Monseñor Rossetti es un sacerdote de Washington DC que acaba de publicar un libro en el que repasa alguna de las supuestas anécdotas de su vida 'atendiendo a poseídos'
Hay cosas que nunca cambian. Los demonios y casos de posesión infernal, tampoco. Décadas después de que el tema saltara a la cultura popular de la mano de la extraordinaria película de William Friedkin, los diablos de mundos antiguos siguen colonizando cuerpos y almas de inocentes dejando síntomas en su víctima ciertamente parecidos con los escenificados en la ficción cinematográfica por la actriz Linda Blair.
Y si no que se lo digan a Monseñor Rosetti, un sacerdote católico de
Estados Unidos que dice realizar hasta 20 exorcismos a la semana en Washington
DC y que acaba de publicar un libro en el que relata sus experiencias y su
peculiar batalla personal contra "demonios y
maldades satánicas", como él mismo define en una entrevista para 'The New York Post'. Otro
tomo más que añadir a los amantes de la literatura demoníaca, que a pesar de no
tener fecha de publicación en nuestro país, sorprende porque sus historias
hablan de las supuestas nuevas formas que tienen los demonios de llegar hasta
sus víctimas, ahora incluso a través de la
tecnología más cotidiana.
"ANTES SE METÍAN
DENTRO DE LAS LÍNEAS ELECTRÓNICAS, INTERFIRIENDO EN LOS TELEVISORES Y LAS
LÁMPARAS DE LAS CASAS. AHORA SE METEN EN LOS TELÉFONOS MÓVILES"
"Los exorcismos han crecido exponencialmente en la última época", asegura. "Estados Unidos es un país atormentado por la falta de concordia y la crisis moral, está demoníacamente oprimido". Este es uno de los titulares más graves que realiza en su entrevista de presentación de 'Diary Of An American Exorcist: Demons, Possesion and the Modern-Day Battle against Ancient Evil'. "Y además creo que va a ir a peor lejos de mejorar".
Puertas que se abren y se cierran de golpe,
televisores que se encienden y se apagan espontáneamente, perros que no cesan
de ladrar o víctimas que se comunican en idiomas antiguos. La fenomenología del
endemoniado está ahí, creas o no en los casos paranormales. Y Monseñor Rosetti no deja de enfatizar que ha
visto "cosas asombrosas que no son humanamente imposibles". Presidente
y fundador de la organización St. Michael Center for Spiritual Renewal dedicada
a supervisar y organizar las sesiones de exorcismo por toda la ciudad de Washington
DC, recalca que no ha visto hechos tan desagradables como los que
frecuentemente se asocian a un poseído en las películas: nada de giros de 180
grados de la cabeza, levitaciones repentinas o vómitos verdes, pero afirma que
sí que se ha enfrentado al diablo de cerca.
NADA FRENA AL MIEDO:
POR QUÉ NOS SEGUIMOS CREYENDO LAS HISTORIAS DE TERROR EN PLENO 2021
"En un exorcismo, los demonios se ven envueltos en una tortura santa que sospecho que es peor que los fuegos del infierno", asegura solemnemente al diario neoyorkino. "Se retuercen de dolor". Él tampoco queda a salvo, ya que según relata, muchas veces estas entidades diabólicas infligen daños físicos en la persona que intenta echarles. "Mi estómago comenzó a sentir náuseas y la sensación de malestar se extendió rápidamente de mi cabeza al resto del cuerpo", recuerda en uno de sus casos. "Todo mi ser se sintió espiritualmente asediado durante la sesión que practiqué".
"ELLA
NOS PERTENECE"
Pero lo más sorprendente de su cuestionable
testimonio es cuando menciona y describe aquellos casos en los que el demonio
se filtra a través de Internet y los servicios de chat. Una locura. En su
entrevista menciona el caso de una joven que sufrió una quemadura en
su hombro con forma de cruz invertida. Mientras atendía a la joven, su padre comenzó a recibir
mensajes de texto en su móvil, en los que el supuesto demonio le decía: "Ella nos pertenece".
"LOS
DEMONIOS ODIAN LA ESTOLA Y ME SIGUEN DICIENDO QUE ME LA QUITE"
Rosetti asegura que se puso a investigar y
descubrió que el teléfono móvil de quien enviaba los mensajes coincidía con la
de la joven. Pero después de revisarlo concluyó que no había pruebas
fehacientes de que su hija los hubiera mandado. Dos
opciones: o realmente el espíritu maligno se había apoderado de la línea
telefónica de la joven para chatear con su padre o es una estafa... "Varios exorcistas han tenido experiencias
similares en las que detallan que recibían mensajes de texto de seres
diabólicos, ¿y por qué no?",
opina el exorcista. "Antes se metían dentro de
las líneas electrónicas, interfiriendo en el funcionamiento de televisores y
lámparas de las casas. Ahora se meten en los teléfonos móviles".
Según dice, la causa de su posesión parecía estar en
el padre y sus tendencias satánicas. Siendo niña, su progenitor participó en
cultos satánicos en misas clandestinas (en Estados Unidos el satanismo es una
creencia socialmente asentada, teniendo muchas disciplinas y organizaciones, no
en vano uno de los libros más leídos es la 'Biblia Satánica' (1969) de Anton Szandor LaVey, un ocultista
nacido en Chicago que llegó a fundar la Iglesia de Satán). Ella, en cambio, se
encomendó a la fe católica. "A los demonios no
les gustó, y la reclamaron quemando esa cruz invertida en su hombro. Entonces,
comenzó la batalla por su espíritu".
Monseñor Rossetti lleva desde 1999 involucrado en
este mundo de los exorcismos, habiendo sido entrenado por un experto de alto
nivel en El Vaticano. Comenta que normalmente recurre a su uniforme de
sacerdote con una estola púrpura sobre sus hombros, signo de la autoridad de la
Iglesia. "Los demonios odian la estola y me
siguen diciendo que me la quite", expresa. También lleva un
crucifijo benedictino en el que viene inscrito la frase en latín: 'Vade Retro Satanas'. Por
supuesto, siempre lleva consigo agua bendita, asegurando que los poseídos a
menudo vomitan espuma blanca cuando son rociados con ella.
¿Qué hacer para
evitar que antiguos demonios no penetren en la calma y tranquilidad de tu
hogar? Rossetti lo tiene claro: "Pon crucifijos en tu casa, una pila de agua bendita, estatuas
religiosas o un rosario. Estos son
elementos protectores", concluye, y es inevitable acordarse en los
típicos pisos antiguos de muchas de las ciudades y barrios de España, en las
que nunca faltan estos elementos católicos,
no para detener a las fuerzas oscuras, sino como mero adorno u ornamento de una
fe administrada.
Fuente: iStock
Por E. Z.
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