Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba (España) habló en su carta semanal sobre la ley de la eutanasia que entra en vigor en España el próximo 25 de junio y aseguró que “la solución no es la muerte, sino los cuidados paliativos, que habrá que desarrollar para que lleguen a todos” y que "Jesucristo es el único que da sentido al dolor y a la muerte”.
El Obispo de Córdoba explicó que entre los motivos que aduce el Gobierno
para aprobar la ley de la Eutanasia se encuentra la “demanda
social de derecho a elegir sobre la propia vida y la propia muerte” pero
“al tiempo, la Constitución garantiza el derecho a
la vida y la defensa de la vida de toda persona”.
Por eso, Mons. Fernández subrayó que “esta
ley supone un paso atrás en la defensa de la vida, y constituye una derrota del
hombre de nuestro tiempo”.
El Prelado aseguró que esta ley se presenta "con
tintes de libertad: yo decido sobre mi vida y sobre mi muerte”, por eso
alerta que “esconde un egoísmo acumulado en nuestra
sociedad, en la que no se acepta el sufrimiento porque no se le encuentra
ningún sentido y se exalta la propia libertad para dominar la vida y la muerte,
la propia y la ajena”.
“Con esta ley, en la práctica, podrán ser
eliminados los que estorban, o a petición propia o a petición de sus
familiares, o incluso de oficio por parte del personal sanitario, al que le
cabe siempre la objeción de conciencia. El hombre asume una vez más el papel de
Dios, y se considera dueño absoluto de su vida”, aseguró el Obispo.
Además Mons. Demetrio explicó que “el
sufrimiento se nos presenta siempre como absurdo”, pero que “sólo Jesucristo ha iluminado esta realidad de la
persona, porque él mismo ha recorrido ese camino voluntariamente,
decididamente, con ansiedad incluso de que llegara”.
El sufrimiento que es “algo repelente por su
propia naturaleza, Jesucristo lo ha convertido en lenguaje para expresar el
amor hasta el extremo”, por eso “mirando a
Cristo crucificado, millones de cristianos a lo largo de toda la historia han
encontrado paz, fuerza y esperanza, han encontrado sentido a sus propios
sufrimientos”.
Mons. Fernández también insistió en que “la
luz de Cristo que ilumina el sufrimiento humano y le da sentido, porque puede
ser vivido como expresión de un amor más grande, y adquiere así un valor
cuasinfinito, si lo vivimos unidos a Cristo redentor”.
Uno de los principales problemas que destacó el Obispo de Córdoba es que
“el sentido del sufrimiento” se ha ido
perdiendo en las sociedades cristianas, mientras que “ha
ido creciendo el sentido hedonista de la vida”.
Ese concepto hedonista de la vida, junto con "el
consumismo que nos invade" hace que la vida parezca "una carrera hacia el placer, para conseguirlo a
cualquier precio”.
Sin embargo, en los momentos de la vida en los que “el placer desaparece y las energías vienen a menos” y
entonces no se encuentra sentido al sufrimiento y “viene
entonces el planteamiento del suicidio, realizado por sí mismo o con la ayuda
de otros, ‘para dejar de sufrir’”.
Ante esta situación el Obispo de Córdoba aseguró que "Jesucristo es capaz de iluminar el corazón del
hombre, incluso en esas situaciones extremas, para decirnos: tu vida es muy
valiosa, porque puede convertirse en una ofrenda de amor más limpio, y con tu
vida, por muy limitada que esté, podemos arreglar el mundo”.
Y animó a “salir al encuentro de los que
sufren” y recuerda que él mismo ha encontrado “verdaderos
testimonios heroicos” que son fruto “del
amor y por nada del mundo hubieran pedido nunca la muerte”.
“Se necesita un rearme moral en nuestra sociedad
para que a nadie le apetezca morir, sino que quiera siempre vivir, porque se
siente amado y alentado continuamente”, insistió
el Prelado.
Además destacó que “hoy, con los avances de
la ciencia, se puede controlar el dolor para no sufrir por encima de la propia
capacidad” y subrayó que “la solución no es
la muerte, sino los cuidados paliativos, que habrá que desarrollar para que
lleguen a todos. La solución sigue siendo Jesucristo, el único que da sentido
al dolor y a la muerte”.
POR BLANCA RUIZ | ACI Prensa
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