Estas características afectan el comportamiento y la manera de ser de cada uno de nosotros.
Por: ¿Quién soy? (3) | Fuente: .
En el mundo en que vivimos encontramos personas
de todo tipo: desde el que es capaz de luchar por un gran ideal y lograrlo,
hasta aquél que se hunde en el vicio y la desesperación. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?
Existen muchas diferencias: tal vez lo que le tocó vivir a cada uno, u otra
circunstancia, pero la diferencia más importante es que el primero seguramente
supo educar sus sentimientos, imaginación y pasiones guiado por la inteligencia
y la voluntad y el segundo no.
Además de las facultades del alma: inteligencia,
voluntad, libertad y capacidad de amar,
la persona humana tiene otras características que enriquecen su personalidad.
En esta ocasión hablaremos únicamente de tres de ellas, que son: los
sentimientos, la imaginación y las pasiones.
Estas características afectan el comportamiento y la manera de ser de cada uno
de nosotros. Debemos conocerlas, saber cómo nos afectan y saber qué medios
podemos utilizar para educarlas.
La madurez de una persona depende de cómo maneja sus sentimientos, imaginación
y pasiones. Cuando vemos a alguien que se deja llevar por sus sentimientos o
por sus pasiones y no es capaz de utilizar su voluntad correctamente, decimos
que es inmaduro. En cambio, si observamos a aquellas personas que han logrado
educar sus sentimientos, su imaginación y sus pasiones, vemos que normalmente
son personas felices que logran también hacer felices a los demás.
Tomemos como ejemplo a una gran persona conocida por todos: la Madre Teresa de Calcuta. Fue su gran
sentimiento de ternura y compasión por los pobres y necesitados el que le
sirvió de motor para emprender su obra. Su imaginación le permitió concebir
posibilidades para ayudar a los demás. Grandes pasiones como el amor, el ansia
de justicia y la valentía le permitieron luchar día a día para seguir adelante.
Por otro lado, fue capaz de controlar sentimientos negativos como el
desaliento, la tristeza, etc. Fue capaz de controlar pasiones como la pereza,
la ira, etc., y cumplir así la misión que Dios le tenía encomendada.
Podemos analizar también otros líderes mundiales y concluir que ellos son lo
que son porque han sabido educar sus sentimientos y pasiones, así como su
imaginación
SENTIMIENTOS
Los sentimientos son las respuestas de nuestra emotividad a un estímulo. Por
ejemplo, nos agrada, por un lado recibir la visita de un amigo o amiga y nos
desagrada, por el otro, estar con una persona aburrida. Los sentimientos son
reacciones que son motivadas ya sea por causas externas o internas. Pueden
durar mucho o ser pasajeros.
Nosotros no provocamos nuestros sentimientos ni tampoco podemos evitarlos. Sin
embargo, podemos dejarnos llevar por ellos o no. Podemos también alejarnos o
acercarnos a la causa que los provoca. Y, sobre todo, podemos controlar la
reacción que los sentimientos inducen nuestras acciones dado que un sentimiento
nos puede llevar a hacer cosas buenas y positivas.
Por ejemplo: Vamos a suponer que muere un familiar cercano al que queríamos
mucho. No podemos evitar sentir tristeza; pero sí podemos controlar nuestra
reacción: en lugar de sentarnos en un sillón a
llorar, podemos buscar la manera de ayudar a los demás familiares...
MEDIOS PARA EDUCAR LOS
SENTIMIENTOS:
· Aprender a poner en orden los sentimientos para
que ellos no nos controlen.
· Cultivar la capacidad para reaccionar en forma positiva ante las situaciones
importantes. Para adquirirla bueno, tener sentimientos.
· Cumplir el deber siempre, sean favorables o desfavorables los sentimientos.
· Remover (eliminar) la causa de los sentimientos adversos. No tratar de
cambiar los sentimientos, sino lo que los provoca.
IMAGINACIÓN
La imaginación es una aptitud o disposición para reproducir, combinar o crear
imágenes o ideas mentalmente. Aumenta nuestra creatividad y nos permite visualizar
ideas o ideales.
La imaginación puede ser nuestra gran aliada, pues nos ayuda a concebir ideas
que podemos llevar a cabo. Sin ella viviríamos estancados, sin avanzar. Nos
ayuda a crear nuevos proyectos, a pensar la mejor forma de lograrlos. Es la sal
de la vida.
No obstante también debemos cuidarla porque es capaz de distorsionar la
realidad y hacernos creer como cierto algo que no lo es. Santa Teresa de Ávila
la llamaba "la loca de la casa", al advertir a sus novicias de los
peligros que puede tener el dejar trabajar a la imaginación sin el control de
la razón.
MEDIOS PARA EDUCAR LA IMAGINACIÓN:
· Ser consciente de la diferencia entre realidad e
imaginación.
· Sustituir los pensamientos negativos o dañinos por ilusiones sanas y
atractivas.
· Dejar volar la imaginación únicamente en ciertos momentos, con finalidades
específicas y razonadas, sin que afecte la realización de nuestras tareas y
deberes, ni nuestra convivencia con los demás.
PASIONES
Las pasiones son la energía de las personas. La energía nos lleva a actuar.
Debemos aprender a encauzarlas, ya que una energía descontrolada puede ser muy
nociva. Al igual que los sentimientos, no podemos evitarlas, pero sí canalizar
su fuerza para el bien de todos.
Cada pasión tiene dos aspectos: uno positivo y otro negativo, según nos lleve a
un buen fin o a un mal fin. Por ejemplo, se dice que el orgullo es malo, pero
bien encauzado hace que una persona se sienta realizada, satisfecha y contenta
de su familia, de su trabajo, etc.
Las pasiones bien encaminadas son el motor de nuestra vida, son las que han
conquistado los más grandes logros en este mundo. La pasión más grande del
cristiano debe ser el amor, amor que es capaz de hacer hasta lo imposible por
lo amado. Procuremos orientar y cultivar nuestras pasiones hacia el bien.
EXISTEN DOS TIPOS DE PASIONES: DE AUTOCONSERVACIÓN Y DE
AUTORREALIZACIÓN.
1. Pasiones de autoconservación: Son las
energías que nos ayudan a lograr la protección de nuestra vida física y nuestra
conservación como especie humana. Algunos ejemplos de estas pasiones son:
* Deseo de descanso: Tendencia a recuperar nuestras
fuerzas. Sin equilibrio, el deseo de descanso se puede convertir en pereza.
* Deseo sexual: Impulso hacia las personas del sexo complementario para la
conservación de la especie. Sin equilibrio, el deseo sexual se puede convertir
en erotismo.
* Hambre: Tendencia a la propia conservación por la alimentación. Sin
equilibrio, el hambre nos puede llevar a la gula.
* Sed: Tendencia a la propia conservación por la bebida. Sin equilibrio, el
deseo de beber nos puede llevar a la embriaguez.
2. Pasiones de autorrealización: Son las
energías que nos ayudan a conseguir la protección de nuestra vida psíquica, es
decir, el sano fortalecimiento interno de nuestra propia personalidad. Algunos
ejemplos de estas pasiones son:
* El deseo de amar y ser amado. Sin equilibrio,
puede convertirse en envidia o celos.
* La valentía. Sin equilibrio, se puede transformar en temeridad.
* El sentimiento de rechazo hacia algo o alguien. Sin equilibrio, puede mudar a
odio.
* El orgullo. Sin equilibrio, se puede convertir en soberbia.
* El deseo de justicia. Sin equilibrio, nos puede llevar a la ira.
MEDIOS PARA EDUCAR LAS
PASIONES:
· No suprimir sino encauzar.
· Darnos cuenta de las pasiones que predominan en nosotros, para manejarlas.
· Fortalecer nuestra voluntad mediante el sacrificio, para aprender a controlar
nuestras reacciones e impulsos.
· Conocer y reconocer lo que provoca y despierta negativamente nuestras
pasiones más fuertes. Así podremos vigilar lo que las desmanda y protegernos.
· Aprovechar nuestras pasiones fuertes para orientarlas hacia grandes ideales y
proyectos.
· Cuidarnos de los ambientes que desatan fácilmente las pasiones. Porque quien
se acerca al agua, tarde o temprano se moja.
Se han puesto de moda ciertas asociaciones que promueven unas dinámicas de
grupo en las que prometen "la liberación de
presiones", el "autoconocimiento",
la "autorrealización", y
otras cosas por el estilo. Hay que tener mucho cuidado para no caer en sus
trampas, pues generalmente en estos grupos se realizan dinámicas contrarias a
la dignidad de la persona humana como "gritar
como animales", "arrastrarse", "tocarse",
"desfogar los sentimientos internos", "liberar las
emociones", y presionan fuertemente a todos los presentes a
participar en estos ejercicios, aun en contra de su voluntad.
Se conoce que los resultados de este tipo de dinámicas de grupo son siempre
nocivos, pues llevan a la persona a la angustia, a la pérdida de identidad y a
la pérdida de los valores más íntimos.
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