Tenga cuidado: Hallarse en estado de crisis, insatisfacción o inestabilidad a nivel de estudios, profesional, laboral, emocional, social, afectivo; pueden llevarlo a ser muy buen candidato...
Por: Lic. José María Baamonde | Fuente: Fundación
S.P.E.S.
Son muchísimas las razones por las que una
persona puede ingresar a una secta o NMR. Algunos investigadores sostienen que
la idea de una adhesión libre tiene una validez relativa a raíz del proselitismo engañoso, a pesar de existir como veremos
más adelante, ciertos factores de especial predisposición que facilitan la
consecuente captación.
De todas maneras, podemos hablar de ciertas líneas orientadoras, para
establecer la interrelación de los diversos elementos visibles, por las que una
persona ingresa a uno de estos movimientos.
- ANGUSTIA INDIVIDUAL
En la actualidad podemos observar que las comunicaciones están quebradas y no
sólo a nivel social, sino a nivel familiar, lo cual es más grave. Las consultas
orientativas llevadas a cabo con cientos de familias que tenían a un integrante
de la misma dentro de una secta, nos han mostrado que en la práctica, ninguna
de ellas tenía un diálogo profundo, íntimo y enriquecedor.
Una de las vetas más ricas del ser humano es la posibilidad de transmitir a
otro, nuestra existencia más íntima, nuestra interioridad. Cuando esto no se
posibilita ni aún dentro de la familia, es como que nuestra personalidad
adolece, y en un aspecto muy importante.
Muchas veces estos movimientos, especialmente en los contactos iniciales con
los que comienza la captación, se aprovechan de la angustia provocada por esa
falta de comunicación. En más de una oportunidad, cuando preguntemos a un
integrante de estos grupos si nació en dicho culto, nos responderá que no, que
pertenecía a otro y luego cambió. Y al requerirle la razón de tal cambio, nos
responderán con frases como "...yo pertenecía
a la Iglesia Católica, pero cuando iba a misa así como entraba, salía. No
conocía a nadie, ni nadie me conocía a mí. Era una anónima. Un día una amiga me
invitó a un ´templo´ y, apenas entré, me rodearon cinco o seis personas y me
preguntaron cómo me llamaba, qué hacía, si tenía algún problema... Sentí que se
interesaban por mí. Me sentía persona".
No solo este hipotético hombre o mujer, sale del anonimato y se siente persona,
sino que hasta puede ser un ejemplo para todo un marco social de referencia. Y
esto lo podemos observar en las plazas, cuando los pentecostales presentan un
testimonio, cualquiera sea el carácter de éste, es seguido de un aplauso, de un
reconocimiento, de un salir del anonimato. Todo esto provoca un efecto
psicológico muy fuerte y muchas veces, es el primer paso para una vinculación
sectaria.
Este factor es incluso resaltado en las conclusiones de la IVº Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano reunida en la ciudad de Santo Domingo,
hablando de "la pérdida de identidad" (cf.
SD 149).
A la angustia provocada por la falta de comunicación e identidad, hay que
sumarle la naturalmente provocada por situaciones límite, tales como la enfermedad,
el dolor y la muerte. Por ello, movimientos que en la captación tratan de
canalizar el alto montante de angustia, privilegian su acción proselitista en
lo que podríamos llamar centros de dolor, es decir cárceles, hospitales y
barrios marginales.
- ANGUSTIA SOCIAL
La angustia individual se encuentra relacionada con una angustia de tipo
social, a la que también hace referencia el documento mencionado
precedentemente.
Es decir, la angustia de una sociedad que aparentemente lo tiene todo, pero en
realidad no tiene nada, ni siquiera un sentido para la vida. Una sociedad que
ha puesto por años sus esperanzas en los avances de la ciencia y la técnica
como mesías salvadores..., hasta que esa misma ciencia pasó a convertirse, con
el avance nuclear, en una bestia apocalíptica.
El temor consecuente a una ciencia que parece no responder a ninguna moral, más
que la de la conveniencia política o económica de unos pocos, provocó sus
consecuencias. Entre otras, el descenso del índice de natalidad en los países
desarrollados. Muchos piensan que ello se debió a que los matrimonios deseaban
vivir más cómodos y sin compromisos, viajar, etc., y si bien esos argumentos
han influido, una de las razones también esgrimida era: "¿Para qué vamos a traer hijos al mundo, si éste mañana no va a
estar?".
Este no saber qué va a pasar mañana, este no saber si vamos a estar, este no
terminar de acostumbrarse al continuo cambio al que está sometida la sociedad,
provoca angustia y genera, como contrapartida, que la gente se aferre precisamente
a lo inmutable, a lo que no cambia, a lo trascendente, a lo misterioso y
oculto, surgiendo así un tercer elemento que es muy importante al momento de la
adhesión a una secta o NMR: el pensamiento mágico.
- PENSAMIENTO O CONCIENCIA DE
TIPO MÁGICA
Se registran en la sociedad en general, un importante aumento de conciencia
mágica. En mayor o menor medida, casi toda la sociedad tiene algún elemento o
responde a ciertos hechos con un carácter mágico.
Esto lo podemos ver en todos lados, con tan solo agudizar un poco nuestra
mirada. Lo vemos en los adolescentes que al sacarse un boleto capicúa creen que
ese día van a ser coronados por la suerte; lo vemos
en la cinta colorada, atada en derredor de la muñeca, para contrarrestar la
envidia; en el chiquilín que camina por la vereda, tratando de no pisar las
rayitas de las baldosas, porque le traería mala suerte; en el adulto que se
coloca una corbata de un color específico para pedir trabajo o aumento de
sueldo; en la señora que, religiosamente, lee su horóscopo de cada día; en
ciertas oraciones que se publican en los clasificados de los periódicos; o en
el espejo del taxista donde encontramos la cinta colorada, el San Cayetano, la
ristra de ajo, el rosario y los cuernitos, todos ellos muy ecuménicamente agrupados.
También podemos observar estas actitudes en lo religioso, cuando se lleva la medallita, la estampita o el rosario no como un
sacramental, sino como un amuleto; o en aquellos que toman las Sagradas
Escrituras como un libro oracular, abriendo la Biblia
en cualquier lado y al azar, tomando la lectura de un versículo descontextuado,
como un mensaje personal de Dios para ese día.
Decimos que el pensamiento o conciencia de tipo mágico es un elemento clave
para la adhesión de una persona a una secta o NMR porque, como se hiciera
referencia anteriormente, todos estos movimientos emplean en la captación una
promesa de tipo mágica.
En razón de ello, el fomentar este tipo de actitudes no haría más que provocar
un efecto de permeabilización o acostumbramiento que, a fin de cuentas no hace
otra cosa que facilitar la captación sectaria. Es decir, si nos acostumbramos a
pensar mágicamente, más fácilmente vamos a responder a un estímulo que sea
mágicamente ofertado.
Aquí es donde no sólo el gusto por lo novedoso, sino la necesidad de respuestas
y soluciones rápidas = mágicas, especialmente frente a estos elementos tan
humanos y acuciantes como son la enfermedad, el dolor y la muerte antes
mencionados, son aprovechados por no pocos movimientos de características sectarias.
Muchos son los grupos que frente a estos problemas, no dudan en asegurar que
todos ellos serán resueltos con la sola adhesión al grupo. Especialmente
aquellos movimientos que hacen de la sanación, prácticamente su único discurso;
como así también aquellos categorizados como psicoterapéuticos, de
rehabilitación personal, o del desarrollo del potencial humano.
- DISTANCIAMIENTO DE LA
IGLESIA
Otra razón no menos importante e íntimamente relacionada con las anteriores es,
sin lugar a dudas, la falta de formación en la propia fe, y el consecuente
distanciamiento de la Iglesia. El mismo documento de Santo Domingo lo expresa
con estas palabras:
"El distanciamiento de la Iglesia de sectores
-ya sean populares o pudientes- que buscan nuevos canales de expresión
religiosa, en los que no se debe descartar una evasión de los compromisos de la
fe...".
Todos hemos escuchado a veces con sorpresa y otras con tristeza, anécdotas de
muchos católicos que por una desilusión con un sacerdote, religiosa o laico
comprometido, y no teniendo una buena formación para discernir entre la Santa y
la Meretriz, como expresaban los Padres de la Iglesia, se alejaron de la Fe. Si
bien algunas de estas anécdotas son, dolorosamente ciertas, muchas otras tienen
el gusto de aquellos folklóricos clichés que desde el medioevo, y con leves
diferencias, sacan a relucir algunos de estos grupos que tienen por un deporte
atacar a la Iglesia, como bien lo hicieran notar los obispos reunidos en la III
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, efectuada en Puebla:
"Muchas sectas han sido, clara y
pertinazmente, no sólo anticatólicas, sino también injustas al juzgar a la
Iglesia y han tratado de minar a sus miembros menos formados" (DP.
n. 8O).
El hombre es un ser religioso por naturaleza, y registra como una pulsión hacia
lo trascendente, la misma que le hiciera expresar al Obispo de Hipona "¡Mi corazón estará siempre inquieto, hasta que no
repose en Ti!".
Esta pulsión se satisface canalizándose en la verdadera Fe, de lo contrario, y
en razón de ese hambre de Dios, puede también caricaturizarse a través de
tantos y tantos nuevos movimientos que, explotando el gusto por lo novedoso y
lo simplista, abren incansablemente un variado abanico de ofertas, como remedio
para una experiencia negativa en la Iglesia Católica. Estas experiencias
negativas en particular y la adhesión de católicos a estos movimientos se
encuentran en algunos, casos, favorecidas también por concretas limitaciones
pastorales por parte de la Iglesia Católica.
FACTORES DE ESPECIAL
INCIDENCIA QUE FACILITAN EL INGRESO A UN NMR
Al hablar de factores de especial incidencia o predisposición para la captación
por parte de un NMR de características sectarias, entramos en un terreno
sinuoso. Para algunos investigadores existe una especie de personalidad
premórbida, mientras que para otros no, aunque sí se ha logrado un acuerdo
alrededor de dos elementos que han sido manifestados, por ambos bloques, como
una constante:
- Alto montante de angustia
- Síndrome de ausencia paterna
Ahora bien, ¿quién
en algún momento de su vida no ha registrado un alto montante de angustia,
especialmente en la adolescencia? ¿Y quién no ha padecido el síndrome de
ausencia paterna, en lo que hace a la función paterna, aunque hubiera tenido un
padre real?
La respuesta a ambas preguntas es que todos en algún momento de su vida han
registrado estos dos elementos, lo que genera en consecuencia un axioma
sostenido por algunos investigadores y que consiste en que toda persona es
pasible de una captación si es abordada en el momento o circunstancia justa,
por el influenciador justo, y por la técnica justa.
A continuación consignaremos tan sólo algunos de los factores de especial
incidencia o predisposición, que facilitan las tareas proselitistas de los
nuevos movimientos religiosos, y que se suman a los mencionados al comienzo del
presente capítulo.
Cabe destacar, empero, que estas características no son excluyentes, pues aún
siendo factores de especial predisposición, no son imprescindibles para una
captación y posterior ingreso.
- Insatisfacción general en la vida.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Descontento con la sociedad y sus normas.
- Temores para enfrentar un mundo que se
presenta como caótico.
- Ausencia de propósito interno.
- Ausencia de un adecuado autocontrol.
- Necesidad de seguridad, progreso,
autovaloración y poder.
- Cierta susceptibilidad a los estados de
trance.
- Hallarse en estado de crisis,
insatisfacción o inestabilidad a nivel de estudios, profesional, laboral, emocional,
social, afectivo, etc.
- Inquietudes o especial interés por lo
desconocido, esotérico y misterioso.
- Inmadurez e identidad no consolidada.
- Tendencias a la personalidad dependiente.
- Conflicto paterno o matrimonial permanente.
- Sistema familiar moderadamente
disfuncional.
- Síndrome de ausencia paterna.
- Carencia de guía, dirección, control y
límites paternos.
- Carencia de una atención y afectos
positivos e incondicionales.
- Creer que uno no va a ser captado.
José María Baamonde
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