Monseñor Leo Cornelio es obispo de Bhopal, en la India, país que está padeciendo de manera terrible la pandemia de coronavirus. Los cristianos indios en muchos casos pertenecen a la clase más pobre y en ciertos lugares son incluso discriminados.
En una entrevista con Volker
Niggewöhner para Ayuda a la Iglesia Necesitada,
el prelado explica el papel fundamental de la Iglesia en la lucha contra la
pandemia en un país en el que los católicos son una pequeña minoría:
-NOS ESTÁN LLEGANDO
INFORMACIONES DRAMÁTICAS SOBRE EL COVID 19 EN INDIA. ¿CÓMO ES LA SITUACIÓN EN
SU ARCHIDIÓCESIS DE BHOPAL?
-La situación es dramática. Cuando la primera ola de Covid-19
golpeó al mundo, lo hizo con más fuerza en Europa y Estados Unidos que en
India. La gente y los líderes políticos se volvieron imprudentes. La segunda
ola nos cogió completamente por sorpresa. En el estado de Madhya Pradesh, mi
sede episcopal Bhopal y la ciudad de Indore se encuentran entre las más
afectadas. Ambas ciudades han estado confinadas durante casi siete semanas.
Todos los hospitales de aquí están llenos. Es
difícil conseguir medicamentos y oxígeno. En la actualidad, el número de personas que han
muerto a causa del Covid-19 supera las 300.000; pero extraoficialmente la cifra
es mucho mayor, ¡algunos observadores estiman que
es diez veces mayor! Porque muchos enfermos se han quedado en casa y han
muerto allí.
-¿CÓMO PUEDE ASISTIR LA
IGLESIA CATÓLICA A LA POBLACIÓN DURANTE ESTA CRISIS?
- En lo que respecta al
acompañamiento espiritual de los fieles, en la mayoría de las diócesis de India
tienen lugar regularmente celebraciones eucarísticas online. En la
archidiócesis de Bhopal, hemos dispuesto que nuestros párrocos acompañen a los
fieles a través de programas virtuales. Animamos a los párrocos a
ponerse en contacto con cada familia de su parroquia, que se
informen de las necesidades económicas y que ayuden a las familias en lo que
puedan. Por ejemplo, proporcionamos paquetes de alimentos. A menudo se hace a
través de las «pequeñas comunidades cristianas», un
movimiento laico muy activo en la India.
-LAS PERSONAS QUE
ATIENDEN ESPIRITUALMENTE A LA POBLACIÓN, ¿CORREN ESPECIAL RIESGO?
- En mi diócesis, 18 sacerdotes han contraído Covid-19 y uno ha fallecido.
También se ha contagiado un elevado número de religiosos y cuatro religiosas
han fallecido. En toda la India, más de 170 sacerdotes han muerto por Covid-19
hasta ahora, junto con un gran número de religiosos y fieles. A principios de
mayo falleció como consecuencia de una infección el obispo de Jhabua, Mons.
Basil Bhuriya.
-¿CÓMO PERCIBE EL
ESTADO DE ÁNIMO DE LA POBLACIÓN INDIA?
-Desde hace algunos años, nuestro
país se enfrenta cada vez más a tendencias de división provocadas por
ambiciones políticas. Las violaciones
de los derechos humanos básicos, la polarización religiosa y la cuestión de la
lealtad al Estado se han convertido en herramientas en manos de los gobernantes
para dividir al pueblo.
La pandemia nos enseña que
debemos luchar juntos si queremos sobrevivir. El poder político, la seguridad
económica, la salud física: todas estas cosas pasan
y no son permanentes. Lo que cuenta es la caridad, la fraternidad y la
compasión, valores que vivió la Santa Madre Teresa de Calcuta. Cada vez más
personas en la India reconocen este aspecto.
-¿SE VALORA EL
COMPROMISO DE LA IGLESIA EN UN PAÍS QUE SE DEFINE A SÍ MISMO COMO UNA NACIÓN
HINDÚ?
-En todas las situaciones de
crisis que nuestro país ha afrontado hasta ahora, la Iglesia en India ha
actuado por iniciativa propia. Sacerdotes,
religiosos y otros colaboradores de la Iglesia han estado al frente de las
labores de ayuda y reconstrucción. Las instituciones
eclesiásticas, como los hospitales y las estaciones de asistencia médica, han
sido reconocidas por el Estado. Sin embargo, a veces se recela de que la
Iglesia intente convertir a la gente a través de su trabajo. Estos críticos no
entienden la actitud de Cristo, que dijo: «cuanto
hagáis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis».
-¿HAY ALGO QUE LE ANIME
EN LA CRISIS ACTUAL?
-La pandemia ha vuelto a unir más
a los indios. En Bhopal y en otros lugares, la gente se ha juntado para
proporcionar alimentos, alojamiento, ayuda médica y más cosas. Aunque la Iglesia católica es una pequeña minoría, hemos
estado ahí desde el principio. Nuestras parroquias han distribuido paquetes de
alimentos, máscaras protectoras y desinfectantes a las personas necesitadas.
Hemos creado un puesto de cuarentena en nuestro centro pastoral diocesano para
recibir y atender a los indigentes. «Cumple con tu
deber; que la recompensa no te preocupe», dice un proverbio indio.
Confiamos en que habrá luz al final del túnel.
-¿CUÁL ES SU MENSAJE
PARA LOS BENEFACTORES DE «AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA»?
-Queridos amigos: les agradezco toda la ayuda que nuestras personas necesitadas han
recibido a través de esta fundación que
trabaja en todo el mundo. Así nos convertimos en una “familia
de la caridad”. Así podemos encontrar y experimentar la misericordia y
la ayuda de Dios. ¡Que Dios bendiga su generosidad!
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