El Puerto, fue desde principios de siglo hasta mediados del mismo y quizás sólo un poquitito más en el tiempo un bello balneario, una ensenada, una playita bien cuidada que quedaba entre las piedras y el muelle. Todas eran casas de madera, de agradable estructura, con su patio, sus flores que cambiaban de colores, sus muebles que eran justo, justo como para las casas. Las de amplios barandales estaban ubicadas alrededor de una placita, cuyo frente daba al muelle, ahí funcionaba la Capitanía.
El
Puerto, desde mucho es el centro de la actividad comercial pesquera del Norte
Chico, situado en el S.E. de la bahía, resguardado por la Punta Huacho de 60
mts. de alto por el lado Sur, por el Norte se adelanta más de una milla en un
peñasco puntiagudo contra el que se rompe el oleaje. Hacia el flanco Occidental
y Austral hay otras piedras visibles cerca a la playa que contribuyen a
resguardarlo.
Sobre la
punta Huacho, está el Faro que lleva el nombre del puerto, de destellos blancos,
de 10 millas de alcance, instalado sobre una torre de concreto de color blanca.
El cabezo del muelle muestra farolete, con luz roja fija, de 1 milla de alcance
luminoso.
Nos
imaginamos que los destellos del faro no sólo han servido a los caminantes y navegantes
a decirles donde está el puerto de Huacho, sino que ha servido para los amores
de luna y estrellas, de hombres y mujeres, de aves y animales. Así es, es que
hay tiempo para el amor y también para la parranda.
Transcurría
1925, los sábados eran de fiesta. Donde es hoy Carabela, era la casa de Pedro
Luna Arieta, aquel que fue Alcalde y que hizo una avenida que trajo nuevos
tiempos; al Puerto; El hogar de Manuel Alfaro que llegó a ser Teniente
Gobernador estaba junto a la Capitanía, vecino a Luna Arrieta. Los Lassús
vivían en una simpática casa de madera con dos escaleras laterales, 1O que hoy
es el Restaurante La Barca.
La
familia Trujillo tenía una hermosa casona de madera al costado de la Capitanía
frente a la Plazuelita. Sus hijas Isabel y Esther fueron reinas del carnaval.
En sus jardines se paseaban orondos los pavos reales y los canarios todos los
días, con su silbido colmaban los ambientes.
Se pasaba
una buena y cordial vida -entre amigos-, se respetaban las familias. Estaban
además de los indicados, los Arévalo, los Sarmiento, los Oliver, los Suárez,
los Beingolea, los Raffo. Venían en el verano los Álvarez, Calderón, los Graña,
los Licettti, los Fumagalli, hacendados de los valles de Huaura y Huaral.
Tudela
Garland era gerente de la Cía. Industrial, hoy Industrias Pacocha, también
residía en el Puerto. Uno de los Raffo se convertiría en Administrador de esta
Compañía.
Habían
varias agencias aduaneras: Los Duncan Fox, Ayulo y Cía., Darío Trujillo. Manuel
Arévalo era Jefe de la Agencia Aduanera Agencias Generales. Capitán de puerto
de entonces (1920-30), García Ferreccio.
El señor
Arévalo cuando terminó sus días, 1a Agencia Agencias Generales, administró la
Duncan Fox, Antonio La Rosa Montes, fue empleado de la Duncan Fox. Años después
sus hijos Marcelo y Orlando laboraron en la Agencia Ayulo.
La
Agencia Ayulo que gerenciaba Arsenio Rivera estaba por donde está actualmente
INDUMAR, por ahí bajaba la acequia denominada por los pobladores el río
pajarito, no era tan ancha como se aprecia en nuestros días.
Las
agencias aduaneras tenían gran actividad económica, se exportaba algodón,
azúcar, pasta (premiado de los residuos de la caña- forraje). La Cía Industrial
de Arturo Pittaluga (antecesora de la Pacocha) procesaba las pacas y el aceite.
El señor
Lorenzo Meza, papá de Eleuterio Meza, tronco de los Meza de Huacho, tuvo un
trato amable y afable como Jefe de todos los empleados portuarios.
La
familia Ortiz tenía una gran tienda. Don Nicolás Ratto un mini complejo
industrial, con su fábrica de fideos.
En el
cerro llamado de Atalaya, por la Capillita y la Manchurria habitaban los
pescadores que se caracterizaban por su buen trato para con los demás. Hoy
siguen viviendo ahí y algunos son armadores.
La
población por esos años de la década del 20, llegó a 2,000.
Era todo
un espectáculo contemplar por las mañanas la salida de los botes a la pesca...
y al regreso al Sr. Pedro Grados, él dirigía los botes cuando venían las olas
inmensas, se ponía en su bote, dándoles ánimo para que avancen y... bogaban...
bogaban... hasta que las barcas alcanzaban terreno fijo. Todos aplaudían y él
tomó el sobrenombre de el rey de los mares.
Los
bañistas preferían el muelle y nadaban hasta los botes.
¡Qué
tiempos aquellos!, unos dicen que Huacho fue más hermoso entonces, otros ahora.
En 1940 nuestro Alfredo López Romero comentaba que Huacho había ganado en
hermosura, porque había entrado en la adultez.
El
Puerto, con sus casas estampadas en el cerro, es un dibujo en perspectiva,
hecho por las traviesas manos de un colegial.
Todavía hay
un señor llamado Enrique Salazar Villafuerte, buzo, conocedor de los secretos
de este difícil oficio. Fiscal del Comité de su Comité de Desarrollo.
Sin más,
ni más, se hallan personajes pintorescos, el negro René Rojas, patrón de
patrones. El mono Robles, antiguo buzo. El patón y otros a los que se les
conoce por su apodo.
Humberto
Bazalar Pelo, Presidente del Comité, formado por los vecinos. El primero de
mayo de este año 1997 se reúnen por primera vez los del puerto con los de la
Manchurria, limpiarán las laderas que están saturadas de desmonte. Colaboran
120 soldados del ejército.
El Puerto
cuenta con un muelle de 221 mts. de largo, pilotes de fierro revestidos con
concreto, ubicado en la parte SE del puerto, con 16 mts. de ancho en el cabezo.
Es administrado por la Empresa Nacional de Puertos y sólo para lanchonaje.
El
moderno muelle artesanal construido por FONCODES se inauguró en 1995 por el
Ministro Sobeiro Taira, de 66 mts de largo por 8 mts. de ancho, con una
capacidad de 40 TM.
El local
actual de la Capitanía del Puerto se inauguró en 1967. Su primer capitán
Santiago Alexander Oneto. Hasta la década del 70 fue considerado puerto mayor,
luego estuvo inutilizado por el enarenamiento que produjo el desborde de la
irrigación Santa Rosa.
La
Capitanía presta servicios de vigilancia, control y seguridad. Dentro de su
jurisprudencia: por el Norte hasta Punta Atahuanca, por el Sur hasta Punta
Gritalobos. Don Leoncio Grados es el Sargento de playa que ejerce el control de
captura de pesca. La Capitanía es el ente de este control: tipo de pesca,
tamaño de especies, cantidad y calidad de las especies (aves guaneras,
delfines).
El
desembarcadero artesanal funciona desde el 88 construido por J.S. Calmet. Un
representante oficial del Ministerio de Pesquería es el IMARPE a cargo del Ing.
Jesús Barreto, que realiza estudios de especies como: cangrejos, choros, lisas
y similares.
El puerto
tiene un pequeño varadero de embarcaciones hasta quince toneladas. Y una
estación de radio VHF que atiende con canal 16 como Costera Huacho las 24 horas
del día.
En junio
de 1996 se sabía por boca del administrador de ENAPU que no obstante el mal
clima, había una producción importante de harina de pescado.
Ya es
costumbre observar frente al Malecón Roca grandes barcos de carga, que trae
como consecuencia la visita de muchos trabajadores de otros lares que
desembarcan en nuestra ciudad. El puerto queda a sólo 2 kms. de ciudad de
Huacho y lamentablemente su infraestructura vial está dañada con permanentes
inundaciones.
El año
pasado en el marco de la fiesta de San Pedro había reclamos de personas que
viven y laboran en el Puerto. Todavía parece que no se han resuelto por las
autoridades edilicias respectivas. Estas son: arreglo
de pistas, construcción de veredas a lo largo de la avenida Luna Arieta*,
erradicación del foco de contaminación marina
(educación en la población para que no bote su basura en los cerros ligados al
mar; Huacho arregle el motor del colector para que el desagüe se canalice
adecuadamente y la playa de antaño recobre su esplendor). Control industrial
por parte de algunas fábricas harineras que instalando plantas de agua de cola
pueden controlar los efectos contaminantes, así ha procedido sólo INDUMAR. E
iluminación de la Avenida Luna Arrieta**.
Terminemos
esta historia, con los mejores augurios para el puerto, viendo, asimilando los
barquichuelos de los pescadores que cortan la epidermis oceánica, para extraer
lo que Dios colocó en el mar, bonitos, pintadillas, lenguados, pejesapos,
corvinas. Poco sabemos de ellos, los que saboreamos el manjar marino que nos
trae la caserita.
HUACHO,
VERANO DE 1997.
* Se hicieron en este mismo año, en la gestión del Alcalde Izo Arakaki,
veredas en un trazo de la avenida Luna Arrieta.
** Se ha iluminado también en un trecho, después del año 97.
RESEÑA ESCRITA POR
JULIA DEL PRADO MORALES PUBLICADA EN SU LIBRO: “ENCUENTRO CON HUACHO Y ALLENDE
LOS MARES”
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