Preocupación por «las respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos»
Los obispos de la Conferencia
de Obispos Católicos de Cuba han instado a buscar «acuerdos
comunes» para acabar con la situación de protestas en el país desde el
pasado 11 de julio. «No se llegará a una solución
favorable por imposiciones, ni haciendo un llamado a la confrontación, sino
cuando se ejercite la escucha mutua»
(InfoCatólica) Las históricas y pacíficas protestas en la isla de Cuba
el domingo estuvieron causadas por la falta de libertad, crisis sanitaria y
de abastecimiento. Las manifestaciones en la isla han sido reprimidas con
detenciones y violencia. Los cubanos no pedían vacunas o pan, gritaban «libertad», «¡abajo la dictadura!», «queremos
libertad», «no tenemos miedo» o «patria y
vida».
La respuesta de la dictadura
cubana fue de más represión. El dictador, Miguel Díaz-Canel convocó a la
violencia por la televisión nacional: «La orden de combate
está dada, a la calle los revolucionarios». Y aseguró que está dispuesto
a defender la revolución «al precio que sea
necesario». El mandatario cubano, sorprendido por las manifestaciones
espontáneas que estallaron en varias ciudades del país - incluida La Habana -
hizo un llamamiento a sus adeptos para que «salgan
a las calles donde quiera que se vayan a producir estas provocaciones, desde
ahora y en todos estos días».
A
pesar de negar la represión, la realidad que recogían las
redes sociales (que pudieron evitar el apagón informativo impuesto por el corte
de internet en la isla) y algunos medios independientes era muy distinta ayer.
Algunos de ellos confirmaba la existencia de varias personas heridas en
Camagüey, según informó ‘14ymedio’; así como
de decenas de desaparecidos o detenidos.
«Han tenido la
respuesta que se merecían, y la van a seguir teniendo, como ha pasado en
Venezuela», aseguró
Díaz-Canel durante su comparecencia.
Entre los represaliados se
encuentran sacerdotes, como el P. Castór Álvarez. El MCL, que exigió ayer
la libertad para Cuba, denunció el lunes que su coordinador nacional Eduardo Cardet
Concepción está siendo «acosado y literalmente
cercado por representantes del régimen y turbas».
🇨🇺
CUBA | Un pueblo entero está gritando LIBERTAD!!!! #SOSCuba pic.twitter.com/CQjfvWPa2o
— Yusnaby Pérez
(@Yusnaby) July 12, 2021
COMUNICADO DE LOS
OBISPOS CUBANOS
Los obispos de la Conferencia
de Obispos Católicos de Cuba han instado a buscar «acuerdos comunes» para acabar con la situación de
protestas en el país desde el pasado 11 de julio.
«No se llegará
a una solución favorable por imposiciones, ni haciendo un llamado a la
confrontación, sino cuando se ejercite la escucha mutua»
En una muy medida nota, los obispos entienden que «el Gobierno tiene responsabilidades y ha tratado de
tomar medidas para paliar las referidas dificultades, pero también comprendemos
que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas
y, a su vez, a expresar públicamente cómo algunas medidas que han sido tomadas
le están afectando seriamente». Es necesario, advierten, «que cada persona aporte su creatividad e iniciativa y
que cada familia trabaje por su propio bienestar, sabiendo que cuando eso
ocurre, se está trabajando por el bien de la nación».
En estos momentos, como
pastores «nos preocupa que las respuestas a esos
reclamos sea el inmovilismo que contribuye a dar continuidad a los problemas,
sin resolverlos. No solo vemos que las situaciones se agravan, sino, también
que se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran
engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos
dañarían a todos».
Por tanto, en medio de esta
situación, los obispos cubanos piden que «se busquen acuerdos comunes y se den
pasos concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos
sin exclusión, a construir la patria «con todos y
para el bien de todos». En este punto, hacen mención a las palabras del
Papa Francisco, que «nos enseña que las crisis no
se superan con el enfrentamiento sino procurando un entendimiento».
Se desconoce quiénes deben ser
los «intelocutores» de ese tan deseado
diálogo para el entendimiento. Las protestas que comenzaron en dos ciudades al
sur de La Habana y luego se extendieron por el país no están encabezadas por
nadie, en Cuba no hay partidos políticos, tal como dice su constitución:
«El Partido
Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, vanguardia
organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la
permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior
de la sociedad y del Estado».
No hay nadie más reconocido
como interlocutor. La situación actual es la de unos miles de ciudadanos que se
juntan en la calle a gritar, sin ningún acto de violencia hasta la fecha y el
aparato represor con 62 años de entrenamiento.
TEXTO DEL COMUNICADO
A todos los cubanos
de buena voluntad:
Hermanos, no podemos cerrar
los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo, ante los
acontecimientos que ha vivido nuestro pueblo en el día de ayer, domingo 11 de
julio, y que en algunos lugares continúan hoy, donde en medio de las
restricciones por el aumento de contagio con el Covid-19 y, a pesar de ello,
salieron a las calles miles de personas en ciudades y pueblos de Cuba,
protestando públicamente, expresando su malestar por el deterioro de la
situación económica y social que vive nuestro pueblo y que se ha acentuado de
manera significativa.
Entendemos que el Gobierno
tiene responsabilidades y ha tratado de tomar medidas para paliar las referidas
dificultades, pero también comprendemos que el pueblo tiene derecho a
manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas y, a su vez, a expresar
públicamente cómo algunas medidas que han sido tomadas le están afectando
seriamente. Es necesario que cada persona aporte su creatividad e iniciativa y
que cada familia trabaje por su propio bienestar, sabiendo que cuando eso
ocurre, se está trabajando por el bien de la Nación.
En estos momentos, como
pastores nos preocupa que las respuestas a esos reclamos sea el inmovilismo que
contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos. No solo vemos
que las situaciones se agravan, sino, también que se camina hacia una rigidez y
endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con
consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos.
No se llegará a una solución
favorable por imposiciones, ni haciendo un llamado a la confrontación, sino
cuando se ejercite la escucha mutua, se busquen acuerdos comunes y se den pasos
concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos sin
exclusión, a construir la Patria «con todos y para el bien de todos». Esa es la
Patria que queremos.
Nos enseña el Papa Francisco
y, a su vez, las experiencias vividas, que las crisis no se superan con el
enfrentamiento sino procurando un entendimiento.
La violencia engendra
violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana
que costará mucho trabajo superar, por eso invitamos a todos a no incentivar la
situación de crisis, sino con serenidad de espíritu y buena voluntad, ejercitar
la escucha, la comprensión y la actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y
respete al otro para juntos buscar caminos de una justa y adecuada solución.
A la Virgen de la Caridad,
Reina y Madre de todos los cubanos, siempre manantial de reconciliación,
pedimos haga de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas, donde
prevalezcan la búsqueda de la verdad y el bien común.
La Habana, 12 de
julio de 2021.
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