizo Misiones Pedagógicas confesionales antes de la
Guerra Civil.
Sólo añadir que estos logros
modernos de la pedagogía católica no eran flor de un día, si no que estaban
enraizados en los más profundo de la tradición eclesial: baste mencionar al español José de Calasanz (1557-1648)
, inventor de la educación graduada por niveles y fundador de los escolapios,
o al francés san Juan Bautista de La Salle (1651-1719) cuyas reformas fueron
brutalmente barridas por la Revolución Francesa: ambos pusieron en marcha una
enseñanza gratuita y universal especialmente dirigida a pobres, campesinos,
obreros, etc., y no las ideologías totalitarias del siglo XX.
EL
PRIMER JOAQUÍN COSTA: CATÓLICO Y DECIDIDO TRANSMISOR DE CULTURA (1869-1876)
Pero la idea de las
Misiones Pedagógicas que cristalizaron en la segunda República salieron de la
cabeza del padre del Regeneracionismo español, Joaquín Costa, y no
de los krausistas –corriente filosófica de origen alemán que sólo tuvo éxito en
España- Giner o Cossío, que de aquel las copiaron. A esta conclusión es
obligado llegar cuando los estudiosos lo indican y los primeros escritos sobre
el tema lo atestiguan: quien después habló de ello
y lo continuó lo plagió del inventor, aunque ciertos discursos mantengan lo
contrario.
Un joven y entonces
‘ultracatólico’ Joaquín Costa –cuya formación fue promovida y
protegida por un tío suyo, cura católico, José Salamero, carlista y muy
culto– fue quien empezó a dejar por escrito la propuesta de
extender y hacer llegar la cultura,
la enseñanza, las mejoras pedagógicas, a los pobres y el ambiente rural, al
estilo de lo que ya hacía en España el padre Manjón entre otros.
Lo cuenta en varios artículos con
bastante detalle el estudioso Víctor Juan Borroy: ya en 1869 Costa
tenía clara esta necesidad y un auténtico programa escrito para llevarla a cabo
publicado en la revista ‘La Voz del Magisterio’, y posteriormente en su obra
‘Ensayo sobre fomento de educación popular’ (1871). Recoge Borroy:
«En 1869 defendió
(Joaquín
Costa) en La Voz del Magisterio (Huesca) las excursiones como
procedimiento idóneo para adquirir conocimientos relacionados con la realidad.
Además, proponía la celebración de conferencias para adultos sobre moral,
educación, higiene y economía doméstica; concluía proponiendo la organización
de misiones pedagógicas».
«Joaquín Costa compartió con los autores del
regeneracionismo la crítica a la sociedad española de la Restauración. Denunció
las carencias de las escuelas, de la formación del profesorado, reclamó
escuelas, misiones pedagógicas que acercaran la cultura a las
pequeñas poblaciones, becas para estudiar en el extranjero».
EL
JOAQUÍN COSTA DE LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA (1876-1911)
Después conocería a Giner, a
Cossío, y participaría en la fundación en 1876 de la
Institución Libre de Enseñanza –que sería apoyada también por
intelectuales de diverso pensamiento, incluidos católicos, estando los
representantes de las ideologías que confluyeron en el Frente Popular
prácticamente ausentes– y su fe entraría en crisis.
Pero cuando la necesidad de las
Misiones Pedagógicas la tenía perfectamente delineada, sus convicciones
católicas eran vigorosas y profundas. Tras fallecer en 1911, las
ideas fueron copiadas y otros las hicieron suyas sin poner énfasis en el origen de las
mismas.
Y ¿de
dónde tomó Costa la inspiración? Pues de la tradición pedagógica
católica, como no podía ser de otra manera (no existía otra).
Él mismo lo dice en sus escritos
al hablar de ‘Conferencias ambulantes’ o
‘Misiones científicas Populares’. Estas
estaban, a su vez, claramente inspiradas en las Misiones
Populares católicas, evangelizadoras y alfabetizadoras, al estilo de
lo que se había llevado a cabo durante le evangelización de América o
Filipinas, donde el avance del evangelio había supuesto el nacimiento de los
primeros colegios y universidades de esas zonas.
LOS
PRIMEROS ESCRITOS DE COSTA SOBRE LAS MISIONES, BASADOS EN CIENTÍFICOS CATÓLICOS
En escritos como Misiones Populares (1871), Instrucción
primaria (1871), Ensayo sobre fomento de educación popular (1871); Costa
llega a poner como ejemplo las conferencias pronunciadas en la España de la
época por los científicos católicos Juan Vilanova Piera o Luis Justo Villanueva, iniciativas que el propio Costa
señalaba se habían puesto en práctica también en la Alemania de Juan Cristiano
Oersted, experto en electromagnetismo. Costa se remontaba incluso al ilustrado
español fray Benito Jerónimo Feijoo.
En dichas obras Costa entrevera frases como:
«En 1861 decía un sacerdote del Obispado de Amiens
a un franciscano español, que hacia las misiones en el Norte de Francia, estas
expresivas palabras: "más hacen V. V. sin mover los labios con su hábito,
sus pies descalzos y su Santo Cristo, que nosotros con todos los sermones».
«Dos o tres pobres
frailes llegan en misión á un pueblo, y ponen en movimiento toda la comarca: los trabajadores dejan la taberna por el sermón,
los empedernidos se arrepienten, los usureros rebajan el interés, los pueblos
vecinos llegan en romería, se reparten premios, se inician cultos, se restauran
capillas y hospitales, resucitan prácticas olvidadas, y recobra la fe una
autoridad que quizá había perdido… He aquí un campo nuevo que se abre á
la noble ambición de las Misiones».
Ya en 1899, es decir mucho antes
de 1931, Joaquín Costa propuso enviar algunas personas, en grupos de dos o tres
por región, "a modo de misioneros", para
que en las principales localidades reuniesen a los maestros rurales y les
explicaran de forma práctica "qué es lo que en
las condiciones actuales podrían hacer con objeto de mejorar la
enseñanza".
Desgraciadamente falleció en
1911, y la idea pedagógicas de Costa se las apropiaron Giner y Cossío de la
Institución Libre de Enseñanza, siendo finalmente Cossío presidente fundador
del Patronato de las Misiones Pedagógicas en 1931. Pero abundando en la inspiración católica de dicho fenómeno habla también el hecho de que las Misiones
no terminaron en 1936, si no que tan sólo sufrieron un parón debido al desastre de la Guerra Civil.
VÍCTOR
GARCÍA HOZ, CONTINUADOR DE LAS MISIONES PEDAGÓGICAS
Nada se ha hablado hasta ahora de
la continuación de las Misiones Pedagógicas más allá de 1939, y nada mejor para
hacerlo que la narración del extraordinario pedagogo científico católico Victor García Hoz (1911-1998),
socio supernumerario del Opus Dei y primer doctor en Pedagogía de España,
creador del sistema de Educación Personalizada todavía en vigor en la red de
los Colegios Fomento creada por él mismo, y que fuera director del Instituto de
Pedagogía San José de Calasanz del CSIC hasta 1981.
Víctor García Hoz escribió sobre las Misiones
Pedagógicas del CSIC, realizadas a partir de 1943, en éstos términos:
»Las Misiones
pedagógicas siguieron una doble orientación: continuar la obra
de difusión cultural e iniciar una tarea de orientación para el Magisterio
primario. Mientras el equipo de difusión cultural, actuaba en los pueblos
alejados, el equipo pedagógico actuaba en reuniones con inspectores y maestros
de una provincia o comarca.
»Dentro de la
penuria de medios con que por los años cuarenta se desenvolvía la vida
española, las Misiones Pedagógicas adquirieron
un desarrollo apreciable…se promovió la distribución de bibliotecas infantiles,
constituidas por libros recreativos y libros vinculados a las distintas
materias de enseñanza, históricos, geográficos, científicos ...
»En la decena de
años en que Misiones Pedagógicas estuvo vinculada al Instituto se distribuyeron
cerca de doscientos mil ejemplares. También se organizó el envío de bibliotecas
para los maestros, constituidos por libros de carácter pedagógico y libros de
tipo cultural, especialmente relativos a la historia y el pensamiento español.
Víctor García Hoz fue el primer
director del instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad
Complutense de Madrid, y también fundó la Sociedad Española de Pedagogía y su
revista Bordón, y fue académico de la Real de Ciencias Morales y Políticas.
LA
CONTINUACIÓN DE LAS MISIONES PEDAGÓGICAS POR EL CSIC
La tarea de continuación de las
Misiones Pedagógicas después de la Guerra quedó
encomendada al centro de investigación del CSIC Instituto de Pedagogía San José
de Calasanz, que las desarrolló
desde 1943 hasta 1953, momento en el que pasaron a depender con los nombres de
Misiones Educativas y Ediciones de Cultura Popular, de la Comisaría de
Extensión Cultural desde 1954 a 1972.
Es decir, que después de la fecha de finalización que la historiografía laicista les
da, en 1936, las Misiones Pedagógicas siguieron vigentes 19 años más.
Si no hubiera sido por la desidia
y el laicismo militante, el Instituto de Pedagogía San José de Calasanz del
CSIC estaría en este 2021 celebrando el 80 aniversario de su creación, ya que fue
fundado en 1941. Pero borrar del mapa la acción
católica en todos los niveles y particularmente en el científico ha sido
objetivo fundamental de
quienes quieren hacer prevalecer en la sociedad discursos sin base científica,
como el del origen de las Misiones Pedagógicas o el de la memoria
histórica.
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