Una aventura amorosa extramatrimonial puede hundir la felicidad de la familia.
Por: P. Jorge Loring | Fuente: Catholic.net
El pecado de adulterio: Se comete cuando un hombre y una mujer, de los cuales, al
menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque sea ocasional.
El adulterio es ya una falta grave desde el momento mismo en que se desee
deliberadamente. Ya hay adulterio cuando hay infidelidad de corazón: cuando se
pone a alguien por encima del propio consorte. Tal es el sentido de las
palabras de Nuestro Señor: Quien mira a una
mujer con deseos deshonestos, ya ha cometido adulterio en su corazón.
Como pecado externo es uno de esos crímenes enormes que ya entre los judíos y
los paganos era castigado con la pena de muerte.
Las personas casadas deben ser de una prudencia extrema en este punto, y cerrar
cuidadosamente la puerta de su corazón al menor síntoma de un afecto
desordenado naciente hacia tercera persona. Los antiguos amores de la juventud,
los actuales amigos de la familia, los subordinados, los superiores, los
compañeros de trabajo, pueden constituir un verdadero peligro para la virtud de
los esposos.
Hay que evitar los celos infundados, pero también el ser bobalicones poniendo
en peligro la fidelidad del otro cónyuge.
Una aventura amorosa
extramatrimonial puede hundir la felicidad de la familia, que no podrá
recuperar el cariño de antes. Y esto no tiene precio.
No se llega ordinariamente al adulterio de golpe, sino después de una serie de
ligerezas, de imprudencias y de concesiones. Al principio se resiste, y se ve
con horror avecinarse la tragedia. Pero si
se empieza a hacer concesiones pequeñas está todo perdido. Cada vez se cederá más. Siempre
menos de lo que la tentación pide, pero las concesiones irán en aumento. La
tragedia será casi irremediable. Por eso deben tomarse toda clase de
precauciones antes de que sea demasiado tarde. Los esposos deben ayudarse en
este punto evitando las ocasiones. Pero también deben evitar el no menos grave
peligro de celos infundados que son la ruina de la paz conyugal.
LOS PASOS DEL ADULTERIO
PUEDEN SER ÉSTOS:
Un marido absorbido por su trabajo.
** Su mujer se siente sola.
** Ella se encuentra casualmente
con un hombre que resulta amable y atento.
** Se deja llevar con la
imaginación lo que sería un matrimonio con este segundo hombre.
** Una circunstancia ocasional y
un beso furtivo con este segundo hombre. Necesidad de repetir este momento.
** Después, el adulterio, una
familia deshecha, y, puede ser, que la condenación eterna.
Es un proceso lento pero seguro, si no se corta al principio radicalmente.
El sentimentalismo
suele ser una de las causas por las que una persona buena puede llegar también
al adulterio:
** Se encuentra con otra que atraviesa una situación
difícil.
** Su buen corazón le inclina a
ayudarla, no viendo ningún peligro en ello.
** Nace el afecto entre los dos.
** Ella se siente agradecida y
comprometida a complacerle en todo, etc.
En ambientes pervertidos, algunos matrimonios practican el intercambio de
parejas, como un juego inofensivo: pero con esto
han preparado una bomba de relojería que, antes o después, hará saltar, hecho
añicos, su matrimonio.
La amante del hombre puede ser una profesional que va buscando hombres casados
para vaciarles la cartera. Es una mujer de cuatro letras, que en lugar de
trabajar en la calle lo hace en lugares lujosos: es una profesional del vicio.
Otras veces puede ser una mujer ingenua que insensiblemente se enreda en un
amor prohibido. Aunque ingenua no deja de ser culpable pues sabe que aquel
corazón ya tiene dueño.
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