Presidente del comité doctrinal de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos
Kevin C. Rhoades
obispo de Fort Wayne-South Bend, Indiana, y presidente del comité de doctrina
de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) ha explicado en una
entrevista la razón por la que los obispos estadounidenses le han encomendado
la redacción de un documento sobre la Eucaristía y cómo ha de afrontarse la
polémica por el hecho de que haya políticos católicos favorables al aborto y
otras leyes inicuas que comulgan.
(OSV/InfoCatólica) En los meses previos a la
asamblea general de primavera de los obispos de EE.UU., celebrada del 16 al 18
de junio, los titulares de los medios de comunicación, tanto seculares como
católicos, se centraron principalmente en una cuestión: el potencial de un documento sobre la coherencia eucarística y lo que
ello significaría en la esfera política.
Desde que los obispos votaron
a favor de preparar el documento, la atención de los medios de comunicación se
ha vuelto aún más incisiva y a la vez confusa. En una entrevista con Our Sunday Visitor (OSV), el obispo Kevin C.
Rhoades de Fort Wayne-South Bend, Indiana, que preside el comité de doctrina de
la USCCB (y que también es presidente de la Junta Directiva del OSV), explica
por qué los obispos votaron a favor de redactar un documento de enseñanza sobre
el misterio de la Eucaristía y lo que significa para todos los católicos de los
Estados Unidos.
¿PUEDE EXPLICAR POR
QUÉ UN DOCUMENTO SOBRE LA EUCARISTÍA, INCLUYENDO UNA SECCIÓN SOBRE LA
COHERENCIA EUCARÍSTICA, ES TAN IMPORTANTE EN NUESTRO TIEMPO Y CULTURA ACTUALES?
Tal y como los obispos
analizamos en nuestra reunión, hay una gran necesidad de un renacimiento
eucarístico en la Iglesia, una comprensión más profunda del misterio eucarístico
y su centralidad en nuestra vida. Se ha encomendado a la comisión de doctrina
la tarea de preparar este documento. El esquema que presentamos al conjunto de
obispos utiliza el esquema seguido por el Papa Benedicto XVI en su exhortación apostólica Sacramentum caritatis:
la Eucaristía como un misterio que hay que creer, un misterio que hay que
celebrar y un misterio que hay que vivir. Dentro del apartado de la Eucaristía
como misterio a vivir, surge el tema de la coherencia eucarística. Estamos
llamados a vivir lo que recibimos, a vivir de forma coherente con el amor de
entrega de Jesús que se hace presente en el sacrificio eucarístico. Esto está
relacionado con nuestra llamada a ser discípulos misioneros. En nuestro tiempo
y cultura actuales, existe la tentación de privatizar nuestra fe o de separar
nuestra celebración y recepción de la Sagrada Comunión de nuestra
responsabilidad de vivir en comunión con la Iglesia y de vivir vidas que sean
coherentes con el significado profundo de la Eucaristía, el sacramento de la
caridad.
AHORA QUE SE HA
APROBADO LA REDACCIÓN DEL DOCUMENTO, ¿CUÁL SERÁ EL PROCESO A SEGUIR?
El comité de doctrina se
pondrá pronto a trabajar en la redacción del borrador del documento. Como
recomendaron varios de mis hermanos obispos, recibiremos las aportaciones de
las reuniones regionales de los obispos de todo el país. Espero con interés sus
ideas y contribuciones. A continuación, compartiremos el eventual borrador con
otros comités de la USCCB para recibir sus sugerencias y observaciones. También
enviaremos el borrador del documento a la Congregación para la Doctrina de la
Fe, como siempre hacemos al preparar las declaraciones doctrinales. Creo que
esta consulta tan amplia será muy útil. Lo más importante es que, a lo largo de
este proceso, estoy rezando especialmente al Espíritu Santo para que derrame
sus dones de sabiduría y consejo mientras preparamos el texto. También he
pedido a muchos fieles que recen por nosotros en estos próximos meses.
ALGUNOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN HAN INFORMADO DE QUE, CON LA VOTACIÓN PARA PROCEDER A LA REDACCIÓN
DEL DOCUMENTO, LOS OBISPOS HAN DESAFIADO AL VATICANO. ¿ES ESO LO QUE HA
OCURRIDO?
No. Me decepciona esa
interpretación errónea. Como obispos, estamos comprometidos a enseñar en
comunión con el Papa. Como mencioné, estaremos en consulta con la Congregación
Vaticana para la Doctrina de la Fe durante este proceso, ya que este será un
documento de enseñanza sobre la Eucaristía. Agradezco la carta que el arzobispo Gómez ha recibido del cardenal
Ladaria en la que
destaca el diálogo y la unidad entre los obispos. Estamos preparando una
reflexión doctrinal y no elaborando normas nacionales, ya que eso estaría fuera
de la competencia de nuestra comisión.
ALGUNOS ANALISTAS
HAN DICHO QUE ERA «INAUDITO» QUE EL CUERPO DE OBISPOS (NDR:LA USCCB)
IMPULSARA UN TEMA CUANDO TANTOS OBISPOS SE OPONEN A ÉL. SIN EMBARGO, EL FINAL, EL 75% DE LOS OBISPOS VOTÓ A FAVOR DE SEGUIR
ADELANTE CON LA REDACCIÓN, LO QUE NO ES PRECISAMENTE UNA MAYORÍA
ESTRECHA. EN SU EXPERIENCIA COMO MIEMBRO DE LA CONFERENCIA DURANTE CASI 20
AÑOS, ¿ES INÉDITA ESTA DECISIÓN DE SEGUIR ADELANTE CON LA REDACCIÓN DEL
DOCUMENTO DESPUÉS DE UN MARGEN TAN AMPLIO?
Realmente no lo recuerdo, ya
que la conferencia ha preparado muchos documentos y declaraciones en las dos
últimas décadas. Tengo la esperanza de que, cuando llegue noviembre, haya un
número aún mayor de obispos que apoyen el documento que habremos preparado.
VARIOS OBISPOS PIDIERON, O RECOMENDARON, QUE SE
ELIMINARA LA TERCERA PARTE DEL ESQUEMA DE LA DECLARACIÓN -LA PARTE QUE INCLUYE
LA SECCIÓN SOBRE LA COHERENCIA EUCARÍSTICA-, PERO USTED NO ESTUVO DE ACUERDO
CON ESE ENFOQUE, DICIENDO: «NO CREO QUE DEBAMOS IGNORAR LO QUE ES LA DISCIPLINA
REAL DE LA IGLESIA». ¿QUÉ ES ESA DISCIPLINA Y QUÉ SE PRETENDE CON ELLA?
En primer lugar, no creo que
podamos presentar la enseñanza completa sobre la Eucaristía sin incluir la
sección sobre la Eucaristía como un misterio que hay que vivir, y, dentro de
esa sección, la llamada a la coherencia eucarística. Esto está relacionado con
la disciplina de la Iglesia que se remonta al Nuevo Testamento. San Pablo
escribió a los Corintios: «Qquien coma del pan y
beba del cáliz del Señor indignamente, es reo del cuerpo y de la sangre del
Señor. Así, pues, que cada cual se examine, y que entonces coma así del pan y
beba del cáliz. Porque quien come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su
condenación» (1 Cor 11,27-29). La tradición de la Iglesia a lo largo de
los tiempos ha incluido la disciplina sobre la recepción de la Sagrada
Comunión. Esa disciplina se expresa hoy en los cánones 915 y 916 del Código de
Derecho Canónico y en los cánones 711 y 712 del Código de Cánones de las
Iglesias Orientales. En nuestro documento, esperamos presentar una clara
comprensión de por qué la Iglesia tiene estas leyes, explicando la profunda
enseñanza que es la base de estos cánones. El canon 915 se refiere a los que no
deben ser admitidos a la santa comunión. El canon 916 se refiere a la necesidad
de estar en estado de gracia para recibir la Sagrada Comunión. Las leyes de la
Iglesia están ordenadas a la salvación de las almas. Y estas leyes disciplinarias
tienen una finalidad medicinal, más que punitiva.
MUCHOS OBISPOS
DIJERON EN EL CONTEXTO DE LA REUNIÓN QUE HA SURGIDO UN PROBLEMA PASTORAL POR EL
HECHO DE QUE LOS ESTADOS UNIDOS TIENEN AHORA UN PRESIDENTE CATÓLICO QUE ESTÁ
IMPULSANDO UNA FUERTE AGENDA PRO-ABORTO, ASÍ COMO ABOGANDO POR MUCHAS OTRAS
CUESTIONES SOCIALES QUE SON CONTRARIAS A LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA -
TODO ELLO SIN DEJAR DE RECIBIR LA SANTA COMUNIÓN. ¿ES JUSTO DECIR QUE ESTE
DOCUMENTO ES UNA HERRAMIENTA PASTORAL NECESARIA EN RESPUESTA A ESTA REALIDAD?
Este documento se dirige a
todos los católicos. Todos estamos llamados a la conversión continua y a la
coherencia eucarística. Todos estamos llamados a salir de la misa para
glorificar al Señor con nuestra vida, para dar testimonio de Cristo con
nuestras palabras y acciones. Estamos llamados a dar testimonio del Evangelio
de la vida y a respetar y defender la vida y la dignidad de toda persona
humana, incluido el niño en el seno materno. El Catecismo enseña que la
Eucaristía nos educa en el amor y nos compromete con los pobres. El Papa San
Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco han escrito bellamente
sobre las implicaciones sociales de la Eucaristía. Espero que nuestro documento
lo ponga de relieve. Es importante que entendamos que, como escribió el Papa
Benedicto, «El culto agradable a Dios nunca puede
ser un asunto puramente privado, sin consecuencias para nuestra relación con
los demás: exige un testimonio público de nuestra fe.»
SE HA CONVERTIDO EN
UN ARGUMENTO POPULAR EN LOS ÚLTIMOS MESES QUE UN DOCUMENTO QUE INCLUYE LA
ENSEÑANZA SOBRE LA CONSISTENCIA EUCARÍSTICA PUEDE CONVERTIR LA EUCARISTÍA EN UN
«ARMAR». ¿CÓMO RESPONDERÍA USTED A ESO?
Creo que la enseñanza de la
Iglesia sobre la coherencia eucarística honra la presencia del Señor en el
Santísimo Sacramento y nos ayuda a comprender que la Eucaristía es un misterio
que hay que vivir. La Eucaristía es un don sorprendente del Señor que estamos
llamados a recibir con humildad y gratitud y que el Señor nos ha dado como alimento
para nuestras almas. La noción de coherencia eucarística nos recuerda que
debemos estar debidamente dispuestos a recibir la Eucaristía. Esto incluye la
comunión eclesial y el asentimiento al depósito de la fe contenido en la
Escritura y la Tradición, que los apóstoles confiaron a la Iglesia. La
coherencia eucarística implica nuestra comunión con el Cuerpo Místico de
Cristo, la Iglesia, que el Cuerpo Eucarístico de Cristo construye.
¿QUÉ MÁS LE GUSTARÍA
AÑADIR QUE PUEDA AYUDAR A APORTAR CLARIDAD A LOS PROCEDIMIENTOS?
Nos esforzamos por escribir un
documento que contribuya a un verdadero renacimiento eucarístico en la Iglesia
de nuestra nación, resaltando la verdad sobre el asombroso regalo que Jesús nos
hizo la noche antes de morir, la importancia de la belleza y la reverencia en
nuestra celebración de este gran misterio, y las maravillosas gracias que
recibimos en la Eucaristía para crecer en nuestra vida cristiana. Aunque hay
algunos desacuerdos entre nosotros, los obispos, rezo para que, con nuestra fe
común en este gran sacramento del cuerpo y la sangre del Señor, estemos unidos
como pastores y maestros y ayudemos a nuestro pueblo a crecer como fieles
discípulos del Señor Jesús.
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